El Obispo primado Michael Curry comparte su amor de Jesús con el mundo al predicar en la boda real

Por Matthew Davies y Lynette Wilson
Posted May 20, 2018

El príncipe Harry y Meghan Markle en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor durante la ceremonia de su boda el 19 de mayo de 2018. Foto de Jonathan Brady/REUTERS.

[Episcopal News Service – Windsor, Reino Unido] Cuando millones de personas en todo el mundo sintonizaron sus receptores para ver y celebrar la boda real del príncipe Harry y la actriz estadounidense Meghan Markle, se enfrentaron también a uno de los predicadores más dinámicos que la feliz pareja pudo haber elegido para sus nupcias.

El obispo primado Michael Curry, el líder afroamericano de la Iglesia Episcopal en Estados Unidos, habló apasionadamente durante 13 minutos acerca del poder del amor.

“El desaparecido Dr. Martin Luther King dijo una vez, y lo cito: ‘Debemos descubrir el poder del amor, el poder redentor del amor, y cuando hagamos eso convertiremos a este viejo mundo en un mundo nuevo. Porque el amor es la única vía’.

“Hay poder en el amor. No lo subestimemos”, dijo el Obispo Primado. “Cualquiera que se haya enamorado alguna vez, sabe lo que quiero decir. Pero piensen en el amor, en cualquiera de sus formas o experiencias. En verdad uno se siente bien al ser amado y al expresar amor. Hay algo acertado en esto y existe una razón.

El obispo primado Michael Curry predicó durante la boda del príncipe Harry y Meghan Markle en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor, Inglaterra. Foto de Owen Humphreys/REUTERS

“El amor, el amor es la única vía. Hay un poder en el amor. No lo subestimen, ni lo sentimentalicen demasiado. Hay poder en el amor. Si no me crees, piensa en el momento en que te enamoraste por primera vez, [y como] el mundo entero parecía girar en torno tuyo y a la persona amada.

“Hay poder en el amor, pero no sólo en su forma romántica, sino en cualquier forma, en cualquier forma de amar, de tal manera que cuando estás enamorado y lo sabes, cuando alguien te quiere y lo sabes, cuando amas y lo demuestras, realmente sienta bien, hay algo ideal en eso. Y hay una razón para ello. La razón tiene que ver con la fuente, fuimos creados por un poder amoroso y nuestras vidas estaban diseñadas y están diseñadas para ser vividas en ese amor. Es por eso que estamos aquí.

“En última instancia, la fuente del amor es Dios mismo. Allí donde se encuentra el verdadero amor, está Dios mismo… Hay poder en el amor para ayudar y para sanar cuando ninguna otra cosa puede hacerlo. Hay poder en el amor para mejorar y para liberar cuando ninguna otra cosa podrá hacerlo, hay poder en el amor para mostrarnos la manera de vivir.

“Pero el amor no es sólo acerca de una joven pareja. No es sólo acerca de una joven pareja con la que celebramos y nos regocijamos”.

A partir de ahí, el Obispo Primado se refirió al Movimiento de Jesús.

“Jesús comenzó el movimiento más revolucionario de toda la historia humana. Un movimiento basado en el amor incondicional de Dios por el mundo. Y un movimiento que encarga a las personas a vivir y a amar, y al hacerlo cambia no sólo nuestras vidas, sino la vida misma del mundo en sí Estoy hablando de poder, de genuino poder para cambiar al mundo”.

Él siguió hablando acerca de la redención y del amor altruista y sacrificial.

“Jesús sacrificó su vida por el bien de los demás, por el bienestar del mundo. Por nosotros. Tal es el amor. El amor no es egoísta ni egocéntrico, el amor puede ser sacrificial. Y al operar de esta manera se hace redentor. Esa vía de amor altruista, sacrificial y redentor cambia vidas. Y puede cambiar a este mundo… Piensen e imaginen un mundo donde el amor sea la vía. Imaginen nuestros hogares y familias, donde el amor es la vía. Imagínense barrios y comunidades donde el amor sea la vía. Imagínense gobiernos y naciones donde el amor sea la vía. Imagínense empresas y comercio donde el amor sea la vía. Imagínense a este viejo mundo fatigado cuando el amor sea la vía… altruista, sacrificial, redentor. Entonces ningún niño se acostaría hambriento en este mundo nunca más. Cuando el amor  sea la vía dejaremos que la justicia fluya como un torrente impetuoso y la equidad como un arroyo inagotable”. (El sermón completo se encuentra aquí en vídeo y texto).

El obispo primado Michael Curry predicó durante la boda del príncipe Harry y Meghan Markle en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor, Inglaterra. Foto de Owen Humphreys/REUTERS

“Hoy hubo una boda real y una joven pareja entregó mutuamente sus vidas ante Dios y ante el pueblo de Dios, no sólo en la capilla, sino a través del mundo… Y yo les doy las gracias por sus oraciones por ellos y sus continuas oraciones por ellos y por mí y por el Arzobispo”, dijo el Obispo Primado en una entrevista en video con Episcopal News Service después del oficio.

Fue una alegría, dijo él, ver a personas de todo el país y del mundo “regocijándose y felices juntos”. Dentro de la capilla, los invitados podían oír a la gente aplaudiendo afuera.

“Cuando la pareja recitó sus votos, la multitud prorrumpió en aplausos. En verdad que esto fue algo como el Día de Pentecostés, y la gente lo oyó en muchas lenguas diferentes, en muchas culturas diferentes, de muchas maneras diferentes, y eso es algo para regocijarse”, afirmó Curry.

Unos 150.000 entusiastas simpatizantes que inundaban las calles de Windsor, y que siguieron la ceremonia en vivo en sus teléfonos o en grandes pantallas estacionadas a lo largo de toda la ruta de la procesión, quedaron obviamente cautivadas por el mensaje carismático de Curry acerca del amor de Jesús por el mundo y sus palabras de aliento para la pareja de recién casados que inmediatamente antes de la boda fueron nombrados duque y duquesa de Sussex.

El oficio comenzó al mediodía, hora local, en la capilla de San Jorge [St. George’s] del castillo de Windsor, a 33 kilómetros al oeste de Londres. De muchas maneras, las celebraciones del día fueron un típico despliegue de la pompa británica, pero algunos elementos, incluido el papel central de Curry y la elección del pastel de boda, se apartaron de la tradición.

Los predicadores en las bodas reales suelen ser miembros del alto clero de la Iglesia de Inglaterra.

La novia recorrió el pasillo de la iglesia mientras la soprano galesa Elin Manahan Thomas cantaba “Eterna fuente de la luz divina” de G. F. Händel. Y el príncipe Carlos fue quien entregó la novia a su hijo el príncipe Harry, mientras la madre de la novia, Doria Ragland, miraba la escena con lágrimas en los ojos.

Entre las celebridades invitadas se encontraban Elton John, David y Victoria Beckham, George y Amal Clooney, Serena Williams y Alexis Ohanian, Carey Mulligan y Marcus Mumford, Oprah Winfrey e Idris Elba. La novia llevaba un vestido diseñado por Clare Waight Keller para Givenchy. En lugar del tradicional pastel de frutas que se espera en una boda real, la pareja escogió al repostero estadounidense Claire Ptak para crear un pastel de limón con flor de saúco que incorporara los vivos sabores de la primavera, cubierto con crema de mantequilla y decorado con flores frescas.

Luego del oficio, Curry y su esposa, Sharon, se unieron a la pareja y a otros 600 invitados en el salón de San Jorge del castillo de Windsor para una recepción-almuerzo ofrecida por la reina Isabel II.

La capilla de San Jorge ha sido escenario de bodas reales durante siglos. La capilla tiene estatuto de “royal peculiar”es decir, un lugar de culto que cae directamente bajo la jurisdicción del monarca británico, en lugar de un obispo.

El Rvdmo. David Conner, deán de la capilla, dirigió el oficio del 19 de mayo según una versión de 1966 de la liturgia del matrimonio del Libro de Oración Común, mientras el arzobispo de Cantórbery, Justin Welby, como líder de la Iglesia de Inglaterra, presidió la boda real y solemnizó el matrimonio.

Markle fue bautizada por Welby y luego confirmada en una ceremonia privada en marzo.

La Reina es la suprema gobernante de la Iglesia de Inglaterra, que es parte de la Comunión Anglicana, y los miembros de la familia real se espera que sean miembros activos de la Iglesia.

La música coral del oficio estuvo a cargo del coro de la capilla de San Jorge, bajo la dirección de James Vivian, organista y maestro de cantores. Otros músicos incluyeron al cellista de 19 años Sheku Kanneh-Mason y al Coro del Reino [Kingdom Choir], un grupo cristiano de góspel dirigido por Karen Gibson. La orquesta fue dirigida por Christopher Warren-Green e incluyó músicos de la Orquesta Nacional de la BBC de Gales, la Orquesta de Cámara Iglesia y la Orquesta Filarmónica. La soprano Elin Manahan Thomas, el trompetista David Blackadder y el organista Luke Bond se incorporaron a la orquesta. Trompetistas oficiales, provenientes de todos los rangos de la Banda de la Caballería de la Casa Real,  ofrecieron apoyo ceremonial.

Voces y trompetas se combinaron para acompañar a la radiante novia hasta el altar al son de la majestuosa música del conocido himno “Fui feliz”[I was Glad], compuesto por C. Hubert Parry para la coronación de Eduardo VII, el padre del tatarabuelo del príncipe Harry.

Entre los himnos que se cantaron en el oficio estaban “Señor Jesús, eterno rey” [Lord of All Hopefulness] y “Dios de gracia, Dios de gloria” [Guide Me, O Thou Great Redeemer]. El orden del oficio se encuentra aquí.

Luego de la ceremonia, la novia y el novio salieron del castillo en un coche de caballos descubierto Ascot Landau, para una procesión por las calles de Windsor.

Mientras las calles de Windsor se animaban con las celebraciones, los festejos de la boda real se extendían mucho más allá del castillo de Windsor y sus áreas circundantes.

Iglesias anglicanas y episcopales de todo el mundo, que remontan sus orígenes a la Iglesia de Inglaterra, también celebraron eventos y oficios locales para honrar a la feliz pareja.

-Matthew Davies cubrió la boda en directo. Lynette Wilson es jefa de redacción de Episcopal News Service. Traducción de Vicente Echerri.


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