Los arzobispos de Canterbury y York, junto con el obispo de Londres, se han unido a los líderes religiosos nacionales para pedir al gobierno del Reino Unido que permita el culto público durante el próximo cierre en Inglaterra.

En una carta al Primer Ministro, los líderes religiosos explicaron cómo el culto público puede desempeñar un papel vital en el apoyo a la cohesión social y la salud mental y ofrecer "una señal esencial de esperanza".

Concluyen: "Hacemos un llamado al gobierno para que reconozca y apoye esto, y nos permita continuar adorando de manera segura, como parte del tejido esencial de la nación".

Lea la carta completa.