Sacerdote episcopal lleva a un perro moribundo en una ‘gira del ultimo jauleluya’ a través del Sudoeste

Por David Paulsen
Posted Jul 7, 2017
Wili Nelson

Nawiliwili Nelson, más conocido por Wili, está pasando más de dos semanas en la carretera en un Honda CRV con el Rdo. Bill Miller, que llama a los perros “la mejor obra de Dios”. Foto de Bill Miller.

[Episcopal News Service] El Rdo. Bill Miller está llevando a un amigo íntimo de vacaciones a Las Vegas, pero este viaje tiene que ver con ladridos, no con apuestas.

El compañero de viaje de Miller es Wili, un perro de 12 años, que está muriendo de cáncer, y Las Vegas es sólo la última escala de un viaje por carretera a través de seis estados que el sacerdote episcopal de Luisiana ha definido como “la gira del último jauleluya”.

“Ha sido extraordinario”, dijo Miller el 6 de julio cuando lo alcanzaron por teléfono en Corsicana, Texas, al sur de Dallas. “Las mejores partes del viaje han sido realmente las que nos propusimos llevar a cabo, sencillamente pasar tiempo juntos. La hemos pasado muy bien”.

Además de pasar ese precioso tiempo con Wili, los otros objetivos de la gira son recordarle a la gente la importancia espiritual de las relaciones estrechas —ya sean con familiares, amigos o “el mejor amigo del hombre”— y promover y recaudar dinero para organizaciones que promueven el bienestar de los animales.

La gira llevará al Rdo. Bill Miller y a Wili de Luisiana a Nevada, pasando por Texas, Oklahoma, Nuevo México y Arizona. Aquí posan para una foto el 4 de julio durante una escala en la compañía cervecera Barrow, en Salado, Texas. Foto de Bill Miller vía Facebook.

La escala en Corsicana tuvo lugar aproximadamente una semana después de comenzada esta gira de dos semanas de duración, y una recaudación de fondos que tuvo lugar allí el 5 de julio produjo $1.600 para la Humane Society del Condado de Navarro . Miller ha programado alrededor de dos docenas de eventos semejantes en 18 ciudades de su ruta. Él también es el autor de dos libros, que vende durante sus visitas a iglesias, cervecerías y librerías, y parte de las ganancias de esas ventas se agregan a las recaudaciones de fondo.

“Hemos conocido algunas personas increíblemente amables y amorosas a lo largo del camino, que le han brindado [a Wili] una gran hospitalidad”, dijo Miller.

Miller, tejano de 58 años, ha servido como sacerdote por casi 25 años. Vivía en Austin cuando tuvo su primer perro, un Airedale llamado Sam, en 1993. El relato de la supervivencia del perro al incendio de una casa se convirtió en el punto de partida de un libro de Miller en 2005, El evangelio según Sam [The Gospel According to Sam](El otro libro de Miller es  Guía del bebedor de cerveza para llegar a Dios [The Beer Drinker’s Guide to God])

Después de la muerte de Sam y mientras atendía a una iglesia en Hawái, Miller adoptó a Wili, un terrier mezclado cuyo nombre completo es Nawiliwili Nelson, algo hawaiano y algo texano (su apodo se pronuncia “Willie”). El sacerdote sintió una inmediata conexión con el cachorro.

“Él tenía una de esas raras personalidades extrovertidas y la ha conservado a lo largo de su vida, incluso ahora que está lidiando con el cáncer”, explicó Miller.

Miller se mudó a Covington, Luisiana, al norte de Nueva Orleáns, hace unos dos años, para convertirse en rector de la iglesia episcopal de Cristo [Christ Episcopal Church]. Y ahora tiene tres perros, entre ellos un bastardo que se llama Sinbad y una pit bull que lleva el nombre de Mahalia Jackson Queen Liliuokalani, o abreviadamente Lili.

En noviembre, Miller notó que Wili no estaba comiendo. El veterinario le diagnosticó cáncer al día siguiente, y a Wili le dieron tres meses de vida. Pero esos tres meses se han extendido a más de seis y ahora ya ha entrado en el verano, con ayuda de cirugía, quimioterapia y una dieta saludable para Wili.

El Rdo. Bill Miller comparte historias de perros con fans en las escalas de su “Gira del último jauleluya” que hace con Wili por el Sur y el Sudoeste. Foto de Bill Miller

Miller tomó algún tiempo libre de su trabajo en la iglesias episcopal de Cristo para celebrar la mejoría de Wili con el viaje que actualmente hace por carretera. Tuvieron un almuerzo de despedida el 26 de junio en la cervecería Abita de Covington y emprendieron camino el día 30. La gira concluirá el 16 de julio en Las Vegas, donde tienen programados tres eventos en la Iglesia presbiteriana Mountain View .

La gira los llevará de Luisiana a Nevada, pasando por Texas, Oklahoma, Nuevo México y Arizona y, contando el viaje de regreso, Miller espera recorrer unos 8.000 kilómetros antes de llegar a su casa. Él también predicará a lo largo del camino, incluido el domingo 9 de julio en la catedral de San Pablo St. Paul’s Cathedral] en Oklahoma City.

Pero lo más importante para él, personalmente, es pasar tiempo con Wili, que tiene un cuenco con agua y espacio de sobra para descansar en el asiento trasero del Honda CRV de Miller. Ellos le han estado dando gracias a Dios por el aire acondicionado mientras recorren las ardientes autopistas del Sur y el Sudoeste. Viajan ligeros de equipaje y eligen hacer alto en hoteles económicos donde sean amigos de los perros.

“Wili no ha perdido el entusiasmo por la vida ni su amor por la gente”, dijo Miller.

Es un ejemplo de por qué Miller define a los perros como “la mejor obra de Dios”.

“Creo que los perros nos enseñan a que seamos mejores, porque muestran amor y lealtad incondicionales”, dijo él. “Son capaces de mostrarnos ese amor en todo momento. Siempre están felices de vernos, siempre nos mueven la cola. Sienten un enorme regocijo por las cosas más sencillas de la vida”.

David Paulsen es redactor y reportero de Episcopal News Service. Pueden dirigirse a él a dpaulsen@episcopalchurch.org. Traducción de Vicente Echerri.