Relatos bíblicos en español vuelven a la vida en Texas

Por Mike Patterson
Posted Sep 22, 2016
Thomas E. Fountain enseña a leer a centroamericanos en los años 40 con sus relatos de personajes bíblicos

Thomas E. Fountain enseña a leer a centroamericanos en los años 40 con sus relatos de personajes bíblicos

[Diócesis Episcopal de Texas Occidental] Cuando era una bebita, el padre y la madre de Sarah Willingham la montaron en su Plymouth de 1939, engancharon un remolque cargado con sus muebles y enseres domésticos y un viejo órgano de fuelle y salieron rumbo a México. Eso marcó el comienzo de un viaje que los llevaría a la misión de por vida de llevar el Evangelio a personas de habla hispana en todo el mundo.

Thomas E. Fountain, o Tomás de la Fuente como era conocido en los libros que escribió en español, se sentía motivado por el deseo de divulgar la Biblia entre la población indígena de México, Honduras y otros países de Sur y Centroamérica. Prolífico autor en inglés, expandió sus tones de escritor al traducir relatos bíblicos al español y recontarlos de un modo que fuera culturalmente sensible, de manera que personas de limitada preparación pudieran leer, entender y aplicar sus lecciones a sus propias vidas.

Entre sus libros para este público había una serie sobre personajes bíblicos, empezando por Abraham, seguido por José y luego por Sara. Han estado agotados durante muchos años, pero ahora, casi 75 años después de que ella viajara a México con sus padres, Willingham está trayéndolos de vuelta a la vida.

Miembro de la iglesia episcopal de San Marcos [St. Mark’s], ella ha comenzado la empresa Libros de la Fuente, una casa editorial sin fines de lucro en Wimberley, al suroeste de Austin. Su objetivo es volver a imprimir los libros de su padre y ponerlos en las manos de los hispanohablantes de hoy a través de feligreses, de la Diócesis Episcopal de Texas Occidental y de otras iglesias episcopales y denominaciones, en viajes de misión. Willingham dijo que los libros también tiene un lugar en las congregaciones de habla hispana de EE.UU.

Su labor comenzó hace unos nueve años cuando Willingham, después de la muerte de su padre, se encontró los libros. “Muy pronto el Espíritu Santo estaba induciéndome” a reimprimirlos, contó ella. Trabajando con su nombre en español, Sarita de la Fuente, ella le hizo alguna corrección de estilo a la obra original de su padre, y luego probó su fluidez en base a un programa elaborado por su hermana. “Lo tenemos en un nivel de escolaridad que no sólo resulta fácil para la persona que tiene habilidades de lectura básicas, sino también a todos los niveles”, dice ella.

Además, ella creó cuestionarios de estudio para los libros, de manera que puedan leerse de principio a fin o en segmentos.

En la actualidad, ha publicado los libros sobre Abraham, Sara y José, pero se propone añadir más, incluida la reimpresión de algunos de los otros títulos de su padre sobre las Parábolas y sobre Jesús. “Él escribió 18 de estos [libros]. “Ahora mismo tenemos solamente los tres primeros”.

También se propone escribir uno ella sobre Isaac, basándose en las instrucciones que dejara su padre respecto a cómo escribir para este público en particular. “Lo llamamos Isaac y sus hijos mellizos, dijo ella. “Intentamos darle un poquito de sabor de familia al título”.

Los libros cuestan $7 cada uno. La Diócesis de Texas Occidental está poniendo estos folletos a disposición de líderes de equipos que van en viajes de misión a países de habla hispana, dijo Marthe D. Curry, directora del Centro para las Misiones Mundiales en la diócesis.

“A todo el mundo les gusta”, dijo Curry. “Las estamos promoviendo más este otoño con las nuevas ediciones de Sarah.

La diócesis también está planeando ofrecerlas como parte de un taller foro sobre escuelas dominicales en las iglesias mexicanas que se celebró en conjunto con Frontera Unida, una asociación del clero del valle del Río Grande y la diócesis de Nuevo México.

La Oficina del Ministerio Latino/Hispano también está al tanto de los libros. Otras denominaciones también los han usado.

“La gente de México en particular expresó que no se leen como una traducción”, dijo ella. “Es como si los hubieran escrito para mí y no que los hubieran escrito para otra persona y me lo tradujeran”.

Ella dijo también que los lectores perciben que los libros hacen los personajes bíblicos más accesibles “y pertinentes a sus vidas actuales. Una persona dijo que hasta ahora estos individuos eran como personajes de cartón o iconos en la pared. Ahora me parecen reales”.

Criado en Nueva Jersey, Fountain comenzó su obra cuando le aplazaron el servicio militar obligatorio durante la segunda guerra mundial. Siendo un hombre casado, padre de familia y ministro bautista, las Fuerzas Armadas aplazaron su reclutamiento. Sin embargo, él quería ayudar a otros a través de su ministerio.

Aunque no hablaba ni una palabra en español, se unió al grupo de Mexican Indian Mission, lo enviaron a Ciudad de México a aprender el idioma y luego al México rural, a Husuchinango, en Puebla.

“Papa creía que estas personas estaban realmente necesitadas de leer la Escritura”, dijo Willingham. El problema era que muchos tenían tan limitado nivel de alfabetización, “que se sentían completamente intimidados cuando intentaban leer la Biblia con sus [escasas] destrezas en la lectura”.

“Él descubrió que el número de lectores era tan limitado que incluso los que estaban en el seminario pasaban trabajo [para leer] los materiales traducidos”, apuntó ella. “Algunos de los prejuicios culturales eran una cosa. La otra era que a veces el vocabulario estaba sencillamente fuera de su alcance”.

“Eso se convirtió en el cimiento de lo que él hizo”, añadió ella. “Él decidió regresar [a EE.UU.] y obtener un diploma avanzado en alfabetización y fue a Honduras con el objetivo de enseñar a leer a la gente. Tenían un índice de alfabetización de sólo el 40 por ciento. Él percibió que era terreno fértil”.

Se valió de programas de radio para reforzar las lecturas y “luego se dijo que debía encontrar materiales para que los leyeran. Así fue cuando empezó a escribir estos folletos”, explicó ella.

“Él tomó diferentes personajes bíblicos y recontó su historia en lenguaje contemporáneo y utilizó un vocabulario que los lectores inexpertos o los recién alfabetizados podían entender”, siguió diciendo ella. “Lo que descubrió fue que no sólo estas personas recién alfabetizadas respondían a estos [textos], sino que muchísimos ministros y líderes de estudios bíblicos encontraban el material muy útil”.

Los ministros hasta empezaron a citar su obra en los sermones y los líderes de estudios bíblicos lo utilizaban para su trabajo.

“Él realmente quería que la gente sintiera una conexión personal con la Escritura y con el Evangelio”, afirmó. “Que no era algo remoto, sino que era algo con lo que podían realmente relacionarse”.

Escribir los libros de los relatos bíblicos no fue el único éxito editorial de Fountain. También creó una compañía editorial en México con oficinas en Costa Rica y publicó los textos de muchos autores cristianos así como algunas de sus propias obras. Uno de sus libros más notables fue una Hermenéutica que todavía se sigue usando en algunos seminarios de América del Sur.

“Escribía constantemente”, contó ella. “Su pasión era que la gente en verdad pudiera tener acceso a la Escritura. Si sentían que la Biblia que ponían en sus manos estaba más allá de su capacidad de entendimiento, entonces debía haber otra vía para ayudarles a acceder a eso. Esa era realmente su pasión, que conocieran el Evangelio, que conocieran la Biblia”.

La visión de Willingham es llevar adelante la misión de su padre al continuar proporcionando material que sea legible para cualquier nivel, fundamentalmente en español. Para más información, diríjase a Libros de la Fuente en delafuente.libros@gmail.com.

— Mike Patterson es escritor y fotógrafo independiente. Asiste a la iglesia episcopal de San Miguel y Todos los Ángeles [St. Michael and All Angels] en Blanco, Texas. Traducción de Vicente Echerri.