Fundadora de Gateway of Grace en Dallas habla con ENS

Por Lynette Wilson
Posted Jul 6, 2017

[Episcopal News Service – Dallas, Texas] Durante una reciente entrevista en su oficina en Dallas, la Rda. Samira Izadi Page, fundadora y directora ejecutiva de Gateway of Grace [Puerta de la Gracia], conversó con Episcopal News Service acerca de su vida, su salida de Irán en 1989, su viaje a Estados Unidos un año después y su ministerio.

Gateway of Grace es un ministerio que moviliza a la [Iglesia] Episcopal y a otras iglesias a salvar las brechas socioculturales y a eliminar los temores, las ansiedades y la apatía espiritual que impiden que los cristianos se relacionen con refugiados. Gateway se asocia con más de 50 congregaciones para adoptar a familias refugiadas a su llegada, y proporciona preparación laboral, idioma y otros entrenamientos.

Los miércoles por la noche, Gateway of Grace celebra la Comunidad de la Gracia, en la que brinda un espacio para la fraternidad, la oración, el culto, una comida y estudio bíblico para refugiados cristianos que huyen de la persecución en sus países de origen y para refugiados musulmanes que están interesados en aprender acerca del cristianismo. La comunidad incluye a refugiados de 16 países —entre ellos Irán, Irak, Afganistán, Camerún y Siria— y de seis procedencias religiosas.

En febrero, cuando el gobierno de Trump anunció por primera vez su decreto ejecutivo que suspendía el programa de reasentamiento de refugiados y restringía los viajes de siete países de mayoría musulmana, Gateway of Grace inició una campaña de 30 Días de Oración por los Refugiados. Muchos de los refugiados atendidos por Gateway of Grace tienen familiares y amigos cuyas vidas se han quedado en un limbo.

Tienes una historia increíble. ¿Puedes describir brevemente tu viaje de Irán a Estados Unidos, lo que te llevó a huir de tu país y a buscar asilo político?

Mi ex marido era un musulmán suní, yo era chií y a él lo perseguían. Es una historia muy larga, pero una mañana, yo estaba trabajando en mi tesis doctoral cuando tocaron a la puerta y, en el momento en que la abrí, la vida tal como la conocíamos sencillamente terminó. El servicio de inteligencia entró, echaron la casa abajo y encontraron un ejemplar de Los versos satánicos [la novela] de Salman Rushdie y eso fue básicamente el fin para nosotros. Mi marido fue lo bastante afortunado de no encontrarse en casa, pero ellos ocuparon todo lo que teníamos y clausuraron su negocio, congelaron nuestras cuentas y escapamos de Irán con las manos vacías, caminando sobre campos con más de un metro de nieve durante dos noches con dos niños pequeños. Casi nos morimos congelados.

Rda. Samira Izadi Page


Edad: 44 (cumplidos el 12 de junio de 2017)
Nacida en: Shiraz, Irán
Reside en: Dallas, Texas
Quién es: sacerdote episcopal en la Diócesis de Dallas y fundadora y directora ejecutiva de Gateway of Grace.
Trayectoria profesional: Licenciatura y maestría en filosofía adquiridos en Irán. Asistió al seminario en la Universidad Metodista del Sur [donde obtuvo] una maestría en teología  y un doctorado en ministerio  especializado en estudios misionales de la Iglesia. Ordenada al diaconado en 2010 y al presbiterado en 2011.

Fuimos a Turquía. Los hermanos de mi marido nos enviaron dinero desde Dubái y contratamos a contrabandistas que nos llevaron de Turquía a México, y quienes nos dejaron en medio de la Ciudad de México sin nada: con menos de $500 y sin documentación, no teníamos nada. Al décimo día de estar allí, vi una tienda que venía alfombras orientales y pensé que podía tener algo que ver con alfombras persas y entré en la tienda y dije. “¿Tienen algunas alfombras persas?” Por mi acento, [él hombre de la tienda] supo que yo era iraní y me respondió en farsi y yo empecé a llorar. Le dije, “espere aquí, voy a buscar a mi marido” y tan pronto él vino le dijo “¿No eres el hijo de fulano y fulana?” El padre de ese hombre había sido inquilino de mi marido en su pueblo natal. ¿Cuáles son las posibilidades de encontrarte a alguien de tu propio país de unos 60 millones de habitantes, de tu ciudad natal de unos cuantos millones, cuyo padre haya sido tu inquilino, en la ciudad más grande del mundo al décimo día de llegar a ella? Todos los pasos que dimos fueron como ése.

Estuvimos allí durante un año, es una historia muy larga, pero luego cruzamos la frontera por Nuevo Laredo y pasamos el río y nos presentamos al puesto de Inmigración y solicitamos asilo. Ellos nos dijeron, “¿Dónde quieren ir?” Mi marido dijo, “Dallas”. Fue realmente un azar. Yo quería ir a California porque es donde hay más iraníes, pero mi marido dijo “vayamos a Dallas”. Fue realmente una cosa de Dios. Y llegamos a Dallas a las 7 A.M. y pensé, muy bien, vamos a conseguir un empleo y un apartamento hoy mismo. Un taxista nos llevó a un Motel 6 cerca de la estación de autobuses del centro. Vi un directorio de Páginas Amarillas, lo cual nunca antes había visto. Comencé a buscar los servicios de localización de apartamentos, empecé a llamar, descubrí que no podíamos alquilar un apartamento porque no teníamos números de seguridad social ni empleos. Vi un centro islámico, los llamé y me dijeron que ellos no podían  ayudarnos, pero que conocían a una señora que trabajaba con refugiados. Me dieron el número, llamé a la señora y ella envió a alguien. A las 9:30 este individuo estaba a nuestra puerta y dijo que tenía un apartamento, [aunque] no estaba seguro de si nos gustaría o no. Nos llevó a un apartamento de dos dormitorios, completamente amueblado. A las 11:30 estábamos en nuestro propio apartamento. Habíamos hecho una compra de víveres y habíamos pagado un mes de alquiler en una ciudad donde no conocíamos ni un alma y sin documentación.

Ahora bien, estas personas eran cristianas, pero trabajaban con refugiados bosnios que eran musulmanes. De ahí por qué en la mezquita supieran de ellos. Habían preparado ese apartamento para una familia bosnia que se suponía llegara un mes antes que nosotros, pero nunca se apareció, luego fue cuestión de presentarse. Fuimos a tiro hecho. Cuando le comenté a este hombre mi interés en el cristianismo, me dijo “bien, ¿por qué no vienen a la iglesia con nosotros?” Fuimos. Era una iglesia bautista y me bautizaron apenas seis meses después.

A ustedes finalmente les concedieron estatus de refugiados. ¿Dirías que tu viaje fue típico o atípico?

Fue atípico porque los refugiados suelen llegar con un estatus legal completo. Ingresan [al país] con tarjetas de la Seguridad Social, tienen permisos de trabajo, pero nosotros no teníamos nada. Fue extremadamente difícil. Es por eso que siento tanta compasión por los refugiados, porque sé por lo que ellos han pasado.

Naciste en una familia musulmana chií y te casaste con un musulmán suní. ¿Cómo reaccionó tu familia a tu conversión al cristianismo?

Mi familia era nominalmente musulmana, de ahí que nunca tuviéramos una conversación en casa sobre religión. Pero mi mamá sabía que yo había tenido una visión de la Virgen María cuando tenía 6 años, luego cuando me iban a bautizar, llamé a mi mamá y le dije: “Mami, ¿te acuerdas de mi visión?” y ella inmediatamente supo a lo que yo me refería. Le dije: “bien, eso está ocurriendo” y ella se sintió feliz. Ella es ahora cristiana; fue bautizada hace aproximadamente año y medio y ahora está siendo perseguida en Irán.

¿Cómo fuiste a dar la Iglesia Episcopal?

En mi segundo año de seminario, supe que no podía ser bautista, debido a los sacramentos y a la comprensión del ministerio. Entendía que era algo más ontológico [que tenía más que ver con] quien yo era, que con la función [que desempeñaba], y el director de formación espiritual de Perkins era un sacerdote episcopal, el padre Fred Schmidt. Él está ahora en el [Seminario] Teológico de Garret. Compartí mi testimonio con él y me dijo, “bueno, ¿has contemplado unirte a la Iglesia Católica?”, por cuenta de la visión de la Virgen María. Y le respondí, “bueno, yo tengo un llamado al ministerio”, y él me dijo, “bien, ¿por qué no vienes a mi iglesia y la visitas”. Fui ese domingo. Y hace muchos, muchos años, cuando yo tenía 14 o 15, había tenido un sueño y en ese sueño, estaba sedienta de agua y me veía en un salón hexagonal que era todo de mármol y  completamente cerrado y yo daba vueltas y vueltas y allí en el medio del salón había una fuente. Eso se me quedó presente y aquí estoy muchos años después en Estados Unidos, me hago cristiana y entro en esta iglesia, la iglesia de la Encarnación  [Church of the Incarnation] in Dallas. Y llego tarde y no tengo idea lo que es la Iglesia Episcopal y en consecuencia me siento un poco intimidada, y entro por la puerta trasera, una especie de puerta lateral, y al entrar lo primero que me salta a la vista es esa fuente [la pila bautismal] que yo había visto en mi sueño. Fue así como supe que yo pertenecía allí.

¿De donde te vino la idea de Gateway of Grace?

Cuando mi curato se estaba terminando comencé a orar preguntándole a Dios qué era lo que él quería que yo hiciera. Y si bien he orado a través de toda mi vida, no es como que haya escasez de clero aquí para que Dios traiga a una mujer iraní con acento a servir en la parroquia, porque por estupendo que eso fuera no tendría nada que ver con mi experiencia, lo que Dios me había enseñado a través de mi experiencia. Luego, empecé a fijarme en la población de refugiados, y en ese tiempo ya yo había trabajado con refugiados durante un par de años. Y comencé a fijarme en lo que tenían a su alcance, y Texas  era el mayor centro de refugiados hasta el año pasado, y ahora ha quedado en segundo lugar después de California. Y advertí que había iglesias que estaban haciendo un ministerio holístico, como la iglesia bautista que me adoptó, de una manera intrínseca, y luego había iglesias u organizaciones o ministerios de refugiados que eran muy seculares: se limitaban a darles cosas a los refugiados para ayudarlos, pero no querían hablar acerca de los temas espirituales. Luego había personas en el otro extremo: ¿eres salvo? ¿No has conocido a Cristo? Y había un montón de programas, pero no había ningún modo sistemático de movilizar las iglesias para hacer un tipo holístico de ministerio que abordara no sólo las necesidades prácticas sino también las necesidades emocionales y espirituales de los refugiados. Cuando estábamos orando respecto al nombre, pensamos, bien, ¿qué es lo único que distingue al cristianismo de todas las otras religiones? Y eso es la gracia. Y el instrumento que Dios usa para comunicar esa gracia al mundo es la Iglesia; por tanto la Iglesia es la puerta de la gracia de Dios, de ahí surgió Puerta de la Gracia [Gateway of Grace].

¿Cómo terminaste centrando tu tesis doctoral en decrecer la ansiedad y el temor de los cristianos respecto a los refugiados?

Cuando obtuve mi doctorado, quería hacer algo que fuera pertinente a la labor que estaba realizando y quería una manera episcopal muy sistemática y muy anglicana de eliminar temores y prejuicios y apatía espiritual. Esos son grandes problemas, al menos aquí en Dallas, sencillamente lo desconocido. La idea era ¿cómo usar la Escritura, la tradición, la razón y los estudios sociales, todo eso que tenemos en nuestra Iglesia, para abordar  estos problemas específicamente, y desplazar el temor, la ansiedad, el odio, la ira y la ignorancia para participar en la misión de Dios a través del ministerio a los refugiados?

¿Por qué crees que los cristianos (estadounidense) abrigan tanto temor y ansiedad?

Bueno, en parte es por los medios de prensa. Los medios, ya sean liberales o conservadores, republicanos o demócratas, o cualquier otra cosa intermedia, ofrecen un fragmento de la realidad. No muestran todo el pastel de la realidad, y si bien esas realidades son factuales, no constituyen todo el cuadro y en consecuencia configuran una realidad alternativa que no es fiel. Pero las personas que no están familiarizadas personalmente con los refugiados creen eso porque eso es todo lo que les presentan, de modo que los medios desempeñan un inmenso papel en ello, la manera en que nos presentan el asunto.

¿ Has encontrado en tu experiencia que aplacar esos temores  va acompañado de la compasión y de la aceptación y que eso es posible tan sólo a través de las relaciones personales?

De eso trata mi tesis. Es todo un taller, todo un proceso de cómo abordar esos problemas, de manera que utilizo antiguos métodos de oración y estudios sociales para abordar los temores y las preocupaciones y crear una formación espiritual y transferirlas de ese lugar al ministerio de los refugiados.

A diferencia de Europa, donde una primera generación de musulmanes desafectos ha llevado a cabo ataques terroristas a gran escala, Estados Unidos no ha sido testigo del mismo tipo de violencia. Sin embargo, los estadounidenses viven temerosos de esos ataques. ¿Cómo abordar o mitigar el temor que expresan muchos cristianos estadounidenses blancos? Por venir acompañados de auténtico temor, ven esto en la televisión.

Creo que la clave está en reconocer el temor, porque esos temores son reales. Tuvimos un tiroteo en Garland, Texas, que fue perpetrado por extremistas musulmanes, que dispararon contra una biblioteca. Luego esas no son cosas que sean imposible de que ocurran en Estados Unidos, por tanto los temores son reales, ¿verdad? Pero, ¿qué probabilidades tienen? Esa es otra pregunta. Hasta ahora el reasentamiento de refugiados ha sido un programa muy exitoso y no hemos tenido ningún problema con nuestros refugiados. Soy una creyente de origen musulmán y tengo un ministerio holístico. Parte de él es el ministerio evangelístico con los refugiados, muchos de los cuales son musulmanes, muchos de los cuales son muy conservadores, de manera que yo entiendo el temor. En consecuencia, que puedan relacionarse con alguien que reconozca su temor y que sienta simpatías por su temor y no se limite a desestimarlo, ese es realmente el primer gran paso. Las otras partes son, tal como hago en mi taller, la manera en que avanzamos, y eso es mediante este proceso completo que hacemos con nuestros voluntarios y lleva tiempo y paciencia. Pero he visto a personas a quienes no les gustaban los refugiados, a quienes no les gustaban los musulmanes, y que ahora son  inmensos defensores de los refugiados.

El Programa de Reasentamiento de Refugiados de EE.UU. es una asociación pública-privada y seis de los nuevo asociados en el reasentamiento son [organizaciones] de carácter religioso. La red de filiales y de [organizaciones] sin fines de lucro que trabajan en el ámbito local también tiende a ser de carácter religioso. Sin entrar en comparaciones o a sostener que el sistema de EE.UU. es necesariamente mejor que el sistema europeo,  el cual varía de un país a otro, ¿propician las asociaciones de carácter religioso mejores índices de integración?

Absolutamente.

¿De qué manera?

Las agencias de reasentamiento, tales como Caridades Católicas y el Comité de Rescate Internacional u otras organizaciones tienen recursos económicos limitados y mano de obra limitada, pero en la Iglesia, nosotros tenemos todos esos recursos. Tenemos la mano de obra y los recursos económicos que necesitamos para ministrar a los refugiados, pero, más importante aún, las agencias de reasentamiento de refugiados o las organizaciones seculares, brindan servicios, y esos duran un número limitado de meses o hasta que los [refugiados] se valen por sí mismos. Pero, ¿qué hacen las iglesias? No sólo se suman a los servicios y corrigen los déficits de los servicios, sino que añaden cuidado [pastoral] cristiano. Los servicios y el cuidado son dos cosas diferentes. Creo que es realmente importante para el proceso de restauración, para el proceso de integración. Y además, encima de eso, allí donde las agencias cesan, las relaciones que las iglesias han creado, y por iglesias quiero decir los cristianos individuales, siguen desarrollándose, y creo que es un regalo para los refugiados que puedan relacionarse con los estadounidenses. La mayoría de los refugiados  nunca llegó a experimentar una auténtica amistad con estadounidenses, particularmente anglosajones.

El gobernador. Greg Abbot sacó a Texas del Programa Federal de Reasentamiento de Refugiados, lo cual me indica que a nivel estatal existe alguna resistencia a los refugiados. Sin embargo, el reasentamiento continua con fondos federales canalizados a través de organizaciones sin fines de lucro, y Texas sólo cede el primer lugar a California en el número de refugiados que recibe. ¿Puedes compartir alguna perspectiva sobre esta discrepancia?

Los asuntos políticos y los asuntos personales son dos cosas distintas. Creo que la gente de Texas es extremadamente generosa, extremadamente amorosa, en Dallas en particular. O bien Texas es un estado cristiano, y aunque [sus residentes] podrían ser políticamente conservadores, tienen el Espíritu Santo, y el Espíritu Santo los motiva a acercarse a los refugiados y amarlos y servirles no importan que ellos políticamente puedan estar de acuerdo con el reasentamiento de refugiados o que su partido político lo apoye.

El alcalde de Dallas Mike Rawlings, por otra parte, asume una postura opuesta a la del gobernador. Él apoya el programa de reasentamiento. Leo que uno de cada cuatro residentes de Dallas ha nacido en el extranjero. ¿Qué hace a Dallas, en particular, acogedora de inmigrantes y refugiados? ¿Cómo han contribuido ellos a configurar la ciudad?

Lo que les ha hecho ser tan acogedores es sencillamente el corazón de las personas. No se trata de [una posición] política, son sencillamente buenas personas, muchos de ellos sencillamente buenos cristianos. Es una ciudad muy religiosa, de manera que tendría que ver con eso.

Estoy segura de que has leído artículos de cómo los refugiados están revitalizando las comunidades de la llamada “franja de la herrumbre” en el valle del Hudson, donde hay montones de salvadoreños y otros provenientes de América Central que han revitalizado realmente algunos de esos pueblos pequeños. Obviamente, la diversidad fortalece a las ciudades y las comunidades. ¿Has visto eso aquí en Dallas?

Sí. Hay un barrio en Dallas que solía ser muy violento. Los refugiados se han reasentado allí y la violencia se ha reducido, y eso puede tener repercusiones en la manera en que se toman las decisiones políticas, como a nivel del alcalde, pero no creo que los dallasitas individuales piensen de esa manera. No creo que piensen ¿qué provecho le sacamos a esto? Creo que ellos sencillamente tienen un corazón bueno, generoso y compasivo.

Recientemente, el Tribunal Supremo de EE.UU. ratificó temporalmente partes de la prohibición de viajes del presidente Donald Trump, que le rehusaba el ingreso al país a personas de seis países musulmanes, a menos que tuvieran una conexión familiar o un nombramiento universitario. ¿Cuál ha sido el impacto del fallo del tribunal en la comunidad a la que sirves?

Nuestros refugiados están en Turquía. En su mayoría son cristianos perseguidos. Están realmente lidiando con esa decisión porque su situación ahora es desconocida y se encuentran desesperados. Muchos de ellos están considerando si deberían regresar a Irán, y eso sería extremadamente peligroso porque se trata de cristianos seriamente perseguidos. En consecuencia, ha sido un período aproximado de seis meses muy difícil para nuestros refugiados, de todos modos, pero este fallo reciente ha contribuido definitivamente a eso.

Entonces, ¿tienes una conexión directa con refugiados que esperan el reasentamiento en terceros países?

Los iraníes en particular se encuentra en Turquía; ahora mismo, mi hermana y su marido, entre otros, están refugiados en Turquía. Luego, sí, tenemos una red de refugiados con los que estamos conectados.

Lynette Wilson es la jefa de redacción de Episcopal News Service. Traducción de Vicente Echerri.


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