El Obispo Primado reacciona a la decisión de Trump de retirar a EE.UU. del acuerdo del cambio climático

Posted Jun 1, 2017

[Episcopal News Service] El presidente Donald Trump anunció el 1 de junio que retiraría a Estados Unidos del Acuerdo de París, un compromiso hecho en 2015 para limitar el cambio climático que firmaron 196 naciones.

El acuerdo incluye un plan de decrecer las emisiones de carbón y limitar el calentamiento global a 2 grados Celsius, y un compromiso de las naciones más ricas de proporcionar una ayuda de $100.000 millones a los países en desarrollo. El acuerdo es el primer tratado internacional vinculante que se logra en 20 años de conversaciones sobre el clima en Naciones Unidas.

(Haga clic aquí para leer una alerta de la  Red Episcopal de Política Pública sobre la defensa de las asignaciones medioambientales).

A continuación la declaración del Obispo Primado:

El anuncio del presidente Donald Trump de su decisión de retirar el compromiso hecho por Estados Unidos con el Acuerdo del Clima de París, me hace acordar de la letra del viejo cántico espiritual que habla de Dios y de la creación de Dios con estas palabras: “Él sostiene el mundo entero en sus manos”. El mundo entero pertenece a Dios, como nos enseña el Salmo 24. Dios cuida aun de las más pequeñas de las aves, como enseñó Jesús y como dice el himno (Lucas 12:6). Y a nosotros los seres humanos nos ha sido encomendado el ser fideicomisarios, guardianes y mayordomos de la creación de Dios (Génesis 1:26-31).

Estados Unidos ha sido un líder global en el cuidado de la creación de Dios mediante empeños respecto al cambio climático que se extienden a lo largo de los años. El anuncio del presidente Trump cambia el papel del liderazgo de EE.UU. en la esfera internacional. A pesar de este anuncio, muchas empresas, estados, ciudades, regiones, organizaciones no gubernamentales y organizaciones religiosas de EE.UU., como la Iglesia Episcopal, pueden seguir emprendiendo decisiones audaces para abordar la crisis del clima. La frase, “seguimos dentro” se convirtió en una declaración de compromiso para muchos de nosotros que, independientemente de la decisión de nuestro presidente, estamos aún comprometidos con los principios del Acuerdo de París.

Los organismos religiosos, como la Iglesia Episcopal, ocupan un espacio único en el movimiento climático de todo el mundo. En el contexto de las Naciones Unidas, la UNFCCC [Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, por su sigla en inglés] y el Acuerdo de París, somos un organismo internacional que representa a 17 países en Estados Unidos, América Latina y el Caribe, Europa y Asia y el Pacífico. Somos también una reconocida organización observadora del proceso de la UNFCCC, autorizados a presentar observadores acreditados en las reuniones de la ONU sobre el cambio climático. Además, la Iglesia Episcopal es miembro de la Comunión Anglicana, la tercera tradición cristiana, en número de fieles, de todo el mundo, y nos mantenemos comprometidos a garantizar que los anglicanos de todas partes estén facultados para emprender una acción audaz respecto a la mitigación del cambio climático y la adaptación a él.

Sabemos que el cuidado de la creación de Dios comprometiéndonos con el cambio climático no es sólo bueno para el medioambiente, sino también para la salud y el bienestar de nuestro pueblo. EE.UU. está creando actualmente más empleos limpios a un ritmo más acelerado que el de la creación de empleos en casi uno de cada dos sectores de la economía, y una aceleración sin precedentes en el sector de las energías limpias también es evidente en muchas otras grandes economías.

Mi oración es que nosotros en la Iglesia Episcopal, en esta y en todas las cosas, seguiremos el camino, las enseñanzas y el Espíritu de Jesús  al cultivar una relación amorosa, liberadora y vivificadora con Dios, con los otros miembros de la familia humana y con toda la generosa creación de Dios.

A pesar de las dificultades y los fracasos, la obra prosigue. Este es el mundo de Dios. Y todos nosotros somos sus hijos. Y “el sostiene todo el mundo en sus manos”.

Rvdmo. Michael B. Curry
Obispo Presidente y Primado
de la Iglesia Episcopal


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