Mensaje de Pascua del secretario general de la Comunión Anglicana

Publicado Mar 28, 2024

[Servicio de Noticias de la Comunión Anglicana] El obispo Anthony Poggo, secretario general de la Comunión Anglicana, compartió un mensaje de Pascua el 28 de marzo.


“Se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto”.

Cuando leemos el relato del evangelio de Juan sobre la mujer que descubre la tumba vacía en el jardín de la resurrección, sentimos su sorpresa y conmoción.

Las cosas no son como ella esperaba que fueran.

La piedra ha sido quitada y el sepulcro está vacío.

Ella corre y llama a dos de los discípulos de Jesús. Ellos también empiezan a correr. En la tumba, lo único que encuentran son las tiras de lino que envolvían a Jesús crucificado.

Es un escenario de desorden y perturbación.

Actualmente, en nuestro mundo, millones de personas viven en situaciones de desorden y perturbación extremas, causadas por cuestiones como la guerra y los conflictos, la pobreza y la crisis climática.

La guerra civil en Sudán está provocando una crisis humanitaria que está provocando pérdidas constantes de vidas humanas, inseguridad alimentaria, deterioro económico y el desplazamiento de más de 8 millones de personas.

De manera similar, debido al conflicto entre Israel y Gaza, la ONU ha declarado que la hambruna en Gaza es inminente.

A nivel mundial, el impacto de la crisis climática, incluido el aumento de la contaminación y los fenómenos meteorológicos extremos, está perjudicando la salud, provocando desplazamientos masivos de personas y aumentando los riesgos de hambre.

En medio de tales situaciones de conflicto, sufrimiento y desigualdad, la idea de un Dios fiel puede parecer incomprensible. Como María Magdalena en el jardín, podemos encontrarnos clamando, preguntándonos por qué Dios está ausente y ausente.

Pero a medida que se desarrolla la historia, vemos que Jesús efectivamente está presente, aunque a María le toma un tiempo reconocerlo como el Cristo resucitado y no como el jardinero.

Cuando Jesús está ante ella, la derrota de la muerte es interrumpida por la esperanza de la resurrección, reordenando todo lo que está roto en el mundo.

Es un acto redentor que trae transformación, paz y esperanza. Al aparecer a sus discípulos, las primeras palabras que Jesús les pronuncia son: “La paz esté con vosotros. Como el Padre me envió, así os envío yo”.

Como Secretario General – y en nuestro trabajo como Oficina de la Comunión Anglicana – estamos en estrecho contacto con muchas iglesias anglicanas de todo el mundo que trabajan activamente por la paz y la restauración en sus entornos.

En las últimas semanas, he tenido el privilegio de visitar la Iglesia de Sudán y su búsqueda de apoyo a las personas afectadas por la guerra civil.

He visitado la Iglesia de Bangladesh y la Iglesia de Myanmar para ver de primera mano muchos de los proyectos vitales de la iglesia y la comunidad que realizan.

Nuestro Equipo Anglicano de la ONU ha representado la voz de los anglicanos en la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer, hablando sobre cuestiones de justicia de género, empoderamiento y alivio de la pobreza.

La Diócesis Episcopal de Jerusalén y la Alianza Anglicana continúan apoyando el trabajo humanitario en respuesta al conflicto en Tierra Santa.

En cada situación –y en muchas otras similares– me siento alentado por el testimonio conjunto de los anglicanos que hacen visible el amor de Dios en sus comunidades.

Esta Pascua, que sigamos siendo una Comunión Anglicana que sale, comparte la esperanza de Dios y vive una fe que anhela la restauración de Dios. Trabajemos por la paz en un mundo perturbado.


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