La CDSP prepara a los seminaristas para la vida pública

Por Lynette Wilson
Posted Sep 14, 2016

[Episcopal News Service] En la Escuela de Teología Eclesiástica del Pacífico (CDSP por su sigla en inglés), de Berkeley, California, preparar a futuros sacerdotes para dirigir congregaciones en el mundo de hoy también significa adiestrarlos para la vida pública.

Hace dos años, el seminario comenzó una revisión de su currículo, concentrando su Programa de Maestría en Teología en tres conceptos cristianos fundamentales: misión, discipulado y evangelización. Junto con eso, [la institución] se comprometió a educar a los seminaristas en las destrezas de la reflexión crítica, el análisis contextual y la conversación pública, para las cuales desempeña un papel el adiestrarles en organización comunitaria.

El Muy Rdo. W. Mark Richardson, presidente y decano de la Escuela de Teología Eclesiástica del Pacífico, durante el adiestramiento dela Fundación de Áreas Industriales el año pasado. Foto/CDSP.

El Muy Rdo. W. Mark Richardson, presidente y decano de la Escuela de Teología Eclesiástica del Pacífico, durante el adiestramiento dela Fundación de Áreas Industriales el año pasado. Foto/CDSP.

“Estamos tratando de hacer un cambio en nuestro currículo y buscando un mayor ajuste entre la vida de la fe y la vida pública”, dijo el Muy Rdo. W. Mark Richardson, presidente y decano de la CDSP, en una entrevista en su oficina con Episcopal News Service.

“Preparar líderes seguros de sí en la interrelación de la fe y la vida pública… esa es una manera, creemos, de abordar en el siglo XXI la cuestión de la misión”, añadió.

Para muchos episcopales, resulta claro que ser la Iglesia en el mundo significa estar presente en las comunidades y asumir un interés activo en mejorar las vidas de las personas. En los últimos años, algunos obispos episcopales han llamado a su clero, cada vez más, no sólo a ser pastores, sino [también] a ser empresarios, teólogos públicos y organizadores de comunidades basadas en la fe.

“Los obispos están diciendo cada vez más que la organización comunitaria es algo bueno”, dijo la Rda. Susanna Singer, profesora asociada de Desarrollo Ministerial y directora del Programa Doctoral de Ministerio de la DCSP. “Siempre hemos tenido a nuestros seminaristas haciendo educación pastoral clínica en hospitales para aprender las destrezas pastorales a profundidad, pero algunos obispos empezaron a decir que queremos que aprendan destrezas organizativas a profundidad”.

La fe cristiana, añadió ella, tiene que ver con la visión de Dios de un florecimiento para la humanidad y el cosmos. “Significa que el cuerpo de Cristo, que somos nosotros ahora, tiene que salir afuera y participar en las comunidades en que vivimos porque es allí donde va hacerse realidad el sueño de Dios”.

Para adiestrar a sus seminaristas, la CDSP recurrió a la ayuda de la Fundación de Áreas Industriales (IAF, por su sigla en inglés), una red de organizaciones de carácter religioso y comunitario que ha adiestrado a líderes y capacitado a comunidades desde 1940.

En 2013, el seminario y la IAF empezaron a ofrecer un curso de Organización para el Ministerio Público, de una semana de duración, que se basa en la preparación nacional de líderes de la IAF en el contexto religioso, educacional, laboral y comunitario. Lo que antes era un curso optativo de seis días, a partir de este otoño es un requisito para los nuevos seminaristas.

“La intención es adiestrar a personas normales para proporcionarles tanto un marco conceptual para pensar sobre los temas del poder y el egoísmo y el liderazgo, como algunas habilidades prácticas para relacionarse con personas que son diferentes a uno en el ancho mundo”, dijo Anna Eng, principal organizadora de la IAF en el área de la Bahía [de San Francisco], en una entrevista telefónica con ENS.

Los participantes aprenden, añadió ella, a dirigir una reunión y a tener conversaciones productivas. Muchos líderes de la IAF provienen de un contexto religioso, de manera que tiene sentido asociarse con el seminario, lo cual, además del adiestramiento práctico, facilita la discusión teológica.

La CDSP no sólo ofrece el curso, es también miembro de la IAF.

El curso se centra en el desarrollo de destrezas, de herramientas y de capacidades teóricas y reflexivas para la organización comunitaria en torno a múltiples asuntos en el contexto del ministerio. Los líderes de la IAF proporcionan el adiestramiento práctico básico y los profesores de la CDSP dirigen las reflexiones teológicas.

Jennifer Snow, directora del [programa] de aprendizaje extendido de la CDSP y profesora auxiliar de teología práctica, moderó las reflexiones teológicas durante el adiestramiento de la IAF del año pasado. Foto/CDSP.

Jennifer Snow, directora del [programa] de aprendizaje extendido de la CDSP y profesora auxiliar de teología práctica, moderó las reflexiones teológicas durante el adiestramiento de la IAF del año pasado. Foto/CDSP.

Jennifer Snow, directora del [programa] de aprendizaje extendido de la CDSP y profesora auxiliar de teología práctica, moderó las reflexiones teológicas durante el último adiestramiento de la IAF. Los seminaristas participan diariamente en una reflexión teológica. Escriben ensayos antes y después del adiestramiento y tienen la obligación de leer artículos y libros que les han sido asignados, entre ellos Bienaventurados los organizados:democracia popular en Estados Unidos [Blessed Are the Organized: Grassroots Democracy in America] de Jeffrey Stout.

En el primer ensayo, basado en las lecturas, los seminaristas reflexionaron sobre las relaciones entre la organización comunitaria de amplia base y un liderazgo fiel. La mayoría de los seminaristas dicen que “trabajar en pro de la justicia social es importante, por consiguiente, la organización comunitaria es importante”, sin darse cuenta de que mezclan ambas cosas, dijo Snow.

“La organización comunitaria es una estrategia para trabajar en pro de la justicia”, dijo ella, y que los estudiantes hagan la distinción es una de las aspiraciones del curso. “Deberían ser capaces de darse cuenta y de expresar el porqué esto, como estrategia, contiene un mandato bíblico y teológico para las comunidades religiosas, no que sea la misma cosa”.

Hay que hacer una distinción importante: la organización comunitaria es una estrategia específica que surge de un contexto específico y de necesidades específicas, dijo Snow.

“Si uno se pone a pensar, ‘tengo que trabajar por la justicia porque el libro de Miqueas me lo dice, y Jesús me lo dice y, por tanto, tengo que llevar a cabo una organización comunitaria’, eso, a la postre, no resulta muy convincente”, explicó ella. “Porque la organización comunitaria es una estrategia específica no sólo respecto a trabajar por la justicia, sino respecto a abordar el poder de una manera relacional, en oposición a la manera del ‘poder impuesto’”.

Como resulta obvio, es decisivo cambiar la percepción que la gente tiene del poder.

“Conlleva pensar de manera diferente acerca del poder: crear relaciones con las personas, invitar a las personas a compartir el poder con usted como líder. Es una estrategia muy específica respecto a intentar alcanzar una sociedad más justa en nuestro contexto particular”, dijo Snow.

Entender y abrazar el poder como una fuerza positiva puede ser al principio un proceso desestabilizador.

“La mayoría de nosotros tiene una connotación negativa del poder porque siempre hemos estado en el extremo de los perdedores y siempre hemos sido víctimas de abusos”, dijo Eng, añadiendo que el poder no es algo naturalmente malo.

“El poder es realmente algo muy bueno. Uno no puede hacer nada sin poder”, afirmó. “A partir de la tradición cristiana, toda la Biblia está llena de ejemplos de un Dios poderoso que interviene a través de personas poderosas que dudan de ejercer su poder. Luego, en gran medida, se trata de retornar a la tradición cristiana.

“Parte de ella es ayudar a las personas a recobrar eso, la noción de que el poder que resucitó a Cristo de los muertos está dentro de uno: recobrarlo, reconocerlo y no dejar que te intimide. Pero hemos visto demasiados abusos de poder, y lo hemos experimentado, luego tiene sentido que la gente lo evite”.

La Rda. Susanna Singer, profesora asociada de Desarrollo Ministerial y directora del Programa Doctoral de Ministerio, ayudó a rehacer el currículo de la Maestría en Teología para incluir un adiestramiento en organización comunitaria. Foto/CDSP.

La Rda. Susanna Singer, profesora asociada de Desarrollo Ministerial y directora del Programa Doctoral de Ministerio, ayudó a rehacer el currículo de la Maestría en Teología para incluir un adiestramiento en organización comunitaria. Foto/CDSP.

El punto de vista de Sarah Thomas acerca del poder cambió inmediatamente.

“Desde el primer día, nos hacen ver cuán a menudo nosotros —especialmente las mujeres— cedemos el poder desde el momento en que abrimos la boca”, escribió ella en un email a ENS. “Me alentaron a recobrar mi poder y hablar sin excusas. Esta fue una lección importante para mí como futura líder. Aprendí a entablar las relaciones una por una, escuchando atentamente, permitiendo que mi curiosidad me guiara y haciendo las preguntas oportunas”.

“He llegado a ser más audaz y más receptiva”, dijo Thomas, que vive en Santa Bárbara y que toma cursos por Internet y pasa cuatro semanas al año en el campus.

Fundada en 1893 para preparar clérigos para el ministerio en el Oeste [de EE.UU.], la CDSP es miembro fundadora de la Unión Teológica de Postgrado (GTU, por su sigla en inglés). Es uno de los siete seminarios del nordeste de Berkeley a sólo unas cuadras del campus de la Universidad de California, con centros judío, hindú, musulmán, ortodoxo, swedenborgiano y de varias denominaciones evangélicas. El Seminario Teológico de San Francisco, escuela que pertenece a la GTU, se encuentra en el vecino San Anselmo, en el condado de Marín.

Es en este contexto, ecuménico, interreligioso y secular que los seminaristas comparten, durante el curso, con rabinos, empresarios, estudiantes y otras personas.

“La mezcla de perspectivas y opiniones era realmente diversa, de manera que resultaba realmente educativo, estar allí con alguien que había estado dedicado a los negocios toda su vida. Un director ejecutivo jubilado tiene una perspectiva muy diferente a la mía”, dijo Aaron Klinefelter, seminarista de la Diócesis de Ohio Sudoriental [o del Sudeste].

Klinefelter, que ahora cursa el segundo año, se matriculó en el seminario a sabiendas de que él tendría que hacer algo más que dirigir una parroquia, que de él se esperaba que participara en la vida pública y comunitaria.

“En verdad sabía que me metía en esto”, dijo durante una entrevista con ENS en Brewed Awakening, una cafetería que queda al pie de la cuesta del seminario, añadiendo que esta manera de pensar es aún algo de cierta manera nuevo en la Iglesia Episcopal. “No estoy seguro por qué es algo nuevo que la gente se dé cuenta de que los miembros han abandonado el edificio”.

– Lynette Wilson es redactora y reportera de Episcopal News Service. Traducción de Vicente Echerri.


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