Episcopales de todo el país responden al impacto del cierre federal

Por Mary Frances Schjonberg
Posted Jan 15, 2019

[Episcopal News Service] Mientras los efectos del cierre más largo del gobierno federal se replican a través del país, muchos episcopales sienten por igual la necesidad económica mientras otros tratan de ayudar a sus prójimos a hacerle frente.

“Entiendo lo que está en juego. Entiendo que es más grande que mi mero salario”, dijo el episcopal Christopher Dwyer, veterano que trabaja para el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano, a Lester Holt de NBC News el 10 de enero.

Dwyer, que es miembro de la  iglesia de Cristo [Christ Church] en Bloomfield Glen Ridge y seminarista de la Escuela Teológica de Drew en Madison, Nueva Jersey, le dijo a Holt que él pronto tendría que encontrar otro trabajo, afirmando que su seguro de desempleo finalmente se acabará. (Si bien las reglas varían de un estado a otro, los beneficios de desempleo por lo general pagan un porcentaje del salario del beneficiario y los empleados federales se dice que tendrán que reembolsar sus beneficios si reciben pagos retroactivos).

De aplazamiento de matrículas escolares a leña gratuita y grupos de apoyo para [combatir] la ansiedad, las respuestas recorren toda la gama en los barrios de Washington, D.C., las reservas nativoamericanas y las comunidades costeras.

Las reservas están entre las más afectadas debido a su dependencia de toda clase de ayuda federal. Esa dependencia quedó consagrada hace siglos en tratados entre las tribus y el gobierno de EE.UU., en los cuales las tribus cedieron enormes territorios a cambio de muchas garantías, incluido dinero para servicios como atención sanitaria y educación.  La Oficina de Asuntos Indios ofrece esos servicios, ya sea directamente o a través de subvenciones a 567 tribus reconocidas federalmente. Es decir, aproximadamente 1,9 millones de indios americanos y de nativos alasqueños se ven afectados.

Rodney Bordeaux, presidente de la tribu de los Sioux Rosebud  ha dicho que el 74 por ciento de los ingresos del presupuesto de la tribu es dinero federal. Bordeaux y otros líderes tribales se proponen ir a Washington esta semana para reunirse con legisladores.

La Rda. Lauren R. Stanley, presbítera superintendente de la misión episcopal Rosebud (Oeste) in Dakota del Sur, y el Rdo. John Floberg, sacerdote a cargo de la parte de Dakota del Norte en la misión episcopal de Standing Rock, le dijeron a Episcopal News Service  que los gobiernos tribales están considerando cerrar parte de sus operaciones por carecer del dinero de las subvenciones federales.

Stanley dijo que está recibiendo llamadas en que le piden ayuda para pagar facturas de electricidad y gas propano. La cooperativa eléctrica está colaborando con los trabajadores federales suspendidos temporalmente, pero otros residentes de la reserva se están desesperando, señaló ella. Es ahí donde interviene el programa  “Leña para los Mayores”de la misión. Stanley dijo que las temperaturas en Dakota del Sur han estado “bien”; a 3º.C en la tarde del 14 de enero, pero hay pronóstico de nieve para el 18 de enero y se espera una temperatura máxima de -8º.C.  Stanley explicó que el programa está proporcionándole leña no sólo a los miembros más viejos de la tribu, sino a cualquier familia afectada por el cierre [del gobierno] y a los trabajadores suspendidos.

Las personas están preocupadas por el Programa Asistencial de Nutrición Suplementaria del Departamento de Agricultura de EE.UU., SNAP o EBT como se le conoce en la Reserva Rosebud. Los beneficios de enero estaban disponibles el 10 de enero, y se anunció que el dinero de febrero será depositado en las cuentas de las personas el 20 de enero. Stanley dijo que ella teme que algunas personas no podrán presupuestar ese dinero para que les dure hasta fines de febrero.

Si bien el Departamento de Agricultura (USDA por su sigla en inglés) ha dicho que su Programa Suplementario de Alimentos hará las entregas planeadas en febrero, Stanley dijo que muchos alimentos no están llegando y que los beneficiarios están recibiendo cheques de emergencia para redimirlos cuando lleguen.

“La misión episcopal Rosebud está comprometida a ayudar a los más necesitados”, dijo Stanley a ENS.

Y personas a través del país han estado preguntándole cómo pueden ayudar, ofreciendo donaciones de bienes materiales, dinero y tarjetas de regalo. Stanley le dice a la gente que el dinero y las tarjetas de regalo son mejores porque cada familia tiene diferentes necesidades.

El cierre parcial del gobierno entró en su 24º. día el 14 de enero, convirtiéndose en el más largo en la historia de EE.UU., mientras el Congreso y el presidente Donald Trump siguen enfrentados por su demanda de miles de millones de dólares para la construcción de un muro en la frontera sur. En este día que sienta récord, Trump rechazó una sugerencia de que permitiera que el gobierno reabriera temporalmente mientras continuaban las negociaciones en torno a la seguridad en la frontera.

Alrededor de 800.000 empleados federales, más de la mitad de los cuales aún continuaba trabajando, no habían recibido paga el 11 de enero. El Congreso le ha enviado a Trump un proyecto de ley para darle a esos trabajadores paga retroactiva  una vez que el cierre concluya. El Presidente ha dicho que la firmaría.

Tales promesas, sin embargo, no ayudan al flujo de efectivo de los trabajadores afectados, de ahí que los episcopales intervengan. Por ejemplo, la escuela diurna episcopal de San Patricio, [St. Patrick’s Episcopal Day School] en Washington, D.C., le dijo a los padres el 7 de enero, el día que la escuela reanudó clases luego de las vacaciones de Navidad, que los padres que fueran empleados o contratistas federales y tuvieran dificultades para pagar matrícula y costes pueden diferir esos pagos sin cargos adicionales. Tendrán que estructurar un plan de reembolso más adelante.

El director de la escuela,  Peter A. Barrett, le dijo a ENS el 14 de enero que muchas escuelas episcopales no hay duda de que se encuentran en situaciones semejantes, especialmente en el área de Washington.

Para algunos empleados federales, las necesidades son más básicas. En la Despensa del Señor [Lord’s Pantry] un ministerio de la iglesia episcopal de San Jacobo [St. James Episcopal Church] en New London, Connecticut, Eleanor Godfrey le dijo a un noticiero de televisión local que la despensa está a la espera de ayudar.

“Este es probablemente el mejor lugar para venir a obtener alimentos. Ciertamente espero que las personas que se vean afectadas por el cierre no tengan pena [en venir] porque en San Jacobo estamos aquí para ustedes y queremos que vengan”, dijo Godfrey, la directora de la despensa.

Más de 7.000 empleados federales  trabajan en Connecticut y el gobierno federal es un importante empleador en la parte sureste del estado donde se encuentra New London sobre el estrecho de Long Island. New London es la sede de la Academia de la Guardia Costera. Los empleados de la Guardia Costera han quedado sin paga porque son parte del Departamento de Seguridad Nacional, uno de los departamentos afectados por el cierre parcial.

La despensa también está propagando la voz a través de las redes sociales.

El comedor de beneficencia comunitario de la iglesia episcopal de Cristo  [Christ Church] en New Haven, Connecticut, está diciéndole a los trabajadores que han quedado sin paga que son bienvenidos. “San Pablo nos dice en la Escritura que el obrero merece su salario. Y esperamos que el gobierno reabra y les paguen a los obreros que están trabajando”, dijo el Rdo. Stephen Holton a una estación local de televisión de NBC. “Todo el mundo merece una comida, y este es un lugar donde puedes recibirla. Ven y come. Ven y comemos juntos”, dijo.

En Jackson Hole, Wyoming, Jackson Cupboard, una despensa de alimentos de iglesia episcopal de San Juan [St. John’s Episcopal Church] está asociándose con el Banco de Alimentos de las Rocosas en Wyoming [Wyoming Food Bank of the Rockies] para organizar una despensa móvil el 15 de enero.

Cuando la Despensa Episcopal 4Santos  [4Saints Episcopal Food Pantry] publicó su anuncio, lo compartieron 25 veces, una cantidad inusual para la despensa, lo cual llevó a la directora. Judy Cariker. A pensar en la existencia de una necesidad.

Entre tanto, allá en Georgia, el Muy Rdo. Alexis Chase, vicario de la iglesia episcopal del Santo Consolador [Holy Comforter] en Atlanta, acudió a Facebook el 14 de enero para ofrecer a “amigos cesantes” la oportunidad  de algún consuelo.

El “Estudio Bíblico del Cesante“ [Furlough Bible Study] es sólo una de las maneras en que la iglesia episcopal de San Columba  [St. Columba’s Episcopal Church] en el noroeste de Washington, D. C., está tratando de ayudar. El estudio bíblico para “aquellos con un tiempo inesperado en su jornada y un deseo de reunirse con otros visitantes”comienza el 16 de enero. El Grupo de la Madre [Mothers Group] en San Columba coordinará un conversatorio dirigido profesionalmente con consejos prácticos acerca de cómo controlar la ansiedad y sus efectos.

“Algunos de ustedes me han dicho que, aunque han vivido otros cierres del gobierno en el pasado, esta vez parece particularmente alarmante”,  dijo el Rdo. Ledlie Laughlin, rector de San Columba, a su congregación el 9 de enero. “Otros me han dicho que están haciendo malabares para resolver sus finanzas, calculando el costo sobre sus ahorros en ausencia de un salario. Este es un tiempo para juntarnos, para cuidar los unos de los otros, y para ocuparnos de nuestros prójimos”.

Laughlin dijo que la oración debe ser la primera respuesta de los episcopales. San Columba está incluyendo a todos los afectados por el cierre en su oraciones dominicales y diarias.

(La II Provincia de la Iglesia Episcopal ha ofrecido “Una letanía por los afectados por el cierre del gobierno”que puede encontrarse aquí.)

San Columba también está “reuniendo e identificando recursos”para personas que pueden estar enfrentando dificultades por primera vez y no saben donde encontrar ayuda para alimentos y otras necesidad, explicó él.

Y Laughlin instó a los feligreses que necesiten ayuda económica a dirigirse a él y también les pidió a los “que tienen suficiente para ayudar a alguien más” a ponerse en contacto con él.

La Iglesia Episcopal también está respondiendo con acción social en Washington. Su Oficina de Relaciones Gubernamentales ha pedido un fin del cierre, diciendo que “cerrar nuestro gobierno es un fracaso del liderazgo y del reconocimiento de la responsabilidad que conlleva el ser un funcionario electo”.

“El cierre del gobierno tiene grandes implicaciones para nuestro país en la medida en que afecta la subsistencia de empleados federales y sus familias; así como de aquellos que dependen del apoyo federal para alimento, vivienda, servicios médicos, y más; y a los servicios vitales del gobierno, tales como seguridad aeroportuaria, proceso de hipotecas y de préstamos estudiantiles, y una amplia gama de servicios que el gobierno federal es responsable de prestar a las comunidades nativoamericanas”, dijo la oficina en un comunicado del 9 de enero.

Basando sus comentarios en la política de la Iglesia tal como ha sido establecida por la Convención General, la ORG dijo que el Congreso y el Ejecutivo deben trabajar juntos para abordar las legítimas necesidades de seguridad, garantizar la responsabilidad legal del gobierno de procesar a los solicitantes de asilo, tratar a todos los migrantes con humanidad y respeto y promulgar políticas que aborden las causas raigales y ayuden a aliviar las condiciones que motivan la migración forzada en Centro y Sudamérica.

– La Rda Mary Frances Schjonberg es redactora sénior y reportera de Episcopal News Service. Traducción de Vicente Echerri.