Una peregrinación por los inmigrantes centroamericanos

By Clara Villatoro
Posted Jun 14, 2016
La peregrinación recorriendo la ciudad de Guatemala.

La peregrinación recorriendo la ciudad de Guatemala.

[Episcopal News Service] “La migración no es un delito, es un derecho humano”, afirmó el obispo episcopal de El Salvador, David Alvarado.  Él y otras 18 personas participaron de la denominada “Peregrinación  Mons. Romero, el paso de la persona migrante”, que recorrió el camino de los indocumentados desde Centroamérica hasta Estados Unidos.

La iniciativa surgió en el Consejo Romerista Intersectorial de El Salvador (CRIES), un grupo ecuménico unido por el testimonio de Mons. Óscar Romero, arzobispo católico asesinado en 1980 tras sus constantes denuncias ante las injusticias sociales durante la guerra civil.

Mons. Romero fue beatificado por el Vaticano el 23 de mayo de 2015 y el CRIES organizó la peregrinación para conmemorar el primer aniversario de su beatificación. El grupo viajó con las reliquias del beato Romero, otorgadas por la Iglesia Católica, que previamente recorrieron diferentes parroquias en El Salvador.

“La idea ha sido evidenciar el mensaje de Romero, darle vigencia a su legado de justicia y verdad […] Unimos la celebración a la migración porque es una realidad en nuestro país y hay muchas violaciones a los derechos de los migrantes, a veces hasta de parte de las propias autoridades”, explicó José López, vocero de CRIES.

El grupo inició su viaje desde El Salvador el 28 de mayo, recorrió Guatemala y México hasta ingresar en Estados Unidos por la frontera de California el pasado 9 de junio. Según López, durante el recorrido visitaron varios albergues y realizaron celebraciones ecuménicas en diferentes ciudades.

Para el obispo Alvarado una de las experiencias más impactantes fue la vivida en el albergue Casa de Migrantes “Las patronas”, en  Veracruz, México: “Con ellos vimos a la gente subir a ‘La bestia’ (el tren mexicano), llevamos comida y agua a esa zona y escuchamos testimonios muy duros. Estamos impresionados por lo que viven nuestros hermanos migrantes. Es admirable cómo los reciben en los refugios.”

La Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos (USBP, por su sigla en inglés), clasifica como “familia” a dos o más parientes que viajan juntos. Según sus estadísticas, cerca de tres familias salvadoreñas ingresan cada hora en Estados Unidos de manera ilegal. Entre octubre de 2015 y abril de 2016, el gobierno estadounidense reportó el arresto de 13.392 familias salvadoreñas en la frontera  con México. A ellas se sumaron, en el mismo período, 11.009 familias guatemaltecas y 9.422 familias hondureñas.

“Viajar [indocumentado] a Estados Unidos es un peligro; nosotros lo hemos visto. Sabemos que nuestra gente lo hace por necesidad, por la violencia o falta de empleo. Queremos llegar a Los Ángeles y decir al Gobierno [de EE.UU.] que los migrantes tienen derechos”, aseguró el obispo.

Actividades en Estados Unidos

 El grupo de peregrinos en un descanso al cruzar el desierto de Baja California.

El grupo de peregrinos en un descanso al cruzar el desierto de Baja California.

Al cruzar la frontera, la peregrinación se unió a un grupo de feligreses que encabezaba el obispo de la Diócesis de San Diego, James Mathes, para celebrar un oficio ecuménico en la valla fronteriza el 10 de junio y luego continuar hacia la Diócesis de Los Ángeles.

“Queremos hablar honestamente de qué significa para nosotros, como cristianos, seguir el ejemplo de Mons. Romero. En especial en estos días, con tantos actos de violencia contra los inmigrantes, es sumamente importante  […] no quedarnos callados y trabajar por la justicia para todo ser humano”, expresó la Rda. Nancy Frausto, sacerdote de la iglesia de La Trinidad en Los Ángeles.

Según el obispo Alvarado, la idea de la peregrinación surgió precisamente en la Diócesis de Los Ángeles, donde existe una gran comunidad latina, entre ellos muchos salvadoreños.  El Obispo aseguró que la actividad se pudo realizar gracias al apoyo de la Diócesis de Los Ángeles y la Diócesis de San Diego.

La  Rda. Frausto afirmó que el llamado de Mons. Romero a trabajar por la justicia sigue vigente y que la peregrinación del grupo con la imagen de Romero tiene mucho valor para la feligresía. “Con solo saber que esa imagen de Mons. Romero que trae la peregrinación ha pasado  por el camino que tantos de nuestros feligreses han recorrido es algo que resulta muy emotivo. Es recordar que Dios nos protege, que hay gente orando por nosotros. Es algo grande”, dijo.

La Diócesis de Los Ángeles tiene un programa de acompañantes para niños y adolescentes inmigrantes que llegan a Estados Unidos sin ningún pariente que les cuide. El programa, según la Rda. Frausto, ofrece la posibilidad de vivir en un hogar de feligreses episcopales, al igual que asesoría legal  para los menores. La diócesis también cuenta con el Servicio Interreligioso de Refugiados e Inmigración (IRIS, por su sigla en inglés), que ofrece apoyo a los inmigrantes adultos.

La imagen de Romero y el grupo de peregrinos continuará visitando iglesias de diferentes denominaciones en California, con el mensaje de justicia, fe y esperanza proclamado por el beato salvadoreño.

— Clara Villatoro es una periodista que reside en El Salvador.


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