Para Ecuador Litoral, la relación de compañerismo con Tennessee mantiene el rumbo

Por Lynette Wilson
Posted Jun 27, 2016
Compañeros provenientes de la Diócesis de Tennessee posan para una foto con el Rdo. Francisco Orrala y su esposa Claudina Pacheco frente a la iglesia episcopal de San Mateo en Guayaquil, Diócesis de Ecuador Litoral. Foto de Lynette Wilson/ENS.

Compañeros provenientes de la Diócesis de Tennessee posan para una foto con el Rdo. Francisco Orrala y su esposa Claudina Pacheco frente a la iglesia episcopal de San Mateo en Guayaquil, Diócesis de Ecuador Litoral. Foto de Lynette Wilson/ENS.

[Episcopal News Service – Guayaquil, Ecuador] Al igual que en todas las relaciones, las relaciones de diócesis compañeras y de parroquia a parroquia están sujetas a fluctuaciones, pero para las parroquias de las diócesis de Tennessee y de Ecuador Litoral su relación de larga data ha mantenido el rumbo y ha continuado evolucionando.

La apertura al cambio y el escuchar atentamente han caracterizado la visita más reciente de la Diócesis de Tennessee a la Diócesis de Ecuador Litoral, una visita anual planeada de antemano que dio un viraje luego de que un terremoto de 7,8 de magnitud azotara la costa central [del Ecuador] causando la muerte a centenares de personas, lesionando a millares y desplazando a decenas de millares de sus hogares al norte de Guayaquil.

Los compañeros de Tennessee han hecho visitas anuales a Ecuador desde 1998. A lo largo de los años, han participado en proyectos de construcción, renovaciones, nuevos edificios y cercados; han moderado talleres y clínicas; han participado juntos en reuniones cultuales y fraternales y han practicado un ministerio de presencia, particularmente durante su más reciente visita en la que oyeron las historias de los sobrevivientes del terremoto y sus familias.

El grupo se reunió con la Rda. Betty Juárez Villamar, que preside la mesa, en la iglesia episcopal de San Pablo en Manta, una de las zonas más afectadas por el terremoto del 16 de abril. Foto de Lynette Wilson/ENS.

El grupo se reunió con la Rda. Betty Juárez Villamar, que preside la mesa, en la iglesia episcopal de San Pablo en Manta, una de las zonas más afectadas por el terremoto del 16 de abril. Foto de Lynette Wilson/ENS.

Originalmente, el grupo de 11 personas se esperaba que ascendiera al doble, y que algunos de sus miembros abrieran una clínica. Por el contrario, los compañeros de Tennessee se concentraron en un ministerio de presencia, visitando iglesias en Guayaquil y la provincia de Manabí, una de las zonas más castigadas por el terremoto, a unas tres horas y media por carretera [de Guayaquil] en la costa central.

Para responder a algunas de las necesidades de las personas, un grupo de profesionales de la medicina de la Diócesis Episcopal de Puerto Rico, que dirige un sistema de salud en la isla, se unió a los médicos locales, del 15 al 18 de junio, para ofrecer servicios médicos de atención obstétrica y ginecológica, medicina general, pediatría y atención psicológica a las personas de Manabí.

El que los asociados de Puerto Rico, que también tienen relaciones de compañerismo con Ecuador Litoral, respondieran a necesidades médicas, les permitió a los compañeros de Tennessee sentarse y escuchar los relatos de la gente y sus preocupaciones.

“Nos encontramos en una encrucijada … ¿hay algún modo mejor de hacer las cosas?”, dijo Paul Wholley, compañero de misión durante mucho tiempo y miembro de la iglesia del Buen Pastor [Church of the Good Shepherd] en Brentwood, Tennessee, que ayudó a coordinar la misión de tres días auspiciada por esta iglesia. “Si el terremoto tiene un aspecto positivo es que pudimos hacer un viaje para escuchar”.

Las diócesis de Tennessee y Ecuador Litoral tuvieron una relación oficial de compañerismo de 1998 a 2010; ahora la relación se mantiene entre parroquias, coordinada por un comité de compañerismo dirigido por George Kurz, miembro de la iglesia episcopal de San Felipe [of St. Philip’s] en Nashville.

Dos cosas de importancia están sucediendo en la Diócesis de Ecuador Litoral. Se está desarrollando un plan a largo plazo para responder a las necesidades de personas afectadas por el terremoto, su bienestar físico y emocional, la reconstrucción de sus hogares y el ayudar a que la gente encuentre empleo. El otro foco principal, que ha estado en marcha pero que está cobrando fuerza, es el trayecto de la diócesis hacia el autosostén para su misión y ministerio.

Cuando le preguntaron cuáles son las carencias, necesidades y expectativas de sus relaciones de compañerismo, Alfredo Morante, obispo de Ecuador Litoral, dijo que son muchas pero que la primera prioridad es encontrar asociados y compañeros que puedan acompañar a la diócesis en su trayecto al autosostén.

Cada una de las siete diócesis que integran la IX Provincia de la Iglesia Episcopal —Ecuador Litoral, Ecuador Central, Honduras, Venezuela, Colombia, Puerto Rico y la República Dominicana— deben adoptar un plan de autosostén.

En mayo, los obispos de la IX Provincia crearon un grupo de desarrollo provincial durante una reunión del sínodo en San Juan, Puerto Rico. El propósito del grupo de desarrollo es colaborar al desarrollo y autosostén de las diócesis mediante la promoción de un desarrollo sostenible, la solicitud de recursos y el fortalecimiento de las relaciones de compañerismo.

El grupo de desarrollo se inspira en el Grupo Dominicano de Desarrollo, que ha ayudado a la Diócesis de la República Dominicana a establecer un fondo —con la colaboración de la Iglesia Episcopal— que ha contribuido a garantizar su misión y ministerio futuros. Gran parte de lo que ha podido hacer el GDD ha sido posible con la cooperación de compañeros, que han facilitado más de 50 viajes de misión al año.

El obispo ha hablado hace tiempo acerca de la necesidad de la diócesis de llegar a ser autosostenible, dijo Kurz.

“Esto no es ‘Ecuadorlandia’, esto no es un parque de atracciones”, dijo Kurz, durante una entrevista en Guayaquil. “Me siento llamado a estar aquí… y quiero hacer lo más que pueda por ser un compañero”.

Lo que los compañeros de larga trayectoria han advertido en Ecuador refleja lo que sucede en Estados Unidos: las parroquias que tienen un firme liderazgo se convierten en las parroquias más pujantes, y los líderes fuertes en Estados Unidos asociados con líderes fuertes en Ecuador tiene la capacidad de producir resultados sostenibles.

Los diáconos y los sacerdotes de la diócesis, dijo Morante, quieren lo mismo que él, relaciones de compañerismo que puedan ayudar a llevarles por el camino del autosostén y que puedan ayudarles a servir a sus parroquias y a las comunidades circundantes.

La Rda. Mariana Loor, a la izquierda, vicaria de la iglesia episcopal de Jesús el Señor en Guayaquil, Ecuador, y Sarerna Pettit, de la iglesia episcopal José de Arimatea en Hendersonville, Tennessee, conversan frente a la iglesia. Foto de Lynette Wilson/ENS.

La Rda. Mariana Loor, a la izquierda, vicaria de la iglesia episcopal de Jesús el Señor en Guayaquil, Ecuador, y Sarerna Pettit, de la iglesia episcopal José de Arimatea en Hendersonville, Tennessee, conversan frente a la iglesia. Foto de Lynette Wilson/ENS.

El autosostén es algo por lo que la iglesia de San José de Arimatea [St. Joseph of Arimathea] en Hendersonville, Tennessee, está colaborando con la iglesia de Jesús el Señor, su asociada en la zona de clase obrera de Guayaquil, dirigida por la Rda. Mariana Loor.

“En Jesús el Señor tienen un verdadero talento para las empanadas”, dijo Sarerna Pettit, miembro de San José de Arimatea, intérprete al español del grupo de Tennessee y quien ha sido compañera de misión durante mucho tiempo.

La iglesia tiene una ventana que da a la calle, lo cual facilita las ventas; el plan es comenzar algo pequeño con las empanadas y luego expandir la operación para incluir panadería. Con el dinero que se recaude localmente y el apoyo de la diócesis y de los compañeros de Tennessee, la iglesia cuenta con el capital inicial para empezar, afirmó ella.

Con el transcurso de los años, Pettit y Loor han terminado siendo amigas: se mantienen en comunicación vía email y saben que oran la una por la otra.

“(Nuestra) principal relación es de oración”, dijo Loor, durante una visita a Jesús el Señor, aunque ella también ha hecho una visita a Tennessee. Tenemos una hermosa relación y estamos unidas en el Espíritu Santo”.

– Lynette Wilson es redactora y reportera de Episcopal News Service. Traducción de Vicente Echerri.


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