‘Rastro de Almas’, un cibersitio de la Diócesis de Maryland, revela la historia oculta de los nexos de las iglesias con la esclavitud

Por David Paulsen
Posted Feb 24, 2017
St. John's slave gallery

Un balcón que alguna vez sirvió como la “galería de los esclavos”, sigue siendo parte de la iglesia episcopal de San Juan en Kingsville, Maryland, como se explica en el cibersitio Rastro de Almas.

[Episcopal News Service] La esclavitud es un hilo que pespuntea indeleblemente la primera historia de la Iglesia Episcopal en Maryland, donde las congregaciones, en diversos grados de participación, facilitaron y se beneficiaron del trabajo forzoso de africanos, o lucharon contra él hasta que la esclavitud fue abolida por el estado en 1864.

En la capital, Annapolis, la iglesia de Santa Margarita [St. Margaret’s] poseía una plantación a mediados del siglo XVIII en la cual trabajaban hasta un centenar de trabajadores esclavizados, y casi seguramente que la mayor parte de las primeras estructuras de la congregación fueron construidas por esclavos.

Hacia el extremo occidental del estado, la iglesia Emanuel  [Emmanuel Church], en Cumberland, es bien conocida en la actualidad por haber sido una vez una de las escalas de la Vía Clandestina [Underground Railroad] que ayudaba a los esclavos a escapar hacia la libertad en los estados del norte.

Cerca de dos docenas de congregaciones a través de Maryland han investigado y registrado una multitud de historias como estas como parte de un proyecto de reconciliación racial denominado Rastro de Almas [Trail of Souls] que se encuentra ahora en su tercer año de existencia. Además de auspiciar una peregrinación anual a algunos de los sitios, el punto focal del proyecto de la Diócesis de Maryland es una página web que ofrece un viaje digital a través de la historia de las 23 iglesias  y sus relaciones con la institución de la esclavitud.

Ello no siempre resulta un tema agradable para los episcopales.

“No a todo el mundo le gusta tratar con la historia de la esclavitud”, dijo Reba Bullock, que dirige el Equipo de Trabajo de Investigación y Peregrinación de la diócesis. El equipo trabaja con las congregaciones para descubrir esos detalles históricos, y ahora está captando a más iglesias para participar de este empeño.

“A veces hay un poco de renuencia, pero una vez que se han incorporado [a la tarea] se entusiasman porque encuentran cosas acerca de la historia de la iglesia que no conocían”, dijo Bullock.

En una de las congregaciones, explicó Bullock, un profesor local se ofreció de voluntario para llevar a cabo la investigación y encontró que los esclavos en un momento asistían a los oficios en un balcón separados de los miembros blancos de la congregación, y algunos esclavos han sido enterrados en el cementerio de la iglesia.

Este túnel debajo de la iglesia de Emanuel en Cumberland se dice que fue utilizado para esconder a esclavos que escapaban a la libertad como parte de la Vía Clandestina. Foto de la iglesia Emanuel.

La página web Rastro de Almas incluye también información sobre la iglesia Emanuel, la cual probablemente se convirtió en una escala en la Vía Clandestina [Underground Railroad] después de la llegada del Rdo. David Hillhouse Buel, que participó activamente en el empeño de liberar a los esclavos. La congregación puede que ni siquiera haya estado consciente en ese tiempo de que la iglesia era parte de la Vía Clandestina, según su cibersitio el Rastro de Almas.

La iglesia episcopal de Middleham y San Pedro [Middleham and St. Peter’s Episcopal Church] en Lusby sobre la bahía de Chesapeake, advierte en su historia del Rastro de Almas que muchos sacerdotes antes de la guerra de Secesión eran dueños de esclavos. Y en Santa Margarita, en Annapolis, la congregación dio el paso adicional de dedicar cinco tarjas históricas en la iglesia, con los cuales reconocía los diversos modos de que la Iglesia se aprovechó de los esclavos, aunque también los ministró.

Michael Winn fue parte de un equipo que ya había estado investigando la historia de Santa Margarita cuando la diócesis llamó a la congregación a unirse a Rastro de Almas. Algunas de las cosas que el equipo de Santa Margarita encontró resultaron escandalosas, tales como registros que mostraban a la junta parroquial de principios del Siglo XIX debatiendo la compra y venta de esclavos para sostener económicamente a la iglesia (La iglesia nunca llegó a tomar una decisión sobre esta propuesta).

“Lo que hemos hecho es abrir la puerta para entender que lo que ocurrió en el pasado no es el pasado que queremos”, dijo Winn, pero sirve de reto, para reexaminar y reafirmar nuestras creencias en el contexto de esa historia.

La Diócesis de Maryland ha estado a la vanguardia del diálogo de la Iglesia Episcopal sobre reconciliación racial. Creó un comité de antirracismo y un equipo de trabajo para la reparación a principios del año 2000 y en 2010 disolvió esos cuerpos para concentrar los esfuerzos de la diócesis en la formación de una Comisión de Verdad y Reconciliación, dijo la Rda. Angela Shepherd, quien presidió inicialmente esa comisión.

La raza se ha convertido en un tema habitual en las últimas décadas en la reunión trienal de la Convención General de la Iglesia Episcopal. Shepherd, canóniga de la Diócesis de Maryland para la misión, dijo que la diócesis ha estado activa en esos empeños gracias al liderazgo de Sutton y al de sus predecesores.

Más de 600 personas han acabado el taller de antirracismo de la diócesis, dijo Shepherd, y el debate sobre los problemas de la raza ha continuado a través de proyecciones de películas, teatro interactivo y foros de adultos.

El lanzamiento en 2014 de la página web Rastro de Almas y su peregrinación inaugural se programó para el 150ª. Aniversario de la ilegalización de la esclavitud en Maryland, y el proyecto se inspiró en  una resolución de la Convención General de 2006 que le pedía a todas las diócesis que investigaran y documentaran la complicidad de la Iglesia con la esclavitud y la historia de la segregación y la discriminación.

“La investigación ha conducido al interés en lo local. Ha ido más allá de [la tarea de] un historiador de crear un documento que se publica”, dijo Shepherd. Ella describió una conversación que tuvo con un feligrés blanco que le dijo que él sabía que su iglesia había sido construida por esclavos, pero que no había apreciado plenamente su significado hasta que la congregación identificó a esos esclavos por sus nombres y los leyeron en alta voz durante un oficio.

Son tales momentos de despertar lo que la diócesis espera fomentar mediante el Rastro de Almas, un proyecto que Shepherd dijo podía replicarse en las diócesis de todo el país.

“Le advertiría a la gente que no se asuste”, dijo ella. “Creo que las personas tienen miedo de descubrir la verdad del pasado, pero creo que el llamado a la reconciliación es un llamado a reconciliarnos con nuestro pasado”.

David Paulsen es redactor y reportero de Episcopal News Service. Pueden dirigirse a él a dpaulsen@episcopalchurch.org. Traducción de Vicente Echerri.