Una iglesia de Nueva Jersey ofrece cultos públicos al estilo de ‘movilizaciones relámpago’

Por Sharon Sheridan
Posted Aug 9, 2013
El Rdo. John Mennell habla a los fieles el 28 de julio en la esquina de la calle Church y South Fullerton en Montclair, Nueva Jersey, durante un oficio de Adoración sin Muros. Foto de Sharon Sheridan para ENS.

El Rdo. John Mennell habla a los fieles el 28 de julio en la esquina de la calle Church y South Fullerton en Montclair, Nueva Jersey, durante un oficio de Adoración sin Muros. Foto de Sharon Sheridan para ENS.

[Episcopal News Service] Vistiendo la tradicional camisa clerical negra con alzacuello y unos menos tradicionales bermudas y sandalias negras, el Rdo. John Mennell se sienta cerca de un altar portátil a la espera de los rezagados. Alrededor de una docena de personas —una de las cuales tiene un perro con traílla echado a sus pies— se sientan frente a él en dos filas de sillas plegables. Acompañado por las voces de los que conversan en una fonda cercana y por el ruido de los vehículos que pasan, Mennell se levanta y saluda a los feligreses de este oficio de Adoración sin Muros que se celebra el 28 de julio en la esquina de las calles Church y South Fullerton en Montclair, Nueva Jersey.

Desde el fin de semana del Día de Recordación hasta el del Día del Trabajo, la iglesia episcopal de San Lucas en Montclair celebra eucaristías dominicales en público a las 5:00 P.M. Al igual que en las “movilizaciones relámpago”, a los participantes se les avisa del sitio cada semana a través de un mensaje de texto. A los transeúntes se les invita a incorporarse.

“Es divertido ver las reacciones de las distintas personas”, dijo Mennell, el rector de la iglesia. “La semana pasada, terminamos en el parque, en una pasarela peatonal… Una mujer iba paseando con su perro, y el perro se empeñó en unirse al oficio”.

Cuando la mujer pasó por segunda vez, Mennell la invitó a que los acompañara. “Ella delicadamente me informó cómo el perro la llevaba al templo [la sinagoga] todos los sábados”.

Tales invitaciones, aceptadas o no, se cuentan entre los propósitos de Adoración sin Muros, dijo Mennell. “Parte de ello consiste en captar a individuos acostumbrados a [encontrarse] con personas que los invitan de maneras que resultan incómodas”.

“En nuestra hermosa reticencia episcopal”, agregó, los feligreses no se paran en las esquinas a hablar de Jesús. “Esto es lo más cerca que buenamente pueden hacer”.

“Si le digo a mi congregación ‘vayan a la esquina y den testimonio’, me ponen en la picota”, dice él. Pero adorar juntos públicamente “es realmente lo mismo”.

En este domingo en particular, cerca de 20 personas terminaron por reunirse para el oficio, además de unos cuantos transeúntes que se detuvieron brevemente a observar.

“Si la gente se acerca y parece curiosa, invítenles a [participar] en lo que hacemos”, le instruyó  Mennell a la congregación.  “De cierto modo obramos con espontaneidad”.

Mitch Goodrich estaba haciendo una gestión en el pueblo cuando se detuvo y se incorporó al oficio con sus hijos: Henry, de 8 años, y Calvin de 19 meses. Resulta que él había conocido a Mennell hace años en la iglesia del Redentor en Cincinnati, antes de que el sacerdote de Montclair asistiera al seminario.

“Esto es fantástico. Es tan bueno salir y dejar que la gente vea lo que está pasando y vean quién tú eres”, dijo Goodrich. “Debemos hacer más cosas de este tipo en la Iglesia Episcopal”.

Un hombre con una gorra de béisbol interpuso comentarios varias veces durante el oficio. Al escuchar la lectura del Antiguo Testamento sobre la puja de Abraham con Dios respecto al destino de Sodoma, dijo en alta voz: “estamos condenados”.

“No, no lo estamos”, le aseguró Mennell. “Estamos salvados”.

Más tarde, durante el sermón, el sacerdote le preguntó a la congregación que les impedía a ellos orar.

Una mujer replicó que sus preocupaciones eran “demasiado pequeñas e insignificantes”.

“Alcohol y chicas”, dijo el hombre de la gorra.

“Diferentes adicciones con frecuencia se interponen en nuestro camino”, replicó  Mennell.

“[El sentimiento de] culpa”, dijo otro feligrés.”

“Satán,” añadió el hombre de la gorra.

“Jesús tiene poder sobre Satán”, dijo Mennell, suscitando un breve diálogo sobre este argumento teológico.

Tales intercambios, si bien pueden ser retadores, no resultan inoportunos”Parte del empeño en derribar los muros [es] que no podemos utilizar las paredes de la iglesia como una barrera para impedir la entrada de personas o impedir la entrada de ideas”, añadió Mennell después.

Por primera vez este verano, el mal tiempo interrumpió el oficio. Al desatarse una tempestad, los presentes se apresuraron a concluir la Oración de los Fieles. Luego, aproximadamente la mitad de ellos se dirigió hasta una cafetería cercana para terminar el oficio y comer juntos. Pidieron de comer y luego concluyeron la Eucaristía.

Un oficio de Adoración sin Muros se celebró recientemente en la intersección de las calles Bloomfield y Mission, el escenario de dos tiroteos en Montclair. Foto: San Lucas, Montclair.

Un oficio de Adoración sin Muros se celebró recientemente en la intersección de las calles Bloomfield y Mission, el escenario de dos tiroteos en Montclair. Foto: San Lucas, Montclair.

En [el rito de] la paz, además de saludarse unos a otros, siguieron un ritual adicional: sacaron sus teléfonos celulares y les enviaron a otros un mensaje de texto: “la paz sea contigo”. La ofrenda, como siempre, fue para una organización local, esta vez para Diálogos sobre la Raza en Montclair . En otra semana, la congregación celebró su culto cerca de donde habían tenido lugar dos tiroteos. Los feligreses oraron por el fin de la violencia armada y destinaron la recaudación de a CeasefireNJ, una iniciativa en contra de las armas de fuego.

A menudo el grupo se reúne para comer después del culto, dijo Mennell. “Es una manera divertida de continuar la fraternidad”.

La conversación de la comida de esa noche varió desde una explicación de lo que significa ser “católico” hasta las trayectorias espirituales de los jóvenes. Michelle Cruz, miembro de la iglesia de San Lucas y recién graduada universitaria, discutió cómo lo que ella había aprendido a través de la ciencia confirmaba su fe. “Es muy complicado”, dijo. “No creo que pudiera haber surgido por sí mismo”.

Ella, que asistía a su primera Adoración sin Muros con su padre, Félix, dijo que apreciaba estar al aire libre.

“El enviar mensajes de texto es genial” añadió. “le envié un mensaje de texto a una de las hermanas de mi fraternidad femenina. Ella es católica silesiana.

Elsie Lockett también asistía por primera vez. “Me gusta. Es diferente, y lo hace menos estructurado”, apuntó.

El Rdo. Joseph Harmon, rector de la iglesia episcopal de Cristo en East Orange, asistió al oficio del 28 de julio con la intención de iniciar un ministerio semejante con su congregación. “Hemos estado discutiendo cómo la iglesia de Cristo puede llegar a ser una Iglesia más misional y en particular cómo podemos comprometer de manera más efectiva a la comunidad de East Orange”, afirmó.

Len Roberts, que participa regularmente en Adoración sin Muros, dijo que eso era justamente lo que San Lucas estaba haciendo en Montclair. Llevar la Eucaristía a la comunidad le da a conocer a la gente que el poder de Cristo está en la comunidad “no únicamente en la iglesia”, señaló.

San Lucas es una de las muchas iglesias episcopales que existen en un área de varios kilómetros y se ha puesto en contacto con algunas de ellas para unirse en una Adoración sin Muros de la zona. Los feligreses de la iglesia de Cristo , a un par de kilómetros en Bloomfield y Glen Ridge, se unieron a San Lucas para un oficio.

“Uno de los objetivos es derribar todas esas diferentes barreras que tenemos al reunirnos en nombre de Jesús, y resultó realmente divertido congregarnos con otra comunidad episcopal”, dijo Mennell. “Cantamos los mismo cánticos y dijimos las mismas palabras. No hay ningún boletín del oficio para esto. Es en verdad algo impactante ver lo que todos sabemos y hacemos y compartimos juntos, casi tan impactante como invitar a las personas a participar de lo que hacemos”.

“Me encantaría que esto se convirtiera en un modelo diferente de ser iglesia”, dijo Mennell. “Tenemos lo mejor del mundo que ofrecer. Debemos mejorar la forma de ofrecerlo”.

Para inscribirse a fin de recibir un mensaje de texto con la ubicación de los próximos oficios de Adoración sin Muros, envíe el texto “stlukesmtc” al 41411.

– Sharon Sheridan es corresponsal de ENS. Traducción de Vicente Echerri