En sus declaraciones de apertura, funcionarias ejecutivas instan a la Iglesia a correr riesgos y a examinarse la conciencia

Por Tracy Sukraw 
Posted Jun 25, 2015

 

La trayectoria que la Iglesia tiene por delante “exige valor: aventurarse en el futuro desconocido, amistarse con extraños, enfrentarse a todo lo que niegue la vida y la vitalidad, y seguir aprendiendo maneras interdependientes de vivir”, dijo la obispa primada Katharine Jefferts Schori a una sesión conjunta de la Cámara de Diputados y de la Cámara de Obispos el 24 de junio, el día antes del inicio oficial de la Convención General. El globo en forma de caballo flota sobre la mesa de la diputación de la Diócesis de Lexington. Foto de Mary Frances Schjonberg/ENS.

La trayectoria que la Iglesia tiene por delante “exige valor: aventurarse en el futuro desconocido, amistarse con extraños, enfrentarse a todo lo que niegue la vida y la vitalidad, y seguir aprendiendo maneras interdependientes de vivir”, dijo la obispa primada Katharine Jefferts Schori a una sesión conjunta de la Cámara de Diputados y de la Cámara de Obispos el 24 de junio, el día antes del inicio oficial de la Convención General. El globo en forma de caballo flota sobre la mesa de la diputación de la Diócesis de Lexington. Foto de Mary Frances Schjonberg/ENS.

[Episcopal News Service – Salt Lake City] Diputados y obispos se reunieron en el Centro de Convenciones Salt Palace para una sesión conjunta en la mañana del 24 de junio para escuchar las declaraciones de apertura de la obispa primada Katharine Jefferts Schori y de la presidente de la Cámara de Diputados, Rda. Gay Clark Jennings.

La sesión conjunta, que tuvo lugar un día antes del inicio de las tareas legislativas de la Convención General que oficialmente comienza el 25 de junio, establece un contexto de colaboración para el trabajo a seguir.

Con todo lo que la Convención General tiene que llevar a cabo a lo largo de los próximos nueve días, tanto Jefferts Schori como Jennings se concentraron en la necesidad de la Iglesia Episcopal de cruzar nuevas fronteras, incluso cuando se concentra en su estructura y gobierno institucionales.

Ellas instaron a la asunción de riesgos, al examen de conciencia, al valor y a la apertura en esa empresa.

Jefferts Schori describió la travesía de la Iglesia Episcopal como una “expedición misionera”, usando un término de la exploración espacial [trek] que encaja con TREC, la sigla en inglés del Equipo de Trabajo para Reinventar la Iglesia Episcopal, cuyas propuestas de restructuración constituyen un tema de gran relevancia que se presenta ante la Convención General.

“Hay sobrada aventura por delante en este viaje hacia el cielo, y exige nuestro valor para relacionarnos con seres desconocidos, con nuevos desafíos e inesperadas oportunidades”, dijo Jefferts Schori.  “Vamos rumbo a una Galaxia llamada Galilea y a los límites del mundo conocido, porque es allí donde Jesús nos envió y donde él promete encontrarnos”.

Ella enfatizó la interdependencia como la vocación y el destino de la Iglesia.

“Nadie va solo; juntos cuidamos de los más necesitados. Nuestra creciente comprensión de la interrelación humana con el resto de la creación significa el cuidado consciente de la tierra y de todos sus habitantes, no sólo de los humanos”, afirmó.

Ella reconoció que a la Convención General “le aguardan muchísimos desafíos” y dijo que las decisiones tomadas en Salt Lake City “pueden ayudar a edificar un mundo más justo y pacífico”.

“Este cuerpo está llamado a ser un sacramento de Dios, una demostración externa de la vida y esperanza que está dentro de nosotros”, añadió.

“Estamos en una expedición misionera, esparciendo simientes de vida y amor a los cuatro vientos y a través de la tierra. Sobran riesgos en esa siembra pródiga, porque no todas [las simientes] echarán raíces y crecerán para la cosecha”, dijo Jefferts Schori, pero no obstante instó a la Iglesia hacia los nuevos modos de ser y de extenderse.

“¿Cómo este cuerpo aquí en Salt Lake seguirá fomentando ese tipo de siembra?”, preguntó.

La Rda. Gay Clark Jennings, presidente de la Cámara de Diputados, le recordaba a la sesión conjunta de la Cámara de Diputados y de la Cámara de Obispos que ambas cámaras tienen mucho trabajo por delante antes de que la Convención General concluya el 3 de julio. “No sólo reuniones y audiencias y sesiones legislativas, sino también escucharnos los unos a los otros y prestar atención a las cosas nuevas que están surgiendo entre nosotros”, dijo. “Gran parte de la labor que tenemos que hacer es sobre nuestro futuro institucional. Pero eso no es todo lo que hacemos”. Foto de Mary Frances Schjonberg/ENS.

La Rda. Gay Clark Jennings, presidente de la Cámara de Diputados, le recordaba a la sesión conjunta de la Cámara de Diputados y de la Cámara de Obispos que ambas cámaras tienen mucho trabajo por delante antes de que la Convención General concluya el 3 de julio. “No sólo reuniones y audiencias y sesiones legislativas, sino también escucharnos los unos a los otros y prestar atención a las cosas nuevas que están surgiendo entre nosotros”, dijo. “Gran parte de la labor que tenemos que hacer es sobre nuestro futuro institucional. Pero eso no es todo lo que hacemos”. Foto de Mary Frances Schjonberg/ENS.

Jennings, mencionó también cómo la Iglesia se encuentra “de pie en una frontera entre lo viejo y lo nuevo”.

“Al reunirnos aquí para luchar con el futuro de nuestra amada Iglesia Episcopal, estamos en suelo sagrado, esforzándonos para oír hablar a Dios por encima de todo el ruido”, dijo ella.

En la preparación para el trabajo a realizar, “silenciemos el escándalo a nuestro alrededor y escuchemos lo nuevo dentro de nosotros mismos” dijo ella, refiriéndose a un sermón del teólogo Paul Tillich.

“Bajemos el volumen de las estadísticas del Pew Center acerca de la decadencia de la Iglesia institucional, los interminables argumentos en la Red respecto a lo que la generación del milenio realmente quiere y lo que alguien llamó recientemente en Tweeter el ‘complejo industrial de la decadencia eclesiástica’. Tranquilicemos nuestras almas”.

El debate de la Iglesia respecto a qué forma debe asumir su estructura para posibilitar la misión es en verdad acerca de la identidad, dijo.

“Estamos hablando sobre nuestra visión de la amada comunidad, y nos hacemos importantes preguntas. ¿Podemos reestructurarnos de una manera que inspire y energice a las personas de nuestra Iglesia? ¿Podemos reestructurarnos de una manera que siga respetando los dones de todos los órdenes de ministerio? Nos referimos a lo que somos como pueblo de Dios si no somos la Iglesia que hemos sido siempre”, apuntó ella. “Nos referimos al hecho de que Dios no ha terminado con nosotros todavía”.

Enfrentarse a los problemas del futuro institucional de la Iglesia no el único quehacer que tenemos por delante, le recordaba ella a la asamblea.

“La Iglesia no es el único segmento de nuestra sociedad que está tambaleándose ahora mismo”, dijo Jennings. “La desigualdad en los ingresos es mayor de lo que ha sido desde 1928, nuestras ciudades están asediadas por la violencia armada y la injusticia racial, y demasiados jóvenes negros se ven atrapados en la ruta de la escuela a la cárcel”.

“Este verano, especialmente, debemos arrepentirnos” de no hacer lo bastante “para corregir las injusticias de la discriminación, del privilegio de los blancos y de la desigualdad en el mundo que nos rodea”, subrayó Jennings.

“La Convención General es donde nosotros los episcopales tenemos la capacidad no sólo de proclamar que las vidas de los negros importan, sino también de tomar medidas concretas para ponerle fin al racismo y hacer realidad el sueño de Dios de reconciliación racial y justicia. No podemos hacer menos”.

La sesión conjunta, el 24 de junio, de la Cámara de Diputados y de la Cámara de Obispos se reunió en el enorme salón de la Cámara de Diputados, que tiene suficiente espacio para cerca de 900 diputados y suplentes, traductores, una galería de visitantes y un espacio para los medios de prensa, los invitados [nacionales e] internacionales y los miembros del Consejo Ejecutivo. Foto de Mary Frances Schjonberg/ENS.

La sesión conjunta, el 24 de junio, de la Cámara de Diputados y de la Cámara de Obispos se reunió en el enorme salón de la Cámara de Diputados, que tiene suficiente espacio para cerca de 900 diputados y suplentes, traductores, una galería de visitantes y un espacio para los medios de prensa, los invitados [nacionales e] internacionales y los miembros del Consejo Ejecutivo. Foto de Mary Frances Schjonberg/ENS.

La sesión conjunta también escuchó a la Rda. Nancy Crawford, presidente de la Junta Ejecutiva de Mujeres Episcopales (ECW), cuya reunión trienal se celebra al mismo tiempo que la Convención General.

Ella informó sobre varios empeños de justicia social de las ECW, incluida la labor durante el último trienio para crear conciencia sobre la trata de personas —mediante el apoyo de Servicios Educativos y de Mentoría de Niñas, o GEMS, un servicio de educación y mentoría que se les brinda a niñas y mujeres jóvenes que han sido víctimas de explotación sexual; el apoyo este año al Centro de Recursos para Jóvenes sin Hogar en Salt Lake City; y el proyecto De Mujeres a Mujeres de las ECW, que ofrece pequeñas subvenciones a mujeres para microempresas en todo el mundo.

— Tracy J. Sukraw es parte del equipo de Episcopal News Service presente en la Convención. Traducción de Vicente Echerri.


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