Añaden a San Mateo, una iglesia afroamericana de Detroit, a la ‘Red para la Libertad’

Por Pat McCaughan
Posted Feb 25, 2016

La original iglesia protestante episcopal de San Mateo [St. Matthew’s] situada en la esquina de las calles St. Antoine y Congress, que fue construida en el otoño de 1851.

La original iglesia protestante episcopal de San Mateo [St. Matthew’s] situada en la esquina de las calles St. Antoine y Congress, que fue construida en el otoño de 1851.

[Episcopal News Service] Antes de que Harriet Tubman escapara de la esclavitud, antes de que Abraham Lincoln fuera electo al Congreso y antes de que Harriet Beecher Stowe escribiera La cabaña del Tío Tom, miembros de la iglesia episcopal de San Mateo [St. Matthew’s Episcopal Church] ayudaban a los esclavos a escapar, a través del río Detroit, hacia la libertad en Canadá.

Fundada en 1846 encima del taller de un herrero, San Mateo se cuenta entre las más antiguas congregaciones negras de la Iglesia Episcopal y de la nación, y fue un centro de activismo abolicionista local y de organización comunitaria.

Sin embargo, ese aspecto del pasado de la iglesia pasó relativamente inadvertido hasta 2015 cuando el Servicio Nacional de Parques incluyó a San Mateo en su Red Nacional para la Libertad.

“Encontramos que (San Mateo) hace una importante contribución al conocimiento de la Vía Clandestina [para la evasión de esclavos] en la historia norteamericana… (y nosotros) le encomiamos su dedicación a este aspecto fundamental de nuestra historia”, escribió Diane Miller, directora del programa de la Red Nacional, al anunciar el otorgamiento de la designación en una carta del pasado 4 de junio.

El guardián mayor Warden Philip Carrington, el Rdo. Canónigo Robert W. Alltop, el Dr. Richard E Smith y el guardián menor Rudolph Markoe.

El guardián mayor Warden Philip Carrington, el Rdo. Canónigo Robert W. Alltop, el Dr. Richard E Smith y el guardián menor Rudolph Markoe.

Para el Dr. Richard E. Smith, feligrés de San Mateo de cuarta generación, quien solicitó el estatus, la búsqueda de resaltar el pasado ilustre de la iglesia era una tarea de amor pendiente durante largo tiempo. Durante casi dos décadas, él hilvanó los detalles de esta notable historia de servicio comunitario y activismo social.

“Siempre escuchamos retazos y fragmentos de la historia de la iglesia, pero no había ningún registro escrito”, dijo Smith recientemente a Episcopal News Service.

Una cápsula de tiempo ofrece un vislumbre del pasado y del futuro

La exhumación de una cápsula de tiempo en 1998, plantada por miembros de la iglesia 70 años antes en el sitio donde estuvo localizada la segunda congregación, en las calles St. Antoine y Elizabeth, produjo un registro escrito de lo que había sido anteriormente la historia oral a lo largo de generaciones, dijo él.

También mostraba una mirada del pasado de la ciudad. Esos documentos se hicieron parte de la colección permanente del Museo Charles Wright de Historia Afroamericana en Detroit, afirmó Smith.

“Como médico, yo trato con los hechos”, dijo Smith, obstetra y ginecólogo, y vicepresidente del Hospital Physician Outreach Henry Ford. “Comencé a acopiar información para ponerla en un cronograma para la iglesia, junto con alguna historia familiar y de otra clase”.

 

El Rdo. William Monroe ayudó a organizar San Mateo como una congregación misionera.

Entre otros eventos significativos, el cronograma de Smith revela que:

  • Nueve años después de que Michigan se convirtiera en el 26º. estado de la Unión, 13 años después de que la esclavitud fuera abolida en Canadá y 40 años después de que la esclavitud fuera abolida en Michigan, el Rdo. William Monroe y el empresario local William Lambert, que sirvió de guardián, organizaron San Mateo como congregación misionera.
  • Dos años después, Lambert fue electo delegado a la Convención nacional de Ciudadanos de Color que se celebró en Cleveland, en la cual Frederick Douglass resultó electo presidente de la convención. Ese mismo año, se adquirió un lote de terreno municipal en la intersección de las calles St. Antoine y Congress para construir la iglesia, por la cual se pagaron impuestos al estado y al país por un monto de $2,22.
  • A lo largo de la próxima década, casi 40.000 esclavos fugitivos pasarían a través de Detroit con el apoyo y orientación de Lambert y otros, incluidas otras iglesias de la ciudad. “Todo el mundo trabaja junto, ayudándose mutuamente”, dijo Smith.

Roy Finkenbine, vicepresidente de la Comisión de Míchigan de la Senda de la Libertad, dijo que San Mateo fue una de las tres iglesias de la comunidad negra de antes de la guerra civil en Detroit que ayudaron activamente a los que buscaban su libertad.

 

William Lambert, guardián mayor y fundador de San Mateo

Lambert, conocido como “el padre de San Mateo”, fundó el Comité Vigilante de Color, que era “esencialmente una organización de fines múltiples para ayudar a los que buscaban su libertad a llegar al Canadá”, afirmó.

“Todos los miembros eran negros. Trabajaban con algunos blancos escogidos de la localidad y en las márgenes de la ciudad que escogían las personas para el comité. Hacían de todo desde recaudar fondos para alimentar [y] vestir a la gente, proporcionándoles atención médica, escondiéndolos en graneros en la parte oriental de la ciudad [y] cruzándoles el río tarde en la noche en esquifes ocultos debajo de los muelles. Ellos incluso les ofrecían representación legal.

“Era una actividad ilegal que se hizo particularmente peligrosa después de 1850”, explicó.

Una revelación sorprendente para el guardián menor Rudolph Markoe, miembro de San Mateo de toda su vida y feligrés de segunda generación, fue descubrir “que en verdad no tuvimos un edificio durante cierto período de tiempo porque muchas personas se fueron para Canadá y California debido a las amenazas de secuestro y arresto”.

Eso fue después de que el gobierno aprobó la Ley del esclavo fugitivo de 1850, una de una serie de leyes federales que permitían la captura y el retorno de esclavos prófugos, y que imponía severas penas a los esclavos y a cualquiera que los ayudara. La aplicación de la ley con frecuencia facilitó el secuestro y la esclavitud de negros libres, provocando que muchos huyeran al Canadá. El Rdo. William Monroe emigró a Liberia para establecer una misión episcopal. Durante ese tiempo, los miembros de San Mateo que se quedaron se reunían en la iglesia de Cristo de Detroit [Christ Church Detroit] y le vendieron el edificio a Shaary Zedek, una congregación judía. Se estableció el Fondo de Misión de San Mateo, se reunió dinero para ayudar a los recién llegados y, posteriormente, construir la próxima iglesia.

Entre otros hitos de la iglesia se incluyen:

  • En 1855, James Hollyfue ordenado diácono en San Mateo y, según Smith, fue el primero de seis clérigos asociados con la iglesia en llegar a ser obispo en la Iglesia Episcopal. Holly fue consagrado como primer obispo negro de la Iglesia Episcopal y fundó la Iglesia Episcopal en Haití, la mayor diócesis misionera de la Iglesia Episcopal. Otros incluye a los Rvdmos. G. Mott Williams, Quintín Primo Jr., Orris Walker Jr., Arthur Williams e Irving Mayson.
  • La misión revivió en la década del 80 (del siglo XIX) en otro sitio del Bajo Detroit y se convirtió en “el centro de clubes de mejora y servicio”. Para 1906, San Mateo era tan popular que, según Smith, tuvo que limitar el número de participantes. Un año después, la iglesia obtuvo categoría de parroquia.
  • A la vuelta del siglo (XX), se estableció en San Mateo el capítulo de Detroit de la NAACP y allí solía reunirse.
  • Durante los años 20, el entonces rector Rdo. Evard Daniel se destacó como pionero y llegó a establecer una relación con el fabricante de automóviles Henry Ford, lo cual facilitó la contratación de muchos afroamericanos para el trabajo fabril durante “la Gran Migración” de negros provenientes del sur. Situada en el llamado “Valle del Paraíso” de Detroit, una zona empresarial y de entretenimiento, la membresía de la iglesia llegó a 800 comulgantes, con 300 niños en su escuela dominical, según un artículo del Detroit Free Press del 11 de diciembre de 1926.
  • Entre los donantes se encontraban Clara Ford, esposa del fabricante de automóviles quien asistía ocasionalmente a los oficios de la iglesia.
  • En 1926, Marian Anderson interpretó su primer concierto en Detroit en la dedicación de la nueva casa parroquial de San Mateo, el 1 de noviembre y se puso la cápsula de tiempo en la piedra angular. La famosa cantante de ópera volvió a actuar en San Mateo después que la Hijas de la Revolución Americana le impidieron hacerlo en el Palacio de la Constitución (Constitution Hall].
  • Markoe también subrayó la participación de la iglesia como uno de los primeros lugares de reunión de la NAACP y su activismo social en el famoso proceso del Ossian Sweet, cuya esposa, Gladys Mitchell, era una miembro activa de San Mateo.

“Auspiciaron recaudaciones de fondos con vistas a recaudar dinero para que Clarence Darrow viniera a defender a Sweet”, explicó él. En un caso considerado como uno de los más importante juicios sobre derechos civiles de esa década, Darrow defendió con éxito a Sweet, médico negro, acusado de asesinato después que una turba amenazó con expulsarlo de un barrio blanco donde él se había comprado una casa. Durante el altercado, alguien de la multitud resultó muerto de un balazo.

La absolución de Sweet se tuvo por un hito en la afirmación de los derechos de los negros a defender su persona y su propiedad.

  • En 1940, llamaron al Rdo. Ricksford Meyers como rector de la iglesia; su esposa, la Dra. Marjorie Peebles-Meyers, se convirtió en la primera afroamericana en graduarse de la Escuela de Medicina de la Universidad Estatal de Wayne y de integrar a muchos hospitales de la localidad.

Renovación urbana, nueva localización y fusión

La drástica renovación urbana y el cambio social afectaron la congregación a lo largo de las próximas décadas. La construcción de una nueva autopista desplazó el Paradise Valley de Detroit y la membresía de la iglesia disminuyó.

San Mateo y San José se fusionaron en 1971 y ahora se le conoce afectuosamente como “Matty-Joes”.

San Mateo y San José se fusionaron en 1971 y ahora se le conoce afectuosamente como “Matty-Joes”.

Sin embargo, la tradición de activismo social de la iglesia se mantuvo intacta; los clérigos participaron en manifestaciones, locales y nacionales, en pro de los derechos civiles en la década del 60. En1971, debido a la mengua de la membresía y a los retos económicos, San Mateo se fusionó con la iglesia de San José [St. Joseph’s] y se reubicó en el inmueble de esta última, en la zona del centro de Detroit.

“Fue la fusión de dos comunidades de fe, cada una con sus propias identidades únicas que trabajaron juntas y lo hicieron un lugar fascinante”, según el Rdo. Kenneth Near, que ha servido en la iglesia. San José fue un centro de activismo contra la guerra de Vietnam, contó él.

En 1998, el antiguo edificio de la iglesia fue demolido para dar lugar a la construcción de Ford Field, la sede del equipo profesional de fútbol americano los Leones de Detroit. Fue entonces que exhumaron y abrieron la cápsula de tiempo y también removieron una tarja del municipio que designaba [la iglesia] como un lugar histórico.

Finkenbine dijo que recibir la designación de la Red para la Libertad del Servicio Nacional de Parques “por algo como la Vía Clandestina [Underground Railroad] dice algo, particularmente en el caso de las iglesias, acerca de quién y qué quiere ser una organización. El hecho de que las personas se arriesgaran para ayudar a otras necesitadas, que estuvieran dispuestas a anteponer una ley superior a la ley del país, dice algo acerca de esa gente. El deseo de reconocer eso como parte de su herencia dice algo acerca de la institución actual y de cómo las instituciones quieren operar y funcionar con ciertos temas hoy día”.

San Mateo prosigue con un “ministerio comprometido”, con un programa de desayuno los domingos por la mañana que le da de comer a unas 60 personas y con otros ministerios “orientados hacia la ayuda o el tenderle una mano o salir en defensa de quienes, por cualquier razón, están pasando por dificultades o no pueden afrontar los problemas de la vida”, dijo Markoe.

Él dijo que aprendió la historia de la iglesia “en dosis a través de los años”, gracias a la obra de otros, como la difunta Lillian Southern, historiadora de la iglesia que murió en enero de 2015, y gracias a Smith.

“Te infunde un cierto orgullo… una cierta responsabilidad de mantener viva esa tradición porque hubo personas mucho antes que yo que vieron una necesidad y se comprometieron a cambiarla”.

Annette Buchanan, la presidente nacional de la Unión de Episcopales Negros dijo: “San Mateo representa la gran tradición de nuestras iglesias históricamente negras, muchas de las cuales nacieron de la lucha por la justicia racial.

“El 13 de febrero, al tiempo que conmemorábamos la festividad del bienaventurado Absalom Jones, nuestro primer sacerdote negro, y su fundación de nuestra primera iglesia episcopal negra, la iglesia episcopal africana de Santo Tomás [St. Thomas African Episcopal Church], apreciamos los cimientos que él echó de labor comunitaria, de defensa social y de evangelización, los cuales San Mateo ha perpetuado con orgullo.

“La Iglesia Episcopal negra ha sido y seguirá siendo la conciencia de nuestra denominación al recordarnos nuestro pacto bautismal respecto a la dignidad de todo ser humano”.

Finkenbine dijo que es extremadamente importante tener iglesias tradicionalmente afroamericanas reconocidas en la Red para la Libertad “porque con demasiada frecuencia nada de ellas queda en nuestras comunidades. Muchas instituciones han desaparecido del paisaje a lo largo de los 150 años transcurridos desde que terminara la Vía Clandestina. Esas iglesias que aún están activas y existen como San Mateo están obligadas a servir, a ser simbólicas de toda esa zona de trabajo más amplia que las comunidades negras y las iglesias negras sí ayudaron a liberar”.

San Mateo (1880-1971), foto tomada alrededor de 1945.

Smith se mostró de acuerdo. Su empeño en descubrir [información] y de obtener reconocimiento para la historia de San Mateo se entrecruza con los relatos de su propia familia y también de otras, apuntó.

“Mi familia es una de las más viejas de Michigan; fuimos parte de un grupo familiar que buscamos la libertad, colonos negros que nos fuimos de Fredericksburg, Virginia, alrededor de 1845” le dijo él a ENS. “Porque hasta donde puedo acordarme, he oído historias de la Vía Clandestina”.

Su interés se acrecentó después de que un pariente le dio los ‘documentos de manumisión’ originales de 1803 provenientes de Virginia”, añadió. “En mis empeños por documentar nuestra historia, también investigué los relatos que había oído sobre la historia de los primeros tiempos de San Mateo. Me sentí aún más energizado con la apertura de la cápsula de tiempo del edificio de la iglesia en St. Antoine”.

Durante su indagación las palabras del cofundador Lambert lo inspiraron a seguir adelante:

“Apreciamos nuestra libertad muchísimo más que nuestras vidas, y nos organizaremos y nos prepararemos con determinación: vivir o morir, hundirse o nadar, nunca nos llevaran de regreso a la esclavitud”.

“Nunca nos separaremos voluntariamente de la población esclava del país, porque ellos son nuestros padres y madres, y nuestras hermanas y hermanos; sus intereses, sus errores y sus sufrimientos son los nuestros. Las injurias que les infligen son como si nos las infligieran a nosotros. Por tanto, es nuestro deber ayudarlos y asistirlos en sus intentos de obtener su libertad”.

– La Rda. Pat McCaughan es corresponsal de Episcopal News Service. Traducción de Vicente Echerri.


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