Carta Pastoral de la Iglesia Episcopal Anglicana de El Salvador

Posted Aug 18, 2016

San Salvador 15 de agosto de 2016

Hermanas y hermanos, en este día del 99 aniversario del natalicio de nuestro Profeta y Mártir, Monseñor Oscar Arnulfo Romero, me es grato dirigir esta carta a todos los sectores de nuestra sociedad y a la comunidad internacional.

Vivimos tiempos de mucha tensión política, tiempos sobre todo, donde los grandes medios de comunicación bombardean a nuestro pueblo con programas y noticias muchas veces carentes de lo más cercano a la verdad, lo cual, es provocado de manera intencional para provocar confusión en la gente.

Por eso, como Iglesia, queremos recordar que la Ley de Amnistía de 1993 ha sido un intento “legal” para cubrir graves delitos cometidos contra la población civil en los años 80’s durante el conflicto armado. Con la aprobación de la ley, se irrespetó la Constitución de la República, Tratados Internacionales, y sobre todo, los derechos fundamentales, la dignidad y el dolor de las víctimas.

Como Iglesia tenemos la misión de ser instrumento de Paz y facilitadora del urgente proceso de reconciliación.  Por eso nos alegramos que el día 13 de julio de 2016 la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, declarara inconstitucional la ley de Amnistía.  La declaratoria antes mencionada, nos alegra, porque ahora se abren  las posibilidades para buscar la verdad de lo ocurrido, lo cual es una condición fundamental para “hacernos libres”, para poder sanar las heridas hasta ahora abiertas, y así, poder trabajar juntos y juntas un verdadero y auténtico proceso de  reconciliación.

Como Iglesia debemos asumir la corresponsabilidad moral de acompañar a las víctimas para que puedan enfrentarse con dignidad y valentía ante sus victimarios. Por tanto, hacemos un llamado a los victimarios a salir de la obscuridad de su pasado “oprimido y culposo”, para que ante Dios y ante las víctimas, puedan expresar toda la verdad sin temores, pero con convicción y humildad para pedir perdón.

Es muy importante reconocer que no se puede borrar por decreto el pasado de tanto dolor. No hay perdón barato, ni fácil. No basta decir que el gobernante ya pidió perdón, o que Dios ya ha perdonado; debemos acompañar y asumir el dolor de las familias que han perdido hijos/as, esposa/o y demás familiares,  o aquellas cuyas hijas fueron violadas.

Expresamos nuestra alegría y solidaridad a las víctimas por la declaratoria de inconstitucionalidad de la Ley de Amnistía, no obstante, queremos hacer un llamado con mucho respeto, pero puntual, en el sentido de asumir con responsabilidad histórica la nueva etapa en el camino hacia la verdad y la reconciliación, es decir; que este hecho, no debe usarse para persecuciones arbitrarias o revanchas políticas, puesto que afectaría gravemente el proceso democrático que hemos venido  construyendo.

Trabajemos juntos para darles voz a las víctimas de la guerra. Apoyemos y facilitemos para que puedan encontrar la verdad sobre sus familiares asesinados y desaparecidos, lo cual les liberará. Debemos comprometernos por el camino del perdón y la reconciliación.

Hacemos un especial llamado a la Asamblea Legislativa, para que lo más pronto posible, aprueben  los instrumentos legales y necesarios para facilitar a las víctimas el acceso a la verdad, garantizando procesos transparentes en la investigación de cada caso.

Varios mártires que tuvieron la oportunidad de perdonar a sus verdugos, hablaron como Jesús, lo ha hecho: TE OFREZCO MI PERDON.  Unámonos como verdaderos hermanos, hijos e hijas de un solo Dios porque será más fácil la construcción del Reino de nuestro Dios. Trabajemos por la vida, la reconciliación y la paz. Recordemos la promesa de Jesús, que no nos deja solos, Él nos acompaña  e iluminara el camino, día y noche.

Caminemos bajo la bendición de Dios.

No tengamos miedo. La verdad nos hará libres.

Su hermano en Cristo,
Rvdmo. Juan David Alvarado
Obispo Diocesano y Representante Legal
Iglesia Episcopal Anglicana de El Salvador


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