[Diócesis Episcopal de Carolina del Norte Occidental] El Rdo. canónigo José A. McLoughlin fue elegido séptimo Obispo de la Diócesis Episcopal de Carolina del Norte Occidental, pendiente ahora del debido consentimiento de una mayoría de los obispos con jurisdicción y de los comités permanentes de la Iglesia Episcopal.

La elección se celebró el 25 de junio durante una Convención Especial Electoral en la iglesia episcopal de La Trinidad [Trinity Episcopal Church] en Asheville, Carolina del Norte.

McLoughlin fue elegido entre cuatro candidatos finalistas para dirigir la Iglesia Episcopal en Carolina del Norte Occidental, en representación de 15.000 miembros en 63 congregaciones que funcionan todo el año, seis capillas de verano y dos centros de conferencias. Los otros nominados fueron:

• El Rdo. Thomas Brown, rector de la parroquia de la Epifanía [Epiphany], Winchester, Diócesis de Massachusetts;
• La Rda. Cynthia Banks, rectora de San Lucas [ Luke’s], Boone, Diócesis de Carolina del Norte Occidental; y
• La Rda. Hannah E. Atkins, rectora de La Trinidad [Trinity], Houston, Diócesis de Texas.

McLoughlin se incorporará a la diócesis en septiembre y será consagrado obispo el 1 de octubre. Reemplazará en el cargo al Rvdmo. G. Porter Taylor, sexto obispo de la diócesis, que fue consagrado obispo en 2004.

Ordenado en 2005, McLoughlin obtuvo su maestría en Teología del Seminario Teológico de Virginia y su licenciatura en Humanidades de la Universidad Central de la Florida. Antes de su llamado al sacerdocio, McLoughlin trabajó en el campo de la justicia penal sirviendo como agente de policía en el estado de La Florida y en varios cargos en el Departamento [Federal] de Justicia en Washington, D.C., siendo el más reciente el de asistente especial y asesor principal del Subsecretario de Justicia.

McLoughlin y su esposa Laurel llevan 23 años de casados y tienen dos hijos, Alexander, de 17 años, y Alyson, de 14. Nacido en San Juan, Puerto Rico, McLoughlin es bilingüe, le gusta la música, toca instrumentos de percusión y estudia la historia de Estados Unidos en el siglo XVIII.

En la semblanza biográfica de su nominación, McLoughlin escribió: “Creo que la Iglesia actual anhela un nuevo tipo de obispo. Un obispo que esté verdaderamente dedicado al ministerio y a las vidas de las personas de la diócesis; dedicado a la misión y a la evangelización; un obispo dispuesto a sentarse con la gente de la diócesis y explorar nuevas maneras de ser discípulos de Cristo”.