La disculpa de Welby sobre la invitación a Lambeth allana el camino para que el Consejo Consultivo Anglicano marche unidoEl empeño de una semana del obispo de Oklahoma de que el CCA hablara sobre las personas LGBTQ termina en una medida negociadaPosted May 13, 2019 |
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El obispo burundés Eraste Bigirimana, a la derecha, y el obispo de Nairobi Joel Waweru, abrazan a Ed Konieczny, obispo de Oklahoma, el 4 de mayo, pese a que ambos se opusieron a la resolución que él propuso. Los dos participaron en la redacción de un texto de avenimiento que el Consejo Consultivo Anglicano aprobó por unanimidad. Foto de Paul Feheley/ACNS.
[Episcopal News Service — Hong Kong] El arzobispo de Cantórbery, Justin Welby, trabajando con otras personas, preservó la unidad de la 17ª. reunión del Consejo Consultivo Anglicano el 4 de mayo al disculparse por su decisión de no invitar a cónyuges del mismo sexo de los obispos que asistirán a la Conferencia de Lambeth y convenir en renovar la promesa de la Comunión de hace 21 años de escuchar las experiencias de personas LGBTQ.
“Les pido perdón por los errores que pueda haber cometido” dijo Welby.
La reunión del 28 de abril al 5 de mayo estuvo a punto de romperse durante la tarde de su último día trabajo, no por la Conferencia de Lambeth, sino por el mayor problema de cuánto el Consejo debe decir acerca de la plena inclusión de personas LGBTQ en la vida de la Iglesia.
El conflicto surgió por vía de la resolución del obispo de Oklahoma, Ed Konieczny, que pedía que el Comité Permanente de la Comunión reuniera información acerca del esfuerzo de las provincias de escuchar a personas “que, debido a su sexualidad humana, han sido marginadas dentro de la Iglesia, la sociedad y en sus respectivas culturas”.
La cobertura completa de ENS de la 17ª. reunión del Consejo Consultivo Anglicano puede encontrarse aquí
Los miembros no pusieron objeción a esa labor. Sin embargo, un buen número de ellos rehusó aceptar el preámbulo de la resolución, que habría reafirmado “el respeto y dignidad de personas como hijos de Dios que han sido marginadas debido a su humana sexualidad” y dice que “deberían ser plenamente incluidas en la vida de la Comunión Anglicana”.
El franco, pero amable debate por la resolución, las intensas negociaciones que tuvieron lugar durante los recesos de ese debate y la resultante resolución completamente reescrita probó que “al final, el amor de Cristo se manifestó”, dijo Konieczny a Episcopal News Service después de la reunión. “Probamos que somos capaces de tener una conversación y capaces de entendernos mutuamente y capaces de llegar a un acuerdo”.
“Tal vez lo poquito que hicimos aquí puede ser un ejemplo para la Comunión en general y, para aquellos que eligieron quedarse fuera, y quizás en alguna medida esto les ayudará al menos a pensar en volver”.
Nigeria, Ruanda y Uganda no enviaron representantes a la reunión del CCA-17. Algunos obispos han dicho que no asistirán a la Conferencia de Lambeth porque objetan las posiciones teológicas de otros obispos y provincias.
El Rdo. Michael Barlowe, representante del clero en la delegación de la Iglesia Episcopal, calificó el empeño de Konieczny de toda una semana como “valiente”. La Iglesia Episcopal, dijo él después de la reunión, resultó bien servida por Konieczny que “amablemente intentó abordar un asunto muy controvertido”.
Todo el CCA fue amable durante las casi tres horas que duró el debate y la negociación, dijo Rosalie Ballentine de la Diócesis de Islas Vírgenes, la representante laica de la Iglesia Episcopal.
“Eso prueba que podemos discrepar de una forma amorosa”, afirmó ella. “Algunos de nosotros en la Iglesia Episcopal a veces debemos aprender a dar un paso atrás y darnos cuenta de que realmente se trata de Jesús, de Dios, de cómo andamos en la fe, en lugar de seguir nuestro camino. Mucho de eso se demostró hoy”.
Debatiendo “incluidos” vs. “acogidos”
El lenguaje en el preámbulo de la resolución tocó todas las desavenencias [que existen] en la Comunión sobre la sexualidad y fue demasiado lejos para algunos. No fue mucho mejor cuando una enmienda propuso cambiar la última cláusula , “deben ser plenamente incluidos en la vida de la Comunión Anglicana” por “son plenamente acogidos en la vida de la Comunión Anglicana”.
Los miembros debatieron los matices de ser “incluido” o “acogido” y si la interpretación de cualquier de las dos palabras cambiaba cuando se traducía a otros idiomas.
Konieczny aceptó la enmienda para hacer avanzar la resolución que terminó aprobándose con 38 votos a favor, 20 en contra y 17 abstenciones.
Durante el consiguiente debate sobre la resolución, el arzobispo sudanés Ezekiel Kondo dijo que en su país de mayoría musulmana “mañana la Iglesia cerraría”, si el CCA aprobará la resolución. “Si aprobamos esta resolución, estaríamos enviando un mensaje equivocado” a la Iglesia y al mundo, afirmó.
El obispo Eraste Bigirimana, de la diócesis burundesa de Bujumbura, dijo que la Comunión ha estado dividida desde que los anglicanos comenzaron a hablar formalmente de la sexualidad en la Conferencia de Lambeth de 1998. La división, dijo él, porque no todos creen que “la Biblia es muy clara: la fornicación es un pecado, el adulterio es un pecado; la homosexualidad es un pecado para los cristianos”, dijo Bigirimana. “La Biblia tiene que ser nuestra referencia”.
Joel Waweru, obispo de la Diócesis de Nairobi, se opuso a la resolución porque “sienta doctrina”, algo que el CCA no hace. Él dijo que los miembros del CCA “no han tenido tiempo de discutir temas de la sexualidad humana, pero ahora se les pide que voten una resolución sobre eso. Y Waweru arguyó, la resolución debe extenderse para incluir a personas que han sufrido discriminación por alguna razón.
“Como alguien que proviene del hemisferio sur”, el obispo dijo que él estaba de acuerdo con los otros que temían que la aprobación de la resolución le daría argumentos a los conservadores anglicanos, llevando a más de ellos a boicotear la Conferencia de Lambeth 2020.
Jane Alexander, obispa de la Diócesis canadiense de Edmonton, dijo a sus colegas que la resolución del CCA simplemente le recordaba a la Iglesia acerca del compromiso incumplido de la Conferencia de Lambeth 1.10 de escuchar a las personas LGBTQ.
Si el CCA no reafirma el respeto y la dignidad de los que han sido marginados debido a su sexualidad humana, afirmó ella, “entonces se me rompe el corazón y habremos quebrantado nuestro Pacto Bautismal” “para no mencionar el Código de Conducta que los miembros aprobaron al comienzo de la reunión y que contiene una declaración semejante”.
Casi al final del debate de cerca de 45 minutos, Konieczny dijo que él no respaldaría una propuesta que se hizo para borrar todo el preámbulo. “Subrayó que había trabajado en la resolución toda la semana y había aceptado “múltiples revisiones” porque era consciente de las diferencias que representan los miembros del CCA.
“Me siento angustiado. Estoy desconsolado. Cuestiona mi fe que” el Consejo no pueda afirmar la declaración que hizo en el Código de Conducta de hace una semana y “que queramos enviar un mensaje al mundo de que te respetaremos a la distancia, que no eres bienvenido. Este no es el cuerpo de Cristo al cual yo pertenezco”, dijo Konieczny.
Que el CCA debata si alguien es hijo de Dios y bienvenido en la Iglesia “está más allá de mi comprensión”, dijo él, añadiendo que en el 50% de las zonas geográficas de las iglesias miembros “privan de sus derechos, encarcelan y ejecutan a personas que difieren de su sexualidad humana, sin que digamos nada”.
“Por el contrario, nos preocupamos de la política, en lugar de las personas”.

Durante el receso para el té de la tarde, un creciente número de miembros se reunieron en torno al arzobispo de Cantórbery y al obispo de Oklahoma Ed Konieczny mientras se encontraban debajo del estrado en el salón de reuniones del Consejo, intentando llegar a un acuerdo. Foto de Mary Frances Schjonberg/ENS.
Después de que los miembros hicieran un receso para orar, Margaret Swinson, vicepresidente del CCA, dictaminó que la propuesta de borrar el preámbulo “destruye demasiado el espíritu en que esta moción se presentó “ para que ella ejerciera su discreción de permitir que llegara a someterse a votación.
Welby sugirió que el Consejo se tomara un receso para que hubiera discusiones de grupos en las mesas. Esa pausa dio lugar a lo que convirtió en un “receso de té” de casi 50 minutos, durante el cual varios grupos de representantes y de miembros del personal se agruparon, a los cuales a veces se incorporó Konieczny, en el intento de alcanzar un acuerdo. Welby con frecuencia se encontraba en el centro. Waweru y Konieczny trabajaron juntos en un punto. Waweru, mantuvo la puesta sobre la espalda de Konieczny, mientras éste se sentó y leyó la propuesta final.
Con ese borrador en la mano, Swinson le pidió a los miembros que escucharan a Welby y decidieran si ellos podía aceptarlo como una avenencia. Él les recordó a los miembros que la Comunión Anglicana ha discrepado fieramente en el pasado acerca de los contraceptivos, del divorcio y de la ordenación de las mujeres. “Luego, no debemos entrar en pánico” sobre el capítulo actual del debate sobre la identidad sexual que ha sido parte de la Comunión por casi 30 años, dijo Welby.
Al arzobispo de Cantórbery se le conoce como el “centro de la unidad” del CCA, la Conferencia de Lambeth y la Reunión de los Primados. En ese espíritu, Welby dijo que era “mi falta y mi responsabilidad” que ciertas personas se sintieran disgustadas porque algunas fueron invitados a la Conferencia de Lambeth 2020 y otras no.
“Puede ser que al final de los tiempos, entienda que hice eso mal, y responderé por ello de una u otra manera en el día del juicio”, dijo. “Donde lo manejé mal, lo cual estoy seguro que lo hice, para un grupo u otro, quiero disculparme con ustedes porque no he ayudado a la Comunión, tanto a los que están preocupados por quiénes fueron invitados o los que están preocupados por quiénes no fueron invitados.
“Les pido perdón por los errores que pueda haber cometido”.

El obispo de la Diócesis de Nairobi, Joel Waweru, de pie a la izquierda, tiene la mano sobre el hombro del obispo de Oklahoma Ed Konieczny mientras éste lee el texto de un posible arreglo a una resolución que amenazó con descarrilar el último día de sesiones del ACC-17. El arzobispo de Cantórbery Justin Welby lee de pie a la izquierda de Konieczny, el obispo de Lambeth Tim Thornton está a su derecha, y próximo a Thornton se encuentra Stephen Knott, subjefe de personal del Palacio de Lambeth. La vicepresidente del CCA, Margaret Swinson, a la derecha, habla con Darren Oliver, asesor legal del CCA, mientras el obispo Anthony Poggo se recuesta sobre la mesa. Foto de Mary Frances Schjonberg/ENS.
El texto de compromiso, que se presentó ante el Consejo como una enmienda hecha por Waweru y que eliminó el preámbulo original, advierte “con preocupación el patrón de invitaciones a la Conferencia de Lambeth 2020” y le pide a Welby que establezca un proceso de escucha ,con asesoramiento solidario e independiente a fin de oír las preocupaciones y voces de personas, especialmente las de aquellos que se han sentido marginados por cuenta de su sexualidad”.
Welby debe también hacer acopio de la labor que se haya hecho en la Comunión desde que la Resolución 1.10 de Lambeth 1998 demandó tal proceso. Él ha de informar al Comité Permanente y al ACC-18 en 2012. Finalmente la resolución le pide que informe a ambos organismos acerca de “todos los problemas de discriminación” a través de la Comunión.
Luego de sus disculpas y de la explicación de la enmienda de Waweru, Elby se excusó en francés y tradujo la enmienda al francés. Y le pidió al Nick Drayson, de la Diócesis del Norte de Argentina, que tradujera ambas al español, y al obispo de la Diócesis de Tanganica Central, Dickson Chilongani, que hiciera lo mismo al swahili. Los miembros para quienes el inglés no es su primer idioma han tenido dificultades durante la reunión debido a la falta de servicios formales de interpretación o traducción.
“Por respeto y amor y afecto a nuestro Arzobispo y por amor y afecto a nuestros iglesias miembros, y especialmente por mis hermanos del hemisferio sur, y por la unidad de la Iglesia”, Konieczny dijo que estaba “dispuesto a aceptar esta enmienda de mi hermano Joel”.
Esforzándose para hablar, Konieczny dijo que él quería que “sus hermanos obispos del sur” supieran que “estamos dispuestos a conversar y a andar juntos en unidad y amor, y les insto a venir y reunirse con nosotros”.
La enmienda de Waweru fue aprobada 83 a 0 con tres abstenciones en un sondeo tentativo para probar su solidez. Waweru, Chilongani y Bigirimana se acercaron a Konieczny para abrazarlo. El obispo keniano besó el anillo episcopal de Konieczny, quien respondió de la misma manera y los presentes comenzaron a cantar “Alma, bendice al Señor”.
El Consejo se reunió formalmente y la resolución enmendada se aprobó por “consenso general”.
La resolución, titulada ‘La dignidad de los seres humanos’, dice:
“El Consejo Consultivo Anglicano
- Advierte con preocupación el patrón de las invitaciones a la Conferencia de Lambeth 2020 y solicita que el arzobispo de Cantórbery como centro de unidad garantice que un proceso de escucha se ponga en vigor con moderación solidaria e independiente a fin de escuchar las inquietudes y voces de personas, especialmente de aquellas que se han sentido marginadas por cuenta de su sexualidad. El arzobispo de Cantórbery también será responsable de compilar todo el trabajo hecho en esta área a través de la Comunión Anglicana desde Lambeth 1998 e informarle al Comité Permanente [del CCA] y al CCA-18.
El Consejo rechazó posteriormente una resolución presentada con antelación en que se le pedía a Welby que contemplara el establecimiento de un equipo de trabajo para esclarecer la identidad esencial y los lindes de la Comunión Anglicana en el siglo XIX. Konieczny dijo que temía que la verdadera intención de la resolución era crear un organismo con la facultad de declarar “quien estaba dentro y quien fuera en la Comunión Anglicana”. La votación 43-35 con ocho abstenciones, se produjo después que Swinson dictaminó que había sido aprobada luego de su petición de “consenso general”, y Konieczny, junto con un tercio de sus colegas, pidió una votación a mano alzada. Fue la primer vez que se recuerde que el CCA rehusaba aceptar una medida favorecida por el arzobispo de Cantórbery.
“Alabado sea Dios por haber votado en contra de lo que yo quería”, le dijo Welby luego a los miembros. “Eso es el anglicanismo”.
– La Rda. Mary Frances Schjonberg es redactora sénior y reportera de Episcopal News Service. Traducción de Vicente Echerri.
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