[Servicio de noticias episcopal - Baltimore, Maryland] El 9 de julio, la Cámara de Obispos estuvo de acuerdo con acciones anteriores de la Cámara de Diputados, adoptando dos resoluciones que ofrecerían licencia familiar pagada y seguro médico a empleados laicos y clérigos de iglesias a través del Plan de Salud Denominacional.

La Resolución A003 insta, pero no exige, a las diócesis a adoptar una política uniforme de licencia familiar pagada para todos los empleados, que se puede pagar a través de productos de seguros que los empleadores compran a Church Pension Group u otras compañías de seguros comerciales, una vez que esos productos estén disponibles.

La resolución establece que la licencia familiar pagada “es un tema de justicia que como cristianos estamos obligados a abordar sin más dilación, y que desde un principio, dicha política debe contemplar la paridad entre empleados laicos y clérigos”.

Como mínimo, la resolución requiere que las diócesis brinden licencia parental o de vinculación remunerada, así como licencia remunerada para cuidadores de entre seis y 16 semanas, con protección laboral para los empleados que la toman. Las diócesis decidirán qué miembros de la familia califican para esta disposición, así como el nivel de compensación que se pagará, con un mínimo del 70 % del salario habitual y un aumento del 100 %, según la cobertura que el empleador desee adquirir.

Una Resolución D034 enmendada crea un nuevo grupo de trabajo para brindar asesoramiento sobre la Plan de salud denominacional, que se proporciona a través de Church Pension Group y que las iglesias y diócesis deben proporcionar al clero y a algunos empleados laicos. El grupo de trabajo se encarga de revisar la estructura y las ofertas del plan de salud existente, prestando especial atención al costo de las primas. Brindará a la 81.ª Convención General en 2024 opciones para reducir los costos del seguro médico en toda la Iglesia Episcopal.

Cuando varios obispos se preguntaron si el grupo de trabajo consideraría las circunstancias únicas en sus diócesis, el obispo primado Michael Curry dijo que, como una de las personas encargadas de nombrar a los miembros del grupo de trabajo, se aseguraría de que esas preocupaciones se presenten.