Declaración de la Cámara de Obispos: ‘Comunión frente a la diferencia’

Posted Jul 4, 2015

Nosotros, la Cámara de Obispos de la Iglesia Episcopal, deseamos expresarles nuestro amor y aprecio a nuestros colegas que se identifican como Asociados de la Comunión y a esos obispos que tienen afinidad con la posición de los Asociados de la Comunión, tal como dieron a conocer en la Declaración de Salt Lake City de Asociados de la Comunión. El tiempo pasado juntos en Salt Lake City, en diálogo y en oración, ha demostrado cuan profundamente el amor de Dios en Jesús nos vincula y nos faculta para el servicio de la misión de Dios. Mientras esperábamos la dirección del Espíritu Santo en nuestras deliberaciones, nos han recordado que la Cámara de Obispos está ricamente dotada de muchas voces y perspectivas sobre asuntos de significación teológica, litúrgica y pastoral. Esto se ha demostrado en nuestro discernimiento respecto a asuntos doctrinales relativos al matrimonio cristiano. Le damos gracias a Dios por la abundante variedad de voces en nuestra Cámara, en nuestras diócesis, en la Iglesia Episcopal y en la Comunión Anglicana, que refleja la amplitud de la misericordia y la presencia de Dios en la Iglesia y en el mundo.

Damos particulares gracias por el resuelto testimonio de nuestros colegas de Asociados de la Comunión. Valoramos su compromiso con la Iglesia Episcopal y con la Comunión Anglicana y confiamos en él. Reconocemos que la suya es una voz minoritaria en la Cámara de Obispos en nuestras deliberaciones respecto al matrimonio cristiano; y afirmamos que, pese a nuestras diferencias, ellos constituyen una parte indispensable de quienes somos como la Cámara de Obispos de la Iglesia Episcopal. Nuestra Iglesia necesita de su testimonio. Además, apreciamos que cada uno de nosotros regresará a las diócesis donde habrá una variedad de respuestas a las resoluciones A054 y A036. La ecuanimidad, generosidad y amabilidad con las que los Asociados de la Comunión han compartido sus puntos de vista sobre el matrimonio cristiano y han permanecido en relación es un modelo a seguir para nosotros y para los líderes laicos y ordenados de nuestras diócesis. Le damos gracias a Dios que en la plenitud de la Santa Trinidad podemos y debemos permanecer unidos como el Cuerpo de Cristo en nuestras diócesis, en la Iglesia Episcopal y en nuestras relaciones con nuestras hermanas y nuestros hermanos en Cristo en la Comunión Anglicana. Los vínculos creados en el bautismo son ciertamente indisolubles y oramos que tengamos la confianza para depender del Espíritu Santo que continuará manteniéndonos juntos como asociados en la comunión mediante el amor de Dios en Jesús.


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