Iglesia de Montana responde a acto vandálico con mensajes de amor

Por David Paulsen
Posted Sep 13, 2017
St. James sign unafraid

La congregación de la iglesia episcopal de Santiago Apóstol en Bozeman, Montana, cubrió la pintada de una suástica sobre un cartel de la iglesia con mensajes en corazones color rosa. Foto de la iglesia de Santiago vía Facebook.

[Episcopal News Service] Los símbolos del odio aparecieron al parecer de repente en forma de pintada sobre el cartel del frente de la iglesia episcopal de Santiago Apóstol [St. James Episcopal Church] en Bozeman, Montana A la mañana siguiente, el 10 de septiembre, los feligreses habrían recobrado su cartel con mensajes de amor.

El centro del cartel, en el que alguien garrapateó una suástica  en negro, está ahora cubierta de mensajes de esperanza escritos en corazones de papel rosado que se pegaron al letrero mientras la congregación salía del oficio dominical en Santiago Apóstol.

“Respondemos al odio con amor”, proclamó la iglesia de Santiago Apóstol en un post de Facebook del 10 de septiembre que muestra el cartel cubierto de corazones.

“Nos comprometimos a resistir el racismo y la intolerancia”, dice uno de los corazones.

La policía está investigando, pero sigue resultando confuso por qué la iglesia de Santiago Apóstol fuera objeto de este acto vandálico, dijo la Rda. Connie Campbell-Pearson, diácona de la iglesia, en una entrevista con Episcopal News Service. A la congregación se le conoce por sus posiciones progresistas en temas de justicia social, dijo ella, luego pudo haber atraído la indeseable atención de los grupos de odio. Pero la pintada también puede haber sido, simplemente, la obra de un indigente insatisfecho.

Ella se mostró mucho más segura de la capacidad de la comunidad de Bozeman de manifestarse contra ataques como este, y eso es lo que sucedió en Santiago Apóstol.

Un vecino fue el primero en poner un corazón de papel rosado sobre el cartel que fue vandalizado en la iglesia episcopal de Santiago Apóstol. Foto de Santiago Apóstol vía Facebook.

Campbell-Pearson estaba ayudando a dirigir una escuela diocesana para diáconos  en Santiago Apóstol el 9 de septiembre cuando supo del acto vandálico ocurrido afuera. Algunos vecinos lo habían notado temprano esa mañana y comenzaron a llamar y a dejar mensajes con los líderes de la iglesia, quienes luego dieron parte a la policía.

Uno de los vecinos que vio la pintada decidió poner el primer corazón rosado, el cual tenía escrito una sola palabra “Unafraid” [“sin miedo”].

“Ellos acaban de entibiarme el corazón”, dijo a ENS el Rdo. Greg Smith, sacerdote auxiliar.

Mientras los equipos de TV acudían a cubrir el reportaje sobre el vandalismo, los vecinos y feligreses añadieron más corazones al letrero, dijo Smith. La atención de los medios puede haber ayudado a aumentar la asistencia en el servicio dominical del día siguiente, el cual ya se esperaba que fuera uno de los más concurridos del año porque coincidía con la feria del ministerio anual de la parroquia.

A partir de esa espontánea muestra de apoyo del día anterior, algunos miembros de la congregación llevaron al oficio corazones rosados y marcadores y se los entregaron a los fieles  a la salida de la iglesia, de manera que pudieran añadir sus mensajes de amor al cartel.

“Le dio a la gente un verdadero sentido de poder hacer algo que fuera correcto y apropiado sin que fuese colérico”, dijo Campbell-Pearson.

Mientras, el 13 de septiembre, la pintada seguía en el letrero —una suástica sobre las palabras “The Episcopal Church” y el número 666 en el cartel. La congregación espera quitar esos símbolos  en algún momento de la  próxima semana.

La iglesia ha sido objeto de actos vandálicos en el pasado, aunque no hubo ningún indicio inmediato que los relacionara con el ataque reciente.

Una flores que se encontraban en un macetero de barril fuera de la iglesia resultaron dañadas hace unos dos meses. Y el mes pasado, cuando la iglesia añadió un nuevo cartel al frente con el mensaje “estamos aquí para ti”  [We’re here for you] se robaron el letrero varios días después.

Ese letrero fue reemplazado hace aproximadamente una semana antes de que resultara vandalizado durante el fin de semana.

“Oremos que el muy confundido perpetrador pueda ser librado de su ira y de su confusión”, publicó la iglesia en Facebook en la tarde del 9 de septiembre.

Smith dijo que si la pintada no pudiera quitarse, ya han aparecido donantes que han ofrecido pagar por un letrero nuevo.

Franklin Brookhart, obispo de la Diócesis de Montana emitió un comunicado en el que condenaba el acto vandálico.

“Aplaudo también a las personas de Bozeman que gentilmente mostraron su apoyo por la parroquia y su desdén por las declaraciones de odio”, dijo Brookhart. “Como personas que han sido bautizadas en la muerte y resurrección de Cristo, debemos morir al racismo, al odio, a la intolerancia y resucitar en novedad de vida al amor de Dios  y al amor del prójimo”.

– David Paulsen es redactor y reportero de Episcopal News Service. Puede dirigirse a él a dpaulsen@episcopalchurch.org. Traducción de Vicente Echerri.