Un tribunal dictamina que la prohibición al matrimonio de los homosexuales en California es inconstitucional

Por Pat McCaughan
Posted Feb 10, 2012

[Episcopal News Service] Los partidarios del matrimonio de los homosexuales manifestaron su regocijo el 7 de febrero luego de que un tribunal de apelaciones dictaminó que la controversial Proposición 8 de California, que definía el matrimonio como [la unión] entre un hombre y una mujer, era inconstitucional.

“El dictamen de hoy del Tribunal del 9º.  Circuito no sólo es una victoria para las parejas homosexuales -hombres y mujeres- en California: es una victoria para todos los estadounidenses que creen que la ‘libertad y justicia para todos’ en el juramento que le enseñamos a nuestros niños realmente quiere decir TODOS”, según una declaración que enviara por correo electrónico la Rda. Canóniga Susan Russell, ex presidenta de Integrity USA, una agrupación que labora por la plena inclusión de personas homosexuales, bisexuales y transexuales  en la Iglesia Episcopal.

“Es también una victoria sobre los que erróneamente creen que la libertad de cultos garantizada por la Primera Enmienda les da libertad de escribir su teología sobre el matrimonio -o sobre cualquier otra cosa- en nuestra Constitución”, añadió Russell.

Ella es la principal rectora adjunta en la iglesia de Todos los Santos [All Saints] en Pasadena, que el 28 de enero celebró su vigésimo aniversario de impartir bendiciones a parejas del mismo sexo. El Rdo. Canónigo George Regas, en enero de 1992, llevó a cabo la “primera bendición pública que se conozca” de una pareja del mismo sexo.

Poco después de que los votantes de California aprobaran la Proposición 8 por un margen del 52% en noviembre de 2008, la iglesia de Pasadena anunció que sus clérigos dejarían de emitir certificados de matrimonio civil para cualquier clase de parejas hasta que el derecho al matrimonio civil estuviese a disposición de todas las parejas.

“Desde 1888 el Tribunal Supremo ha dictaminado 14 veces que el matrimonio es un derecho civil fundamental, pero una y otra vez le ha sido negado a parejas de homosexuales -mujeres y hombres- que viven en relaciones de amor y fidelidad”, dijo la Rda. Caroline Hall, presidenta de Integrity USA. “Podemos alegrarnos de que en California han defendido nuestro derecho a un tratamiento igual ante la ley, y han reconocido nuestros matrimonios. Esto será un estímulo para todos aquellos que están librando esta batalla en sus propios estados”.

Ella y otros líderes de Integrity pidieron a las seis diócesis episcopales de California que “extendieran una generosa respuesta pastoral a parejas de homosexuales varones y de lesbianas, de manera que nuestros derechos legales puedan celebrarse en nuestras iglesias y nuestros matrimonios ser bendecidos por la Iglesia de la misma manera que se les ofrece a nuestros amigos y familiares heterosexuales. Este es un símbolo en extremo importante de la genuina disposición de la Iglesia Episcopal de acoger a todas las personas, incluso a aquellos de nosotros que son homosexuales, bisexuales y transexuales y extenderles todos los sacramentos a todos los bautizados. Esperemos que los ciudadanos de California podrán muy pronto casarse con la persona que aman.

“Si bien esto es una victoria enorme en la batalla por la igualdad matrimonial, esta pelea dista de haberse terminado” sigue diciendo la declaración de Integrity. “Los matrimonios de parejas del mismo sexo aún enfrentan discriminación federal debido a la llamada Ley en Defensa del Matrimonio (SOMA). Integrity se propone seguir luchando por la igualdad matrimonial tanto dentro como fuera de la Iglesia. No nos detendremos hasta que podamos cumplir la promesa de que todos realmente quiere decir TODOS”.

“Estaba rebosante de alegría cuando escuché que el Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito había ratificado el derecho a la igualdad matrimonial”, escribió el Rvdmo. J. Jon Bruno, obispo de la diócesis de Los Ángeles, en una declaración hecha a ENS. “La Constitución de los Estados Unidos concede igualdad de derechos ante la ley, y la 14ª. Enmienda garantiza que todo ser humano, sin distinción de raza, etnia u orientación sexual, disfrute de la misma protección por parte de la Constitución de nuestro país”.

Afirmando que es una “conclusión obvia” que los que se oponen al matrimonio homosexual apelarán el dictamen al Tribunal Supremo, Bruno dijo que oraba por “una decisión expedita de parte del Tribunal Supremo que echara abajo la oposición a la igualdad matrimonial”.

“En verdad todos somos creados a imagen de Dios; por tanto, todos somos acreedores al respeto y dignidad de esa creación”, agregó Bruno. “Rogaré porque pronto hayamos recobrado el privilegio y el derecho a la igualdad matrimonial para todas las personas”.

El Rvdmo. Chester Talton, obispo provisional de San Joaquín (California) convino [con esa opinión]. “Estoy complacido con el dictamen del Tribunal de Apelaciones del 9º. Distrito al declarar inconstitucional la Proposición 8”, dijo. “Creo que fue una ley divisiva y discriminatoria que intentaba rebajar la dignidad de las personas homosexuales. No creo que este dictamen rebaje la importancia del matrimonio para las personas heterosexuales, sino que contribuye a realzar la dignidad e igualdad de todas las personas”.

Los partidarios de la Proposición 8 ya han dicho que se proponen apelar el dictamen. Una moratoria a los matrimonios de parejas del mismo sexo sigue en pie en tanto el proceso de apelaciones continúe.

Según una declaración que apareció en la página web del Fondo para la Defensa de la Alianza (Alliance Defense Fund), una fundación legal de cristianos conservadores que respaldó la Proposición 8, la agrupación dijo no estar sorprendida de que “este ataque orquestado por Hollywood contra el matrimonio -ensayado en San Francisco- diera lugar a este resultado”.

Pero la agrupación afirmó sentirse confiada en que el Tribunal Supremo defendería “la voluntad expresa del pueblo estadounidense”.

La Iglesia Mormona, otro de los partidarios de la Proposición 8, que desempeñó un papel significativo en la aprobación de la medida, emitió una declaración diciendo que la iglesia “lamenta el dictamen de hoy”.

“Los electores de California han decidido en dos ocasiones en una elección general que el matrimonio debe reconocerse tan sólo entre un hombre y una mujer”, según el portavoz Scott Trotter en un comunicado que apareció en la página web de la Iglesia. “Siempre hemos sostenido ese punto de vista. Los tribunales no deben alterar esa definición, especialmente cuando el pueblo de California se ha expresado tan claramente sobre el tema.

“Millones de votantes en California enviaron un mensaje de que el matrimonio tradicional es básico para la sociedad. Ellos expresaron su deseo, mediante un proceso democrático, de mantener el matrimonio tradicional como el fundamento de la sociedad, como ha sido a lo largo de generaciones.

“Reconocemos que este dictamen representa una continuación de lo que ha sido un enérgico debate público sobre los derechos de las personas a definir y proteger la institución fundamental del matrimonio. No hay duda de que el dictamen de hoy intensificará el debate en este país. Instamos a las personas de todos los bandos en este asunto a actuar con un espíritu de respeto mutuo y cortesía hacia los que tienen diferente opinión”.

De la misma manera, la Iglesia Católica emitió una declaración “denunciando” el dictamen.

“El dictamen del tribunal en el día de hoy es una grave injusticia que ignora la realidad de que el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer”, según dijera el cardenal Timothy Dolan, presidente de la conferencia de obispos católicos de Estados Unidos.

“La Constitución de los Estados Unidos con toda seguridad no prohíbe la protección del perenne significado del matrimonio, una de las piedras angulares de la sociedad. La población de California merece algo mejor. Nuestra nación merece algo mejor. El matrimonio merece algo mejor”.

El dictamen del tribunal se produce el mismo año en que se someterá a la aprobación de la Convención General de la Iglesia Episcopal -en su 77ª. reunión trienal que sesionará del 5 al 12 de julio en Indianápolis- el uso experimental durante un período de tres años de bendiciones para uniones de personas del mismo sexo.

La Comisión Permanente sobre Liturgia y Música de la Iglesia Episcopal ha puesto a disposición materiales en inglés y español con vistas a esta reunión.

En su reunión de Anaheim en 2009, la 76ª. Convención General aprobó la Resolución C056, la cual dice que los obispos “particularmente en aquellas diócesis dentro de jurisdicciones civiles donde sean legales los matrimonios, las uniones civiles o las asociaciones domésticas de personas del mismo sexo, puede ofrecer una pastoral generosa que responda a las necesidades de esta Iglesia”.

El dictamen del 7 de febrero ha sido tan sólo el último asalto en la accidentada batalla por la igualdad matrimonial en el estado [de California].

En 2000, los votantes del estado aprobaron la Proposición 22, que restringía el matrimonio a un hombre y una mujer, pero la medida fue declarada inconstitucional por el Tribunal Supremo de California ocho años después.

El estado comenzó a otorgar licencias matrimoniales [a parejas del mismo sexo] el 16 de junio de 2008, pero suspendió esta práctica el 5 de noviembre del mismo año al aprobarse la Proposición 8. En el ínterin, alrededor de 18.000 parejas del mismo sexo se casaron y siguen estando legalmente casadas.

En agosto de 2010 el juez federal Vaughn Walker declaró inconstitucional la prohibición del matrimonio homosexual, pero los críticos [de ese dictamen] han dicho que él [el juez] debía haber dado a conocer que era homosexual y que había sostenido una relación de pareja con otro hombre durante mucho tiempo antes de la emisión de su dictamen. Los partidarios de la Proposición 8 dicen que él debía haber sido descalificado para el caso, pero el juez James Ware, quien sustituyó al ahora jubilado Walker como magistrado principal [del Tribunal Supremo de California] dijo que éste no tenía ninguna obligación de revelar detalles de su vida privada, y no encontró ninguna evidencia de que él hubiera obrado con prejuicios.

—La Rda. Pat McCaughan es corresponsal de Episcopal News Service y está radicada en Los Ángeles. Traducido por Vicente Echerri.