[Servicio de noticias episcopal] El obispo presidente Michael Curry publicó el 28 de marzo su mensaje anual de Pascua y dijo en video que está agradecido por todas las oraciones mientras se recupera de sus últimos procedimientos médicos.

“Hace apenas dos semanas, mi equipo médico me aprobó para conducir localmente y reanudar vuelos nacionales cortos. No puedo expresar cuánto nos han sostenido sus oraciones a mí y a mi familia durante este viaje médico. La oración importa. No siempre sabemos cómo. No siempre sabemos o entendemos el resultado”, dijo Curry en su mensaje.

“Pero la oración es importante y marca la diferencia. Durante los últimos meses, no he sabido cómo resultaría todo esto. Pero he estado muy consciente, y en algunos momentos particulares, consciente de que usted me sostiene en oración. Sin decidir conscientemente hacerlo, de hecho me encontré orando algunas palabras del Salmo 31, que dice: 'En tus manos encomiendo mi espíritu'”.

Curry, que cumplió 71 años el 13 de marzo, se encuentra en el último año de su mandato de nueve años como obispo presidente. Pasó gran parte del año pasado enfrentándose a una serie de crisis de salud y recibiendo tratamiento médico. Curry más recientemente Fue operado el 1 de marzo. Ha estado trabajando desde su casa en Raleigh, Carolina del Norte, a capacidad reducida.

El mensaje completo de Pascua sigue a continuación.

Hola a mi amada familia en Cristo. Quiero aprovechar esta oportunidad, en primer lugar, en nombre de mi esposa Sharon y de nuestra familia, para agradecerles. Para agradecerles sus oraciones, para agradecerles sus buenos deseos, sus expresiones de apoyo y bondad. Estamos igualmente agradecidos por la bendición de una excelente atención médica y apoyo pastoral. Como sabrán, he estado trabajando un poco desde casa; a un nivel reducido, sin duda, pero lo estoy aumentando gradualmente.

Hace apenas dos semanas, mi equipo médico me aprobó para conducir localmente y reanudar vuelos nacionales cortos. No puedo expresar cuánto nos han sostenido sus oraciones a mí y a mi familia durante este viaje médico. La oración importa. No siempre sabemos cómo. No siempre sabemos o entendemos el resultado.

Pero la oración importa y marca la diferencia. Durante los últimos meses, no he sabido cómo resultaría todo esto. Pero he estado muy consciente, y en algunos momentos particulares, consciente de ser sostenido en oración por ustedes. Sin decidirme conscientemente a hacerlo, me encontré orando algunas palabras del Salmo 31, que dice: “En tus manos encomiendo mi espíritu”.

Antes de cirugías y tratamientos, a través de algunas noches largas, días difíciles, “En tus manos encomiendo mi espíritu”. Estas palabras son parte de una oración que es el Salmo 31 en las escrituras hebreas. El servicio nocturno de Completas utiliza ese salmo como oración antes de irse a dormir por la noche.

El Evangelio de Lucas registra que Jesús oró estas mismas palabras, ese salmo, en la cruz, cuando tenía una idea de lo que le esperaba, pero no podía saber el resultado. No sabía con certeza si Dios actuaría y cómo. No lo sabía, como decían los viejos predicadores, el Viernes Santo siempre ocurre, pero el domingo siempre llega. No sabía con certeza que la resurrección sería real y no una mera metáfora.

Pero al morir en lo desconocido, hizo una cosa: se arrojó completamente en las manos de Dios. “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”.

Y en ese momento, después de decir esto, dice el Evangelio de Lucas, exhaló su último suspiro. Y aunque murió, la muerte no tuvo la última palabra, aunque él sí murió. Murió en manos de Dios y se escapó de las garras de la muerte.

Y como ahora sabemos, al tercer día resucitó, y vive. Como dijo William Cowper en un poema que luego se convirtió en himno: “Dios se mueve de maneras misteriosas, realiza sus maravillas, planta sus pasos en el mar y cabalga sobre la tormenta”.

Entonces Dios te ama. Dios lo bendiga. Que el Dios que cabalga sobre nuestras tormentas y resucitó a Jesús de Nazaret de entre los muertos nos sostenga a todos, a toda la familia humana y a toda la grandiosa y gloriosa creación de Dios en esas todopoderosas manos de amor. Que tengas una bendecida Semana Santa y Pascua.