[Alianza Anglicana] Después de décadas de conflicto y desplazamiento, los retornados de Sudán a Sudán del Sur enfrentan enormes dificultades para reiniciar sus vidas. Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Organización de Asuntos Humanitarios, alrededor de 123.000 personas han regresado este año (Boletín Humanitario 3 - 9 Septiembre).

A pesar de las esperanzas de regresar a casa, la situación de las personas que llegan es muy complicada. El coordinador de ayuda y desarrollo de la Diócesis de Rejaf, Iglesia Episcopal de Sudán, el Sr. Bullen Pitya, explica cómo los retornados no pudieron llevar sus cosas, ya que fueron trasladados de Sudán a Juba con un mínimo de pertenencias personales.

Han sido alojados temporalmente en un campamento de tránsito en Kabu, en las afueras de la ciudad de Juba, en el complejo de un Instituto de Formación de Maestros. Se espera que los retornados continúen su viaje y se reubiquen en sus pueblos o ciudades de origen. Sin embargo, como muchos de ellos habían vivido en Jartum durante mucho tiempo, durante un período de 21 años de guerra, no parecen conocer sus aldeas originales.

Se ha pedido a los repatriados que abandonen la instalación del instituto de formación en unas pocas semanas. El estado de Equatoria Central ha proporcionado una nueva tierra, la aldea de Kuda en el norte de la ciudad de Juba, para su reasentamiento permanente. La Organización Internacional para las Migraciones les está proporcionando el transporte a su nuevo hogar pero no tienen nada para reiniciar su vida ya que lo dejaron todo atrás.

La diócesis de Rejaf está pidiendo apoyo para ayudar a los retornados del sur de Sudán que están en necesidad urgente. Están planeando implementar un plan, disponible esta página.