El Seminario Teológico de Virginia celebra que una capilla se levante de sus cenizasUn día entero de festejos para una dedicación y consagración que apuntan hacia el futuroPosted Oct 14, 2015 |
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La nueva capilla Immanuel del Seminario Teológico de Virginia, dedicada y consagrada el 13 de octubre, se alza más allá de las ruinas del edificio de 1881 que fue destruido por un incendio el 22 de octubre de 2010. Las ruinas son ahora un jardín de recordación. Foto de Peter Aaron Otto/Robert A.M. Stern, Arquitectos.
[Episcopal News Service] Con tres toques a la puerta dados por la obispa primada Katharine Jefferts Schori, el Seminario Teológico de Virginia dio inicio a una celebración de todo un año por su nueva capilla Immanuel el 13 de octubre, casi a cinco años justos de que su predecesora fuera destruida por un incendio.
“En 2010, para la gloria de Dios, esta capilla se quemó y fue reconstruida en 2015”, dijo el arzobispo de Cantórbery Justin Welby, al comenzar su sermón parafraseando un cartel que existe en la catedral de Coventry, en Inglaterra, que se quemó en 1949 y fue reconstruida en 1962. “¿Es posible? ¿Puede un evento de esta naturaleza ser alguna vez para gloria de Dios? ¿Por qué sí?, porque en la muerte y la resurrección volvemos a la presencia del Dios viviente que levantó a Jesucristo de los muertos”.

La obispa primada Katharine Jefferts Schori toca tres veces a la puerta de la nueva capilla Immanuel del Seminario Teológico de Virginia al comienzo del oficio de dedicación y consagración el 13 de octubre. Foto del STV.
Jefferts Schori de pie fuera de la capilla y valiéndose de su báculo pastoral golpeó tres veces a la puerta de la capilla y exclamó: “que se abra la puerta”. Luego hizo, con el báculo, la señal de la cruz en el umbral y dijo: “Paz sea a esta casa, y a todos los que entran en ella”.
Siguiendo el orden en el Libro de Oración Común, los obispos participantes fueron bendiciendo, por turno, la pila bautismal (Carolyn Tanner Irish, obispa jubilada de la Diócesis de Utah y copresidente honoraria de la campaña de captación de fondos para la capilla) la cruz procesional y los ciriales (James Shand, obispo jubilado de la Diócesis de Easton y presidente de la junta de síndicos del STV), el órgano (Michael Curry, obispo primado electo) y el ambón/púlpito (Frank Griswold, 25º. obispo primado y copresidente de la campaña de captación de fondos para la capilla).
Jefferts Schori bendijo el altar antes de que lo revistieran y lo prepararan para la Gran Plegaria Eucarística. Shannon Johnston, obispo de Virginia, bendijo el armario [de los cálices y las vestimentas] después de la comunión.
El himno de secuencia, escrito para el oficio por el Rdo. Carl P. Daw Jr. como un regalo de la Clase de 2015, incluía la petición de que Dios “nos edifique como una casa fiel sobre un monte santo”. El seminario comisionó a su profesor de música sacra, Rdo. William Bradley Roberts, para escribir “Un Gloria Festivo” [A Festal Glory] que se cantó después de que el altar quedó revestido y preparado y antes del rito de la paz.
Todo esto se hizo en celebración del nuevo edificio de la capilla. Welby advirtió durante su sermón que los edificios de la Iglesia pueden ser tanto bendiciones como cargas: a veces son los siervos de la Iglesia”, dijo, y a veces son el tirano de la Iglesia con sus “exigencias e instrucciones”.
Los edificios de la Iglesia no son más que ladrillo y argamasa, pero edificios como “el espacio, asombroso, espléndido y hermoso” de la nueva capilla Immanuel, acogen a peregrinos y les infunden un sentimiento de “exultación y de belleza”.
El pueblo que se congrega a adorar acude con desordenados corazones llenos de gozo y de pesar, de llamados que no logran discernir y de vergüenza por el pecado, y salen transformados y reorientados hacia el servicio, afirmó él. “La santidad no es nítida ni limpia ni respetuosa de las normas”, siguió diciendo. “es un fuego y una llama que consume lo oscuro y lo sucio. Es belleza y temor, que nos lleva a caer sobre nuestros rostros, paralizados por nuestro pecado, atraídos por su luz radiante y su calor restaurador. Pero la santidad nunca es prolija”.
Y si bien el culto puede transformar y reorientar a los participantes, no debe buscar hacer a las personas conformistas, añadió. “Que éste nunca sea un lugar que busque conformar a las personas”, dijo Welby.
El Arzobispo hizo un llamado a que la capilla “oriente y forme a los que han de portar la antorcha de la unidad”. Diciendo que su corazón se quebranta cuando contempla las divisiones que existen en el mundo, Welby oró: “Oh, Dios, necesitamos una Iglesia unida”.
Welby también citó las divisiones de la Comunión Anglicana, “en las cuales estoy en lo personal profundamente implicado”. Llamó a la congregación a “reconocer, contemplar y lamentar” el hecho que “nosotros también nos apartamos de Dios y perdemos de vista la misión de Dios”.
La Iglesia debe edificarse sobre la roca de la obediencia a la palabra de Jesús, enfatizó el Arzobispo.
“No hay ninguna transigencia con ese mensaje. Sin él, esto es un museo, una interesante antropología social”, afirmó. “Con Jesús como su foco y centro, es un canal de la irrupción del reino de Dios. Para que la capilla Immanuel viva a la altura de la belleza de su arquitectura debe ser un lugar no de orden o de conformidad, sino de transformación y de conversión diarias, tal como lo tendría San Benito. Ha de ser un lugar donde el encuentro con Dios torne a una multitud de peregrinos en el pueblo que encuentra a Dios en Cristo”.

El obispo de la Diócesis de Virginia Shannon Johnston, el decano del Seminario Teológico de Virginia Ian Markham, la diácona Susan Ackley Lukens; la obispa primada Katharine Jefferts Schori, el obispo primado electo Michael Curry y el arzobispo de Cantórbery Justin Welby cantan en el altar durante la eucaristía de dedicación y consagración del edificio el 13 de octubre. Foto de Richard Schori.
Y, habiendo encontrado a Dios en Cristo, los peregrinos que entran como pecadores, dijo Welby, “encuentran perdón y salen c
on nuevo corazón y nueva esperanza a transformar un mundo en el cual de otro modo las tinieblas parecen extinguir la luz, el temor prevalece y el sufrimiento desesperanzador somete a los más débiles y a los más pobres”.
El texto del sermón de Welby se encuentra aquí.
El ofertorio del oficio se dedicó a la campaña para reconstruir la catedral de la Santa Trinidad de la Diócesis de Haití en Puerto Príncipe, la cual fue destruida por un terremoto en enero de 2010.
“Como comunidad estamos muy conscientes de que nuestra pérdida coincidió con el terremoto de Haití que destruyó la catedral”, dijo el Muy Rdo. Ian S. Markham, decano y presidente del STV, en sus palabras de bienvenida. “Según celebramos, queremos hacer nuestra parte en acercar el momento en que nuestras hermanos y hermanos de Haití celebren en su nueva catedral”.
“Este seminario está decidido a continuar sirviendo a la Iglesia Episcopal y a la más amplia Comunión Anglicana a través de esta capilla”, dijo Markham. “Tomamos a pecho lo que le hemos escuchado decir al arzobispo de Cantórbery. Nos esforzaremos en tratar de servir a Dios y, en todas las cosas, a Dios sea la gloria”.
El himno de la post comunión “Grande es tu fidelidad”, recordaba el día en que quedó destruida la capilla anterior. Lo habían cantado los que Markham reunió para que oraran mientras ardía la capilla Immanuel de 1881.
Más tarde el 13 de octubre, Welby ofició en un oficio de vísperas coral que comenzó con la bendición de las nuevas campanas de la capilla por el obispo Griswold, desde lo alto del campanario. Un malfuncionamiento de los micrófonos, obligó a Griswold a comenzar el oficio tres veces. Bendecidas al fin, sin el beneficio de un micrófono que funcionara, las campanas comenzaron a repicar mientras Griswold salía de la torre para volver al nártex para la procesión.
La torre de la capilla cuenta con ocho campanas de tañidos en serie. Hechas en la Fundación Whitechapel en Londres. A las campanas las alzaron y las instalaron a fines de 2014. La Fundación Whitechapel, la compañía manufacturera más antigua de Gran Bretaña, también fundió la original campana de la Libertad y el Big Ben, la campana que da la hora en el reloj de Westminster. En el tañido en serie no se hace ningún intento de producir una melodía convencional; las campanas se repican con una serie de variaciones.
El oficio de vísperas incluyó también la dedicación de dos obras de arte. Una de ellas, un Icono de la Encarnación, se le encargó a Olga Shalamova. La otra era un escultura, María como profeta, de Margaret Adams Parker, y se erigió fuera de la capilla; la misma representa a María como una adolescente que lleva la Palabra Eterna y es conminada a compartir el mensaje que ha de cambiar el mundo.

El obispo primado electo Michael Curry, la obispa primada Katharine Jefferts Schori, el arzobispo de Cantórbery Justin Welby, el ex obispo primado Frank Griswold y el decano del Seminario Teológico de Virginia Ian Markham reunidos el 13 de octubre antes de la consagración y dedicación de la capilla Immanuel. Foto de Matt Rhodes/STV vía Facebook.
Luego de las vísperas, Robert A.M. Stern, fundador y socio principal de la firma de arquitectos de Nueva York que diseñó la capilla, se dirigió a la congregación. Stern dijo que se sentía agradecido de haber podido contribuir a la misión del seminario. “El diseño de un espacio sagrado es uno de los grandes privilegios que un arquitecto podría desear”, afirmó.
Después de expresarle su agradecimiento a su personal, a sus colegas y a los constructores, Stern también le dio las gracias a la comunidad del seminario y a su visión. “Los arquitectos son tan buenos como sus clientes se lo permitan”, dijo, provocando risas y aplausos.
Al presentar a Stern, Markham dijo que la escuela quería un edificio que pareciera que siempre había formado parte del existente conjunto de edificios del campus y también uno que ofreciera nuevas posibilidades de culto.
“Según miran en torno la nueva capilla Immanuel, espero que consideren que hemos hallado nuestra vía, que hemos encontrado algo nuevo que decir en medio de nuestro problemático presente”, dijo Stern. “Y según nos adentramos en el futuro incognoscible, espero que nuestra intención de construir para el porvenir se vea recompensado”.
El arquitecto explicó que en lugar de replicar simplemente el edificio de 1881, o de diseñar uno que fuera solamente innovador, su firma quiso abarcar el pasado del seminario así como su visión para el futuro. “No teníamos la intención de hacer una iglesia del siglo XIX”.
La firma, entre cuyos clientes se cuentan desde universidades hasta Disneylandia y el distrito de los teatros de Nueva York, diseñó un edificio con la flexibilidad para cumplir la misión del seminario de enseñar a futuros clérigos a dirigir el culto mientras sirve como sencillo trasfondo a toda una serie de propósitos litúrgicos, desde celebraciones a gran escala hasta oficios íntimos” La parroquia que ahora se conoce como iglesia Immanuel de la Colina [Immanuel Church-on-the-Hill]ha celebrado cultos en la capilla del seminario desde mediados del siglo XIX.
Las celebraciones del día dieron inicio a los eventos de un “año de dedicación” en el seminario para festejar la nueva capilla.

La Agencia Federal de Bebidas Alcohólicas, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos y el Departamento de Bomberos de Alexandria, VA, dictaminaron que el incendio del 22 de octubre de 2010 que destruyó el edificio de la capilla (de 1881) del Seminario Teológico de Virginia había sido accidental.
La Agencia Federal de Bebidas Alcohólicas, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por su sigla en inglés) investigó el incendio de 2010 y dictaminó seis días después que había sido producto de un accidente. La respuesta federal es de rutina cuando tiene lugar un incendio de esa magnitud en una casa de culto, dijeron el seminario y la ATF en ese tiempo. El incendio comenzó en un latón de basuras que dejaron cerca de un calefactor en la sacristía.
La estructura de madera estilo victoriano tardío carecía de detectores de humo y de un sistema de rociadores, y el fuego se extendió rápidamente. Los daños a la capilla, consagrada en 1881, se calcularon en $2,5 millones, según dijo la ATF.
Los síndicos de la escuela acordaron en noviembre de 2011 construir una nueva capilla para reemplazar la que se había destruido. Los restos del edificio de 1881 se preservaron como un jardín de recordación.
Las obras comenzaron en septiembre de 2013 y la primera eucaristía se celebró en la nueva capilla el 12 de febrero de 2015.
La nueva capilla Immanuel es parte de una serie de instalaciones de “Adoración y Acogida”, que incluye un mejorado centro de acogida y un nuevo estacionamiento, lo cual crea una nueva entrada desde la carretera que lleva al seminario [Seminary Road] al campus.
La campaña de captación de fondos “Capilla para las Edades” de la escuela recaudó más de $14,3 millones para el proyecto. Presidieron esta campaña Cynthia C. (Cece) Fowler, el Rdo. J. Barney Hawkins IV (vicepresidente de progreso institucional del STV) y el 25º. Obispo primado Griswold. Tanner Irish, obispo jubilado de Utah, fue copresidente honorario.
El orden para el oficio eucarístico de dedicación y consagración se encuentra aquí.
El orden del oficio de vísperas se encuentra aquí.
Ambos oficios se transmitieron en directo. La eucaristía se puede ver aquí. El oficio de vísperas se puede ver aquí.
– La Rda. Mary Frances Schjonberg es redactora y reportera de Episcopal News Service. Traducción de Vicente Echerri.
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