El Obispo Primado y otros líderes episcopales piden a Trump mantener el reasentamiento de refugiados

La Iglesia “muestra el rostro de Dios a través del cuidado y la compasión en esa obra’

Por Mary Frances Schjonberg
Posted Jan 25, 2017

[Episcopal News Service] El Obispo Primado y el director del Ministerio Episcopal de Migración hablaron el 25 de enero anticipándose a las decisiones del presidente Trump en materia de inmigración.

Además, la Red Episcopal de Política Pública emitió una alerta política en que le brindaba a los episcopales medios de convertirse en promotores de la inmigración y los refugiados.

Esos empeños se producen en un día cuando Trump firmó decretos ejecutivos para comenzar la construcción de un muro en la frontera entre EE.UU. y México y para bloquear subvenciones federales a las “ciudades santuarios” que protegen a los inmigrantes indocumentados. El Washington Post informó que Trump, en una comparecencia en el Departamento de Seguridad Nacional, también firmó la primera de una serie de directrices para imponer nuevas restricciones a los 11 millones de inmigrantes que se calcula viven ilegalmente en Estados Unidos.

Los decretos de Trump junto con otros que él ha firmado pueden encontrarse aquí.

Los ayudantes de Trump sugirieron que más directrices podían producirse en los últimos días de esta semana, según el Post, incluidas restricciones adicionales a personas procedentes de países de mayoría musulmana. El periódico informó que le habían filtrado un borrador de un decreto presidencial titulado “Protegiendo a la nación de ataques terroristas de ciudadanos extranjeros” en que se ordena suspender el otorgamiento de visas a personas provenientes de “países particularmente preocupantes”. El periódico dijo que el decreto cumpliría una promesa electoral de Trump de revisar a los que aspiraban a inmigrar o a visitar Estados Unidos, basándose en parte en sus opiniones e ideología, y que cesaría de inmediato el reasentamiento de refugiados sirios en Estados Unidos.

El obispo primado Michael Curry, el Rdo. E. Mark Stevenson, director del Ministerio Episcopal de Migración y la red de política pública se expresaron en contra de esas medidas que se esperan.

Curry dijo que la labor de reasentamiento de refugiados es un ministerio que la Iglesia Episcopal y las otras iglesias y organizaciones de carácter religioso aman.

“La labor del Ministerio Episcopal de Migración es la obra de Dios, y mostramos la faz de Dios mediante el cuidado y la compasión en esa obra”, afirmó Curry. “Le pido al presidente Trump que continúe la influyente labor de nuestro programa de reasentamiento de refugiados sin interrupción, reconociendo la larga espera y el proceso de selección que significa que los refugiados esperan meses y a veces años para entrar en el país.

“Le pedimos que continúe aceptando a tantos refugiados como hemos tenido en el pasado, reconociendo que la necesidad es mayor que nunca. Pedimos que se tomen en consideración a los refugiados de todos los países para venir a EE.UU., y que no se prohíba el ingreso de los que provienen de países más necesitados de nuestra ayuda”.

Stevenson dijo que cualquier decisión de suspender el programa de reasentamiento de refugiados durante un tiempo considerable “significará que muchos de los más vulnerables, de los que corren mayor riesgo de [ser víctimas] de violencia adicional, los menos aptos para defenderse, se queden ahora sin esperanza”.

“Tal posición no refleja quienes somos como nación, o como pueblo de fe”, dijo él.

Cada año el Ministerio Episcopal de Migración trabaja en asociación con su red de 30 miembros de afiliados locales en 26 estados, junto con diócesis, comunidades de fe y voluntarios, para recibir a refugiados provenientes de zonas de conflicto de todo el globo. Este año, el EMM espera recibir a unos 5.000 refugiados en Estados Unidos provenientes de 32 países, tales como la República Democrática del Congo, Birmania, Afganistán y Siria.

La agencia garantiza el tránsito seguro y ofrece servicios vitales para miles de familias refugiadas a su llegada a Estados Unidos, incluidos clases de idioma y orientación cultural, servicios de empleo, matrícula escolar y ayuda inicial con vivienda y transporte. Para cada familia, el objetivo es la autonomía y la autodeterminación.

El EMM es una de las nueve agencias de reasentamiento en EE.UU. que hacen contratos con el gobierno federal para ayudar a reasentar refugiados cuyo ingreso en el país ha sido aprobado. Gran parte de la financiación del EMM deriva de esos contratos.

Stevenson dijo que las restricciones que se espera que Trump imponga a los refugiados se caracterizarían como medidas en pro de la seguridad del país. “Sin embargo, aislarnos del mundo no nos hace más seguros; tan sólo nos aísla”, afirmó. “Ser temerosos de los que son diferentes a nosotros no nos hace más sabios, ni incluso más prudentes; sólo consigue atraparnos en una cámara de resonancia de sospecha y nos inhibe de amar como Cristo amó”.

Estados Unidos no puede resolver la violencia en otros países, agregó Stevenson, pero “podemos actuar de manera moral y dar pruebas de liderazgo” ofreciéndoles a los refugiados una nueva vida en un lugar seguro. Él prometió que el EMM “continuará ministrando a los que han huido de sus hogares por causa de la persecución, la violencia o la guerra.

“Mediante nuestra red de afiliados a través del país, y con la ayuda de la Iglesia Episcopal a nivel denominacional, acogeremos a estos hombres, mujeres y niños que no eligieron convertirse en refugiados”, declaró Stevenson. “ En asociación con otras agencias de reasentamiento, trabajaremos con nuestro gobierno y las comunidades locales para proporcionar un lugar de acogida”.

El EMM había programado previamente un seminario en la red a las 4 P.M. (hora del Este) del 1 de febrero para debatir las causas de las crisis de los refugiados y examinar preguntas tales como quién es un refugiado, cómo se reasienta un refugiado en Estados Unidos, cómo los refugiados reasentados benefician a sus comunidades y cómo las personas pueden comprometerse con las comunidades locales para acoger a refugiados.

“El Presidente tiene plena autoridad para limitar el número de refugiados cada año’, dijo la oficina de la EPPN en su alerta política. “Es de suma importancia que el presidente Trump escuche a los líderes religiosos que se oponen a cualquier tipo de prohibición o de reducción drástica en el reasentamiento”.

La alerta le pide a los episcopales que se pronuncien contra cualquier política que impida el reasentamiento de refugiados en base a la religión o la nacionalidad, e insta a nuestro gobierno a no reducir el número de refugiados que ingresa en Estados Unidos.

– La Rda. Mary Frances Schjonberg es redactora y reportera de Episcopal News Service. Traducción de Vicente Echerri.


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