Resoluciones sobre la igualdad matrimonial pasan a la Cámara de Diputados

Por Sharon Sheridan y Pat McCaughan
Posted Jun 30, 2015

[Episcopal News Service – Salt Lake City] Cuatro días después de que el Tribunal Supremo de EE.UU. legalizara la igualdad matrimonial en todo el país, la Cámara de Obispos aprobaba dos nuevas liturgias para uso experimental y un cambio canónico para eliminar referencias al matrimonio como [un compromiso contraído] entre un hombre y una mujer. Las resoluciones ahora se someten a la aprobación de la Cámara de Diputados.

Los diputados, entre tanto, le dieron su aprobación final a la Resolución A037, que prosigue la labor del Equipo de Trabajo sobre el Estudio del Matrimonio.

Si la Cámara de Diputados está de acuerdo con la Resolución A054, enmendada por la Cámara de Obispos, las liturgias “El testimonio y la bendición de un matrimonio” y “La celebración y bendición de un matrimonio 2” —tomados de Recursos litúrgicos I: Te bendeciré y serás una bendición, revisadas y extendidas en 2015 de los materiales suplementarios del Libro Azul de la Comisión Permanente sobre Liturgia y Música— estarán disponibles para uso experimental a partir de este Adviento. Esos ritos ofrecen la opción de usar “mujer” “marido”, “persona” o” “cónyuge”, haciéndolos aplicables tanto a parejas heterosexuales como del mismo sexo.

Los obispos eliminaron de la resolución una tercera liturgia propuesta, “La forma de solemnización del matrimonio”.

Las tres liturgias pueden encontrarse en las páginas 2-151 aquí de los materiales que la comisión permanente le brindara a la Convención.

La resolución enmendada estipula que: “Los obispos en ejercicio de la autoridad eclesiástica o, donde fuere apropiada, de supervisión eclesiástica, facilitarán a todas las parejas que busquen casarse en esta Iglesia el que tengan acceso a estas liturgias. El uso experimental es sólo disponible sujeto a la discreción y con la autorización del obispo diocesano”.

La resolución dice también “que los obispos pueden continuar ofreciendo una generosa respuesta pastoral para responder a las necesidades de los miembros de esta Iglesia”. Durante el debate, los obispos dijeron que esto intentaba abordar las situaciones de obispos en jurisdicciones fuera de Estados Unidos, tales como Italia y en países de la IX Provincia, donde los matrimonios de parejas del mismo sexo siguen siendo ilegales.

La resolución extiende a estos recursos la estipulación canónica de que “quedará a discreción de cualquier miembro del clero de esta Iglesia rehusar presidir cualquier rito contenido en ellos” y que “esta Convención respeta la diversidad teológica de esta Iglesia en asuntos concernientes a la sexualidad humana; y que ningún obispo, presbítero, diácono o laico debe ser obligado o penado en modo alguno, ni sufrir ninguna discapacidad canónica, como resultado de su objeción o respaldo teológico a la decisión de la 78ª. Convención General contenida en esta resolución”.

Algunos obispos cuestionaron si esto significaba que un sacerdote podría oficiar en una ceremonia matrimonial entre personas del mismo sexo aunque su obispo u obispa no aprobara el uso de las liturgias experimentales.

La estipulación busca proteger al clero en una diócesis donde el obispo aboga por el uso de las liturgias, replicó el obispo jubilado de Virginia Peter Lee. Los clérigos están protegidos si discrepan con el obispo, pero no si lo desobedecen, dijo.

La resolución también aprueba el uso continuo de “El testimonio y bendición de un pacto de por vida” que aparece en Recursos litúrgicos I, que la Convención General aprobó para uso provisional en 2012, “conforme a la dirección y autorización del obispo que ejerza la autoridad eclesiástica”.

El obispo Larry Benfield, de Arkansas, expresó la preocupación de disponer de múltiples ritos matrimoniales.

“El comité está presentando varias liturgias para uso experimental de manera que esta Iglesia tiene una oportunidad de experimentarlas y de entablar una conversación respecto a su uso”, replicó el obispo Thomas Ely, de Vermont, que participó en la Comisión Permanente sobre Liturgia y Música y en el Equipo de Trabajo sobre el Estudio del Matrimonio. “Ninguna de estás se convierte en la versión autorizada del Libro de Oración Común por cuenta de esta decisión”.

Los obispos debatieron luego y finalmente aprobaron la Resolución A036 enmendada que revisa el Canon I.18 titulado “De la solemnización del Santo Matrimonio” (página 58 de los Cánones de la Iglesia Episcopal aquí).

Entre muchas correcciones, la resolución elimina referencias al matrimonio como contraído entre un hombre y una mujer.

Reestructura también el requisito en la primera sección del canon de que el clérigo se ajuste tanto a “las leyes del Estado” como a “las leyes de esta Iglesia” respecto al matrimonio, y también estos cánones concernientes a la solemnización del matrimonio. Los miembros del clero pueden solemnizar un matrimonio usando cualquiera de las formas litúrgicas autorizadas por esta Iglesia”.

Un clérigo puede “rehusar solemnizar o bendecir cualquier matrimonio”, una cláusula semejante a la discreción existente permitida al clero.

Según la revisión, las parejas firmarían una declaración de intenciones, la cual fue elaborada por el comité legislativo para respetar las necesidades de parejas en las que sólo uno de los miembros es cristiano.

Una resolución para sustituir un informe de la minoría sobre la A036 no resultó aprobada.

“Es hora para nosotros de hacer esto”, dijo Gene Robinson, obispo jubilado de Nuevo Hampshire, antes de la votación. “Es hora de que declaremos cuán lejos hemos llegado, y dónde estamos en este momento y donde debemos ir en el futuro”.

Entre los que se opusieron a la resolución canónica se contaban el obispo William H. Love, de Albany.

“Creo que gran parte del debate se ha basado en toda suerte de cosas desde el punto de vista de nuestra interpretación del matrimonio y de las relaciones [conyugales]”, dijo. “En ninguna parte Dios dice que las personas no deben amarse mutuamente… Eso no es un problema. En ninguna parte Dios dice que dos hombres o dos mujeres no puedan compartir una vida juntos o compartir un hogar juntos o ser representantes legales el uno del otro. La única cosa que Dios parece haber dicho a través de las Sagradas Escrituras es que no es apropiado el uso del don de la intimidad sexual entre un hombre y una mujer” fuera del matrimonio.

Entre tanto, la Cámara de Diputados aprobaba el 29 de junio la Resolución A037, luego de varias enmiendas fallidas, conviniendo con los obispos en la labor continua del Equipo de Trabajo sobre el Estudio del Matrimonio.

“Uno de los dones que como Iglesia hemos recibido de nuestros hermanos y hermanas homosexuales es la invitación a estudiar el matrimonio, a estudiar lo que significa el matrimonio para nuestro tiempo y en nuestro día, y pocas conversaciones han suscitado tanto interés como nuestra conversación sobre el matrimonio”, según el diputado Brian Baker, presidente del comité legislativo especial sobre el matrimonio.

Él dijo que la resolución hace dos cosas: le pide o exige a las congregaciones que estudien los materiales que el Equipo de Trabajo sobre el Matrimonio ha creado para ayudar a entender la teología del matrimonio y la larga historia del matrimonio, los cuales están ahora a disposición de las congregaciones (a partir de la página 9 aquí).

También autoriza la continua labor del equipo de trabajo “porque la tarea no ha concluido”, dijo Baker a la cámara. Afirmó que el papel de los clérigos como agentes del Estado no se incluyó en la discusión ni sólo se concentró en la solemnización del matrimonio.

[La resolución] invita a la exploración de la diversidad cultural y teológica para hacer avanzar el diálogo y con demasiada frecuencia el estudio se ha concentrado en una perspectiva anglooccidental, “cuando somos una Iglesia que tiene personas de diferentes naciones”, subrayó.

La diputada Katrina Hamilton, de Olympia, les dijo a los diputados que ella había estado viviendo una relación fiel y monógama durante los últimos seis años con su novio, pero que siente que el silencio de la Iglesia respecto a esas relaciones es un “juicio pasivo”.

“Vivimos juntos, compartimos algunos gastos y, pese a los admirables y encomiables esfuerzos de algunos amigos y familiares, yo no tengo interés en tener hijos ni en casarme. Si bien sé que eso podría cambiar algún día, ahora mismo mi relación no parece tener ningún valor independiente, salvo como precursora de algo que yo no intento hacer”.

Ella dijo que el reconocimiento de parte de la Iglesia de un solo tipo de familia, “implica que los otros no cuentan”.

“En mi clase de Escuela Dominical les enseño a los niños que respecto a los ritos sacramentales, todos pueden, algunos deben y ninguno está obligado. Ahora mismo resulta claro que cuando se trata del matrimonio nos hemos sometido [a los criterios de] la sociedad secular al decir que el matrimonio es [un estado] ‘que todos debemos finalmente’ [contraer]. No suponemos que todos los laicos serán ordenados y, sin embargo, suponemos que todas las personas solteras un día se casarán.

“Significaría muchísimo para mí personalmente que mi vida fuese reconocida, si no aceptada”.

Entre los empeños para enmendar la resolución se incluyó una solicitud de que el equipo de trabajo consultara con otras iglesias de la Comunión Anglicana y con asociados ecuménicos, y también que se emitiera un informe de la minoría.

La diputada Zoe Cole, de Colorado, dijo que ella se oponía a la enmienda porque los obispos ya habían aprobado [la resolución] y debían haber considerado tales requisitos. Haciendo notar las limitaciones del tiempo para finalizar la legislación, añadió que “no queremos jugar al ping-pong. Queremos aprobar resoluciones y avanzar y hacer los deberes que nuestras diócesis nos enviaron aquí a hacer. Insto pues a mis hermanas y hermanos contención legislativa”.

La Rda. Ruth Meyers, diputada de la Diócesis de California, dijo que hace un año la Comisión Permanente sobre Liturgia y Música, la cual ella presidía, había auspiciado una consulta en Misurí Occidental sobre el matrimonio entre parejas del mismo sexo que incluyó a representantes de 24 diócesis de la Iglesia Episcopal, seis provincias de la Comunión Anglicana y cinco de nuestros asociados ecuménicos de EE.UU., “todos ellos en jurisdicciones civiles donde el matrimonio entre personas del mismo sexo es legal conforme al código civil”.

Los funcionarios ejecutivos y el secretario de la Convención también estuvieron presentes en esa reunión, apuntó.

— Sharon Sheridan y la Rda. Pat McCaughan son parte del equipo de Episcopal News Service que está reportando desde la Convención General. Traducción de Vicente Echerri.


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