Consejo Ejecutivo de La Iglesia Episcopal: discurso de apertura del Obispo Presidente

Posted Jun 14, 2019

Los siguientes son los comentarios de apertura del Obispo Presidente Michael Curry en el Consejo Ejecutivo de La Iglesia Episcopal, que se reunió del 10 de junio al 13 de junio en el centro de conferencias en el Instituto Marítimo de Linthicum Heights, en Maryland.

Consejo Ejecutivo
10 de junio de 2019
Comentarios de apertura

Permítanme compartir sólo unos pocos comentarios de apertura y otra vez darles la bienvenida a todos. Sólo un punto de seguimiento y luego otro en particular, como a especie de saludo de reconocimiento al personal de La Iglesia Episcopal. El punto de seguimiento es—recordarán que, en nuestra reunión de febrero, tuvimos conversaciones y redactamos una resolución de inquietud con respecto a la Conferencia Lambeth y la asistencia de los cónyuges de obispos a ella. Sólo quería que tuvieran en cuenta que la Cámara de los Obispos se reunió poco después, a principios de marzo. Ellos tuvieron una conversación sobre ello y se enteraron de la resolución del Consejo Ejecutivo, por lo cual se sintieron muy agradecidos, podría decirse.

Los obispos tuvieron una gran discusión acerca de eso, y—¿cómo les explico? —bueno, fue vigorosa y sana. No aprobamos una resolución, sino [que en su lugar] un comunicado, pero seguimos trabajando con ello, incluso mientras hablamos. La comunidad de obispos y cónyuges se convocará para nuestra reunión regular de otoño en Minneapolis, en septiembre. En ese momento, habrá aún más discusiones, y reflexión acerca de cómo responder apropiadamente, en el camino del amor, pero con la claridad a la que el amor nos llama. Habrá más discusiones porque tanto los obispos como sus cónyuges estarán presentes. Hay un pequeño grupo, ya que la Vicepresidenta Mary Gray-Reeves está convocando a un pequeño grupo que está trabajando para encontrar la mejor manera de lograrlo. Este trabajo está en curso, y escucharemos más detalles, creo, en octubre cuando nos volamos a reunir.

Ese fue sólo un rápido seguimiento de nuestra última reunión. Ahora, yo quería, en mi discurso de apertura, sólo ofrecer un saludo de reconocimiento al personal de La Iglesia Episcopal. La verdad es que tenemos un personal extraordinario. Estas personas, son simplemente extraordinarias, y es un privilegio servir con ellos. Tengo en cuenta que la Presidenta Jennings y el Secretario Barlowe comparten este sentir conmigo. Es que ellos son sólo un grupo extraordinario de personas. Trabajan arduamente. Realmente que sí, y yo se los recomiendo. Me parece que nuestra continua relación laboral entre el personal y el Consejo está creciendo y desarrollándose de manera sana y positiva. Les agradezco a ustedes por eso, y les agradezco a ellos por eso.

Una señal de eso se vio realmente durante nuestra última reunión interna con el personal, a la cual ellos acudieron de alrededor de las muchas partes donde están ubicados. Como ustedes ya sabrán, casi la mitad del personal está desplegado­, aunque esa palabra como que suena un poco militar, pero supongo que es la más adecuada porque en ellos tuvieron que ser desplegados por toda la iglesia. Hace sólo unas semanas todo nos allegamos a las oficinas centrales 815 en Nueva York, y tuvimos tres días de reuniones internas con el personal. Esta reunión, así como otras en el pasado, pero ésta en particular, fue realmente diseñada por los miembros del personal. Rebecca Blachly está aquí en alguna parte, Rebecca Blachly y Melanie Mullen. Creo que Melanie vendrá más tarde. Ellas fueron las dos copresidentas que realmente lograron unir en equipo al personal.

Lo que fue fascinante fue ver a todos los miembros del personal que participaran en una variedad de roles. El hacer que realmente eso se diera fue genial. Fue simplemente extraordinario.

Digo todo eso para explicar que algo muy importante pasó y quería que lo supieran. Recibimos retroalimentación después de nuestra reunión a través de Survey Monkeys. ¿Conocen lo que son ese tipo de encuestas con por internet como las de Survey Monkeys? Bueno, pues se dio retroalimentación en cuanto otras de las reuniones internas del personal anteriores, para identificar lo que realmente había sido útil, lo que no lo fue, lo que se podía mejorar, y ese tipo de cosas. Ahí se les pregunto a ellos: “¿Qué podría ayudarle en su trabajo?” Y fue muy interesante. En la reunión interna con el personal de creo que hace un año, el personal trabajó con lo de trazarse metas y objetivos. Al estilo clásico de gestiones de gobernanza y sus operaciones.

Uno de los comentarios que surgieron tanto de ahí, así como las revisiones de rendimiento que pudimos hacer, creo que fue para fin de año, fue que el personal realmente quería ver más conexión entre nuestra labor de convertirnos en el movimiento de Jesús osado a caminar el camino del amor, con las tareas que realmente hacemos como empleados. Realmente querían atar esas metas y objetivos – sus metas y objetivos, digamos, a la obra del movimiento de Jesús, de caminar el camino del amor. Cuando esto se vuelve crítico y realmente importante, es cuando se miran a los tres objetivos generales del movimiento, digamos. Evangelismo, reconciliación racial…Y añado, cada vez que digo reconciliación racial, hemos planteado-en Estados Unidos al menos, y puede que no sea verdad en todas partes, pero al menos en Estados Unidos, que la reconciliación racial y la justicia son la puerta de entrada a todas las formas en que estamos quebrados, fragmentados y separados unos de otros. Es la entrada, no sólo el fin. El evangelismo, la reconciliación y el cuidado de la creación de Dios.

Como sea, esos tres tienen sentido. Todo el mundo dice, “sí, amén. Muy bien. ”

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Pero supongamos que usted trabaja brindando servicios al edificio. ¿Cómo afecta el evangelismo, la reconciliación y el cuidado de la creación a su trabajo cuando mantiene las calderas en marcha? O como cuando en el apartamento del Obispo Presidente en la planta superior, cuando se enciende y se apaga el aire acondicionado, porque no tiene gradaciones de grados de calefacción, solo se enciende o se apaga, pues es un edificio antiguo.

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¿Qué tiene que ver eso con el evangelismo? La pregunta, la muy pregunta práctica y básica para muchas personas es, “Mis tareas diarias. Me encanta mi trabajo. Los cheques llegan a tiempo. Los cheques no rebotan – todo está bien.

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Pero ¿cómo eso de regular el termostato en el edificio? ¿Cómo es que eso de supervisar el trabajo de construcción que está sucediendo [tiene que ver con el evangelismo]?  Porque el estado de Nueva York tiene muchas leyes sobre los edificios y cosas así. Tenemos andamios por todo la parte exterior. ¿Cómo es que para alguien que hace eso tiene que ver con el evangelismo? ¿Qué tiene que ver eso con la reconciliación racial? ¿Cómo es posible que tenga algo que ver con el cuidado de la creación esto de los servicios al edificio? Bueno, creando un ambiente que sea amigable con el medio ambiente. Ahí sí se puede hacer esa conexión. Esos fueron los datos que recibimos de las reuniones internas previas. El equipo diseñó nuestros tres días para abarcar estas cosas más profundamente.

Una de las ideas para mí -y no por qué me tardé… Soy un aprendiz lento, pero tardé cuatro años o tres años y medio–no sé cuánto tiempo he estado de Obispo Presidente–en darme cuenta de que los objetivos del evangelismo, la reconciliación racial, el cuidado de la creación, esos tipos de objetivos de toda la iglesia tienen sentido. Pero tiene que haber un cuarto objetivo. No para toda la iglesia, uno que es particularmente para el personal. Uno que proviene de…

Miren, normalmente, mi Biblia está en el iPad, así que tuve que volver a la antigua.

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Ese objetivo era particular y único, digamos, al personal, pero tengo el presentimiento, [de que también al] Consejo Ejecutivo. Eso es lo que estoy compartiendo ustedes. Proviene de Efesios, capítulo 4–Efesios es Pablo o literatura Paulina. Sé que la gente se le dificulta entender a Pablo a veces, sé que todos nos pasa. Mi abuela solía decir, “Pablo es como cualquier otro predicador; él tiene algunos buenos sermones y tiene algunos sermones no tan buenos. El gran problema es que están todos en la Biblia. ”

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Pero en uno de sus buenos días, Pablo o los escritores Paulinos dicen esto en Efesios 4. Están hablando de la comunidad de la fe en la iglesia. Los dones eran que algunos serían apóstoles, algunos profetas, algunos evangelistas, algunos pastores y maestros. La razón por la que existen, cualquiera que sea el papel o la función, la razón por la que existen sería equipar a los santos para la obra del ministerio. Me di cuenta-no sé por me qué tomó tres años y medio – de que ese es nuestro trabajo, y les dije, “mi trabajo.” Nuestro trabajo como personal, y tengo la sensación de que nuestro trabajo como Consejo Ejecutivo, es equipar a la iglesia para que sea el movimiento Jesús en el mundo, dando testimonio y andando en el camino del amor. Ese es nuestro trabajo. Equipar a los Santos para la obra del ministerio. Eso, para mí, aclaró un mundo entero.

Entonces todos cavaron más profundamente en esto. Algunas cosas notables surgieron, incluso hasta el punto de observar la efectividad del personal. Pequeñas cosas tales como: no más reuniones sin programa entre el personal, y no más reuniones sin–¿cómo se llama? —informe posterior a la reunión.

Una voz femenina exclama: “evaluaciones”.

Si una evaluación, para que todos sepan lo que dijimos que íbamos a hacer. Es útil saber lo que dijimos que íbamos a hacer por adelantado, pero entonces también es útil saber…Y esto es cuestión clásica, pero hasta que te detenas y tengas que pensarlo… Y al personal se le ocurrió eso. No contratamos a ningún consultor para hacer esto…

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Pero eso provino de una profunda discusión en verdad en la que todos nosotros participamos, ¿cómo podemos equipar a los santos de manera más eficaz y fiel para la obra del ministerio? Y eso fue una notable realización para mí, y espero que para los miembros de nuestro personal, y espero que para ustedes. Cuando pienso en eso recuerdo a una de las grandes personas de la historia americana pero no es muy reconocida. Su nombre era Bayard Rustin. Ahora, si usted no lo conoce, búsquele en Google o Wikipedia, o donde sea, pero vaya y búsquelo. Creo que va a salir en un documental. Su nombre, está resurgiendo. Rustin había sido entrenado en la comunión de reconciliación después de que Estados Unidos se entrenó en la hermandad de reconciliación, y se dedicó a los derechos civiles no violentos, y estudió la obra de Gandhi.

Era un hombre gay mucho antes de serlo públicamente, y fue muy vilificado por nuestro gobierno, honestamente. Probablemente una de las cosas que el Dr. King lamentaría, supongo, es que no pudo hacer más para apoyar a Bayard Rustin, especialmente cuando el FBI vino tras él. Esa fue la realidad. El nombre de Rustin debe ser recordado porque no dio el discurso: “he estado en la cima de la montaña y he visto la tierra prometida”, no dio el discurso en frente del monumento a Lincoln. No es conocido por la oración en alza y su nombre apenas se conoce. Sin embargo, lo que hizo fue profundamente reconocido y forma parte de los anales de la historia americana.

Fue Bayard Rustin quien orquestó la marcha en Washington. Él fue el genio que realmente hizo que sucediera. Él fue el que supervisó toda la logística, todo el trabajo, todas las interconexiones que se hicieron. Fue Bayard Rustin quien ayudó al discurso, Tengo Un Sueño, que tomara su lugar junto al discurso de Gettysburg, y la declaración de la independencia, y tal vez le dio nueva determinación este a país. Bien puede ser que nuestro papel como personal, nuestro papel como Consejo Ejecutivo, será como el de Bayard Rustin para con el movimiento de Jesús, también conocido como La Iglesia Episcopal.

Amén.