Las Islas Vírgenes aún están recobrándose de los huracanes Irma y María

Por Amy Sowder
Posted Nov 8, 2017

Lanchas y otras embarcaciones permanecen volcadas casi un mes después de que los huracanes Irma y María azotarán las Islas Vírgenes. Parroquias tanto en los territorios británicos como estadounidense forman parte de la Diócesis Episcopal de las Islas Vírgenes. Foto del Rvdmo. Carl Wright

[Episcopal News Service] Cuando el avión del Rvdmo. Carl Wright aterrizó en Santo Tomás [St Tomas], en las Islas Vírgenes, él vio un aeropuerto lleno viajeros desesperados. La cinta transportadora de equipaje estaba trabada con generadores, baterías y linternas.

“Planeamos visitar dos parroquias para celebrar la Santa Eucaristía, pero nos vimos impedidos de hacerlo por torrentes de agua. El agua era demasiado honda para seguir adelante. Aunque ya había transcurrido más de un mes, parecía como si el huracán hubiera pasado ayer”, dijo Wright a Episcopal News Service luego de regresar a Estados Unidos de este viaje de mediados de octubre.

Tanto el huracán María como el Irma fueron tormentas de categoría 5 cundo devastaron el Caribe con dos semanas de diferencia. Al azotar las islas el 6 de septiembre, Irma fue una de las peores tormentas del Atlántico en el último siglo, que causó catastróficos daños debido al viento y la crecida de las aguas.

Luego de la denuncia de que la Casa Blanca estaba ignorando a Puerto Rico a favor de los lugares [afectados] en la zona continental de EE.UU.,  ese territorio estadounidense atrajo más atención y ayuda.

Pero ¿qué pasa con las Islas Vírgenes Estadounidenses, así como con las Islas Vírgenes Británicas? La Diócesis Episcopal de las Islas Vírgenes abarca 14 congregaciones tanto en las islas estadounidenses como en las británicas.

Imágenes del satélite de la NASA de las Islas Vírgenes tomadas el 25 de agosto y el 10 de septiembre ilustran los daños causados por el huracán Irma a la vegetación de las islas, que se torna marrón. Foto de Joshua Stevens/NASA.

“Siento que la diócesis, aunque esto es una sensación no una observación, es una diócesis olvidada”, dijo Wright.

El Rvdmo. E. Ambrose Gumbs, obispo de la Diócesis de las Islas Vírgenes, recogió a Wright en el aeropuerto e inmediatamente lo llevó a hacer una gira por los daños [causados por la tormenta] en Santo Tomás. Esa isla, además de San Juan [St. John] sufrió los embates de Irma. Luego, el 20 de septiembre, Santa Cruz [St. Croix], la mayor de las islas estadounidenses que estaba suministrando ayuda a las otras dos, sufrió la acometida de María.

El huracán María azotó lo que se había librado de Irma. Fue una golpiza doble.

Para el 11 de octubre, 21 después de María y 35 días después de Irma, el 78 por ciento de las casas y negocios de las Islas Vírgenes seguían sin electricidad, según el Fondo Episcopal de Ayuda y Desarrollo.

Wright se reunió con líderes diocesanos el 16 de octubre y quedó impuesto de que las 14 iglesias habían sufrido daños debido a las tormentas. Él encomió al Fondo Episcopal de Ayuda y Desarrollo y a los peritos del Seguro de la Iglesia por sus útiles evaluaciones, dinero y otros recursos.

“Pero se necesita mucho más”, dijo Wright “Estos varios líderes, más de 20 líderes de la diócesis, han metido el brazo y están haciendo cosas en sus iglesias y comunidades con poca o ninguna ayuda externa. Estas personas están trabajando arduamente”.

Melville Boddie ora con el Rdo. Gregory Gibson durante la misa del domingo 1 de octubre en la iglesia episcopal de San Juan en Christiansted, 13 días después de que el huracán María azotara Santa Cruz, parte de las Islas Vírgenes de EE.UU. “Quiero decirle a la gente de Santa Cruz y de las Islas Vírgenes que sean fuertes y pacientes”. Dijo Boddie. “Todo va a resolverse”. Foto de Jonathan Drake/Reuters.

Para Wright, parecía como si todos los techos estuvieran dañados, aunque los informes oficiales dicen que algunos quedaron indemnes. La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias [FEMA por su sigla en inglés] consideró que los daños eran lo suficientemente graves para aprobar más de $35 millones en subvenciones de asistencia y más de $8 millones para individuos residentes de las Islas Vírgenes afectados por los huracanes Irma y María. Esos totales es probable que aumenten según se procesen más solicitudes de ayuda.

Seis semanas después de que el huracán María azotara las Islas Vírgenes, miles de personas continúan sin electricidad y dependiendo de alimentos fríos y enlatados, si pueden encontrarlos, según un informe del 1 de noviembre de El Canal del Tiempo [The Weather Channel]. Las pocas tiendas de víveres que han reabierto aceptan solamente dinero en efectivo.

Mucho por hacer.

Debido a los daños [ocasionados por las tormentas], las actividades de la escuela afectada se están llevando a cabo en la nave de la parroquia de San Jorge  [St. George’s parish] en la isla británica de Tórtola, que tiene la mayor escuela de kindergarten a 6º. grado de la diócesis.

El rector y un coordinador de ayuda estuvieron distribuyendo agua, linternas, frijoles y frutas a todos en la comunidad. “Hicieron un trabajo notable en ese respecto”, dijo Wright.

La escuela de San Jorge había reanudado plenamente sus actividades a pesar de los extensos daños y los cortes de electricidad. Lo mismo ocurrió con la escuela de la catedral de Todos los Santos [All Saints Cathedral School] en Santo Tomás. “La escuela ha reanudado las clases a pesar de todas las adversidades: daños en el techo y en el edificio y apagones”, dijo Wright.

Casi un mes después del huracán Irma,  las sendas de autos de la escuela de la escuela e iglesia de San Jorge en Tórtola, en las Islas Vírgenes Británicas, estaban inundadas. Foto del Rvdmo. Carl Wright.

Santa María [St. Mary’s] en Virgen Gorda, un territorio británico, es una parroquia pequeña y aislada que Wright describió como“muy seriamente dañada”.

Los residentes de las islas trabajan juntos porque perciben que aún no cuentan con suficiente ayuda exterior o del gobierno, dijo él. Librados a sus propios equipos, están tratando de encontrar sus propios recursos. Y están cooperando con un admirable sentido de espíritu comunitario.

“En esa diócesis, ninguna de las parroquias es ajena a la comunidad. Todas son parte integrante de la comunidad, casi indistinguible una de otra”, explicó Wright.

Cuando Annette Buchanan, canóniga y presidente nacional de la Unión de Episcopales Negros [UBE, por su sigla en inglés] se enteró por Wright que los isleños tenían urgente necesidad de linternas solares, ella quiso utilizar su organización para ayudar de esta manera específica. Las linternas de batería se apagan pronto, y ella supo que resulta difícil comprar nuevas en cualquier lugar de las islas.

“Es poca cosa, pero queríamos darles algo que ellos necesitaran”, dijo Buchanan a ENS.

El Rvdmo. Carl Wright vio himnarios dañados por el agua durante su visita en octubre a las Islas Vírgenes, que fueron devastadas por los huracanes Irma y María. Foto del Rvdmo. Carl Wright.

Muchos miembros de la UBE tienen parientes en las Islas Vírgenes, y algunos miembros son de los territorios mismos, de manera que la UBE ha tenido una estrecha relación con esa diócesis a lo largo de los años, explicó ella.

La UBE ya llevó a cabo una campaña de recaudación de fondos más general para ayudar   a los [damnificados] de los huracanes,  recaudación que va directamente al Fondo Episcopal de Ayuda y Desarrollo. Pero Buchanan está promoviendo esta segunda campaña de recaudación para reunir suficiente dinero para un envío inicial de linternas solares  por valor de $1.000 específicamente para las Islas Vírgenes. Ella espera que pueda despacharlas para fines de noviembre. La UBE está coordinando esta iniciativa con Wright y Gumbs para garantizar que la donación se envía de la manera correcta y que llega a la localidad que más lo necesita.

“Sencillamente queremos llamar la atención de la Iglesia que está diócesis está en tan serias dificultades, que [sus miembros] siguen estando dedicados a la recuperación del huracán”, dijo Buchanan. “Estamos preocupados por ellos, y no ha habido mucha publicidad acerca de las Islas Vírgenes después de los huracanes”.

Las donaciones de suministros pueden enviarse directamente a las parroquias o a la diócesis con adecuada información acerca de necesidades y localidades específicas, dijo Wright. Las donaciones en dinero pueden enviarse al Fondo Episcopal de Ayuda y Desarrollo, el cual pondrá la ayuda en las manos adecuadas. Usted puede hacerlo por Internet aquí.

— Amy Sowder es corresponsal especial de Episcopal News Service y escritora y redactora independiente radicada en Brooklyn. Puede dirigirse a ella en amysowderepiscopalnews@gmail.com.  Traducción de Vicente Echerri.