Sacerdotes de misiones de Dakota del Sur recorren cientos de kilómetros para docenas de oficios navideños

Por David Paulsen
Posted Dec 21, 2017
Lauren Stanley Corn Creek

La Rda. Lauren Stanley se toma un selfie con miembros de la congregación de la iglesia episcopal de Santo Tomás en Corn Crek, Dakota del Sur, durante las festividades navideñas de la iglesia en 2016. Foto de Lauren Stanley.

[Episcopal News Service] Si su sacerdote parroquial parece un poco desaliñado después de sobrevivir la maratón de oficios de Adviento y Navidad de este fin de semana largo, mencione a la Rda. Lauren Stanley. El 24 de diciembre, ella presidirá siete oficios en siete iglesias diferentes en un período de 14 horas, y en esos oficios, ella posiblemente celebre docenas de bautismos, al tiempo de añadirle 337 kilómetros más a su Toyota RAV4.

Todo en una jornada de trabajo de una sacerdote de misión en Dakota del Sur.

“Esto es cuando gano el buen dinero por ser sacerdote de misión”, dijo Stanley a Episcopal News Service por teléfono esta semana – ese “buen dinero” es la parte chistosa de su animado relato de la Víspera de Navidad. Las festividades en la misión episcopal de Rosebud son agotadoras, pero gratificantes, afirmó ella.

“Esto es una maratón, pero yo la veo como una maratón jubilosa… Estoy en la posición privilegiada de poder proclamar el amor de Dios a personas que acaso no la oigan en el resto del año”.

Stanley comparte responsabilidades para la misión de Rosebud con la Rda. Anne Henninger, tarea en la cual Stanley se ocupa del lado oeste de la misión, en tanto Henninger atiende a las congregaciones del este. Henninger, cuyas cinco congregaciones quedan muy distantes entre sí, presidirá tres oficios la Víspera de Navidad y dos el Día de Navidad.

¿Contemplaría programar una maratón de Víspera de Navidad como la que le espera a Stanley?

“Absolutamente no”, dijo ella por teléfono, al parecer con un estremecimiento. “Sinceramente, en el momento en que termino los tres oficios, estoy completamente aniquilada”. Pero si alguien tiene la personalidad y la resistencia para llevar a cabo algo así, esa es Stanley”.

Las congregaciones de la Iglesia Episcopal han encontrado este año particularmente difícil la programación de sus oficios, ya que el Día de Nochebuena o Víspera de Navidad cae el cuarto domingo de Adviento, y algunos se preparan para programas de cultos repletos para darle cabida al aumento de asistencia que es típico en torno a Navidad.

La asistencia se espera que aumente también en las 12 minúsculas congregaciones de la misión episcopal de Rosebud, localizada en la reserva india de Rosebud o en sus alrededores, en Dakota del Sur, cerca de la frontera de Nevada. Pera es ahí donde terminan las semejanzas con congregaciones mayores.

Un domingo promedio, Stanley y Henninger pueden llegar a ver hasta cinco personas en los bancos de algunas de las iglesias a las que atienden. Es difícil encontrar organistas, en consecuencia los sacerdotes suelen dirigir los himnos en lengua lakota sin acompañamiento musical. Sólo tres de las congregaciones celebran culto todos los domingos, mientras las otras son parte de la rotación mensual de Stanley y  Henninger.

Cuando se acercan Navidad y Pascua, el calendario de oficios en estas remotas misiones de Dakota del Sur exige un poquito de planificación. La misión episcopal de Pine Ridge en el extremo sudoccidental del estado tiene programados cinco oficios en el transcurso de dos días. En el centro del estado, los episcopales que viven en la reserva del río Cheyenne o en sus cercanías asistirán a oficios en siete iglesias el 24 de diciembre, divididos entre dos sacerdotes.

El Rdo. Kim Fonder, que atiende a los episcopales en la parte de Dakota del Sur de la reserva sioux de Roca Enhiesta (Standing Rock) se programó para seis oficios el 24 de diciembre, desde las 9:00 A.M. en Mobridge hasta las 9:00 P.M. en Little Eagle.

“Esperas conservar la voz”, dijo él al describir su “carrera de relevos” de la víspera de Navidad. Su esposa, Tammy Fonder, lo acompañará en el viaje, que abarcará, según él, más de 200 kilómetros. También presidirá en un oficio de un asilo de ancianos el 23 de diciembre y en una residencia el 25.

“Uno tiene que dedicarse a sus congregaciones”, apuntó él. “Son tu familia. No sólo tienes tu familia inmediata, tienes a todas las familias de la iglesia”.

Este año, Stanley decidió que la única manera de darle a cada congregación de Rosebud Oeste un oficio de Víspera de Navidad era sacrificar el oficio por el cuarto domingo de Adviento, aunque ella incorporará algunos de esos temas en su sermón.

Esta será la quinta Navidad que ella ha celebrado en la reserva desde que asumió el cargo de sacerdote de misión en febrero de 2013. “El primer año lo hice, ello supuso una conmoción para el sistema”, agregó.

En los últimos años, ella celebraría unos cuantos oficios la Víspera de Navidad y el resto el Día de Navidad, pero una mujer en una de las congregaciones sugirió que podía ahorrarse la Navidad si agrupaba todos los oficios el día antes. Eso tenía sentido para Stanley y las congregaciones prefirieron los oficios de del día de Nochebuena.

En consecuencia, el 24 de diciembre, los episcopales de Rosebud oeste pueden elegir: 11 A.M., 1 P.M., 3 P.M., 5 P.M., 7:30 P.M., 9 P.M. u 11 P.M.

“Esperamos que todo esto funcione perfectamente”, dijo Stanley.

Church of Jesus Rosebud

La iglesia de Jesús en Rosebud, Dakota del Sur, se ve adornada para Navidad en 2016. Foto de Lauren Stanley.

Su horario extraoficialmente comienza el sábado, cuando ella dejará a su perro en la guardería de animales. El día de Nochebuena no le deja tiempo para atender al mejor amigo de una sacerdote.

Luego a las 9:30 A.M. del 24 de diciembre,  ella saldrá de su casa en Mission, Dakota del Sur, y tomará rumbo noroeste hacia Corn Creek para el primer oficio en la iglesia episcopal de Santo Tomás [St. Thomas’ Episcopal Church]. Su ruta está trazada precisamente para garantizar que si llega a tener una emergencia estará sólo a unos 3 kilómetros andando de una granja donde obtener ayuda.

Ella no espera tener una emergencia —el RAV4 tiene llantas de nieve después de todo. No hay pronóstico de nieve para el día de Nochebuena, sólo cielo nublado con máximas de -2º. C. y viento fuerte soplando del oeste-noroeste.

Para la música, ella tendrá El Mesías de Händel sonando ininterrumpidamente. Para los pies, una rotación de botas y zapatos. Para comer, barritas Tanka, que son de tasajo de búfalo y arándanos. Ella también mezcla un par de batidos de proteínas para mantenerse durante el día.

Su equipaje más importante serán las cuatro bolsas de útiles sacerdotales que contienen todo lo necesario, desde vestimentas y boletines hasta el pan y el vino [para la eucaristía]. En unos termos lleva agua caliente para los bautizos. Henninger, que viaja en un Mercury Sable, lleva su propio suministro de agua caliente, que transporta a las iglesias en una jarra Coleman. El agua caliente en los recipientes aislados habrá alcanzado la temperatura correcta a la hora de derramarla sobre las cabecitas de los niños.

“No todos ellas tienen agua corriente o baños que funcionen”, dijo Henninger refiriéndose a las iglesias de la misión.

Lauren Stanley baptism

La Rda. Lauren Stanley bautiza a un bebé durante el oficio de Navidad de 2016 en la iglesia episcopal de los Santos Inocentes en Parmelee, Dakota del Sur. Foto cortesía de Lauren Stanley

Navidad y Pascua son las épocas del año cuando las personas que se han mudado fuera de la reserva regresan para visitar a su familia, y con frecuencia traen niños que necesitan ser bautizados. Stanley y Henninger nunca saben cuántos bautizos terminarán celebrando, pero está garantizado que ello sea parte del oficio. Algunos de los niños son la quinta generación que se bautiza en la iglesia de la familia, señaló Stanley.

El oficio más largo de Stanley será el primero, con cerca de 100 personas que llenarán la iglesia episcopal de Santo Tomás. A este y los otros primeros oficios de su ruta le seguirán fiestas de Navidad en las iglesias, si bien las iglesias hacia el final de su ruta están revirtiendo ese horario y planificando sus fiestas antes de los oficios de la noche. Stanley, sin embargo, no disfrutará de gran parte de la diversión.

“No tengo tiempo de detenerme después del oficio e ir a las fiestas”, explicó, añadiendo que también funciona como la sociedad del altar en algunas de las iglesias.  “Tengo que tomar el auto y conducir hasta la próxima iglesia y preparar las cosas para el oficio”.

Mientras prosigue su camino rumbo sudeste hacia Rosebud, Dakota del Sur, ella sabe que tendrá un receso de 20 minutos durante su escala en Mission para el quinto oficio, porque ella vive a cuadra y media de la iglesia episcopal de La Trinidad [Trinity]. Usará ese tiempo para ir a su casa y recoger más agua para el resto de los bautizos de la noche.

“Es un horario enloquecido, pero funciona para las personas aquí”, apunta. Y por cansada que pueda sentirse después de cuatro o cinco oficios, no se va a quejar.

Una tiene que proclamar este gran mensaje… Si esta es la manera en que funciona para la gente, entonces mi trabajo como servidora de las personas, es servirles.

Henninger, que celebrará su octava Navidad en la misión de Rosebud, se hizo eco de esa ese sentimiento: “el ministerio es difícil, pero sinceramente no hay ninguna otra parte donde preferiría estar que no fuese sirviendo con la gente de aquí”.

Luego de terminar su día en la iglesia episcopal de La Trinidad en Mission, Stanley espera  llegar a casa antes de la 1 A.M. y, con el Día de Navidad libre, conducirá alrededor de siete horas para visitar a parientes suyos en Colorado, a quienes les ha dicho que no la esperen a comer.

Dada lo exhausta que ella espera estar en la mañana de Navidad, bromea con los miembros de las congregaciones de Rosebud que sólo intenten ponerse en contacto con ella en caso de una emergencia grave.

“Si no están muertos no me llamen.”

– David Paulsen es redactor y reportero de Episcopal News Service. Pueden dirigirse a él a dpaulsen@episcopalchurch.org. Traducción de Vicente Echerri.


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