El cine religioso: ¿favorece o perjudica la narrativa Cristiana?

Por Pat McCaughan
Posted Dec 18, 2014

ens_121514_exodus1_sp[Episcopal News Service] Éxodo: dioses y reyes [Exodus: Gods and Kings], la última de una serie de películas con temas religiosos de este año, protagonizada por Christian Bale en el papel de Moisés, se estrenó el 12 de diciembre, pero, ¿pueden considerarse, ésta y otras de su género, películas cristianas? Y ¿favorecen —o afectan negativamente— el relato bíblico?

Algunos episcopales, como Faith Bryant, de Highland, California, cree que las licencias creativas de Hollywood con películas como Noé [Noah], que se estrenó en marzo, con Russell Crowe en el papel estelar del patriarca constructor del Arca, afectan negativamente algunos entrañables relatos bíblicos.

Pero otros opinan que es importante establecer las conexiones. Que, si las películas —fieles o no a los relatos bíblicos— pueden dar lugar a un compromiso religioso más profundo o incluso orientar a los no iniciados en la dirección de la Iglesia, tanto mejor.

Lisa Brown, directora del ministerio de los niños en Mount Lebanon, Pensilvania, celebró una gala de alfombra roja y otras actividades después de “que se aparecieran muchísimos niños de repente” cuando filmaron en la iglesia Las estrellas tienen la culpa [The Fault in Our Stars].

El Rdo. Alex Riffee, que está a punto de inaugurar en enero un “Ministerio de la Teología del Cine” en la iglesia de Santiago Apóstol [St. James Church] en Louisa, Virginia, considera que incluso las series de televisión atrevidas como South Park pueden suscitar conversaciones más profundas en torno a la fe.

Russell Crowe se reunió con el arzobispo de Cantórbery Justin Welby en el Palacio de Lambeth al día siguiente de asistir al estreno en Londres de la película Noé [en la cual tiene el papel protagónico]. Foto/Palacio de Lambeth.

Russell Crowe se reunió con el arzobispo de Cantórbery Justin Welby en el Palacio de Lambeth al día siguiente de asistir al estreno en Londres de la película Noé [en la cual tiene el papel protagónico]. Foto/Palacio de Lambeth.

Contar la historia, o no
Bryant, que ha sido episcopal durante mucho tiempo, dijo que había esperado ansiosamente ver la película épica sobre Noé, el entrañable relato bíblico que ella aprendió de niña. La protagonizaba Crowe, que tuvo un encuentro muy difundido con el arzobispo de Cantórbery Justin Welby, después del estreno del filme, para hablar de fe y de espiritualidad.

Pero Bryant no encontró mucha fe ni espiritualidad en la película, que tampoco tuvo buenas reseñas. Dijo que le había inspirado su propio éxodo —de las películas religiosas estilo Hollywood en general.

“Había un montón de cosas en la película que eran falsas”, recuerda Bryant, de 55 años. Presentaron a Noé como alguien que tal vez era un poco loco. No lo presentaron como un hombre recto y justo. [La película] resultó perturbadora. Era casi un poco ciencia ficción. Una persona que ve la película primero y luego lee la Biblia dirá ‘no, eso no es como la película. ¿Dónde está todo el entramado que estaba en la película?’”.

Noé y Éxodo: dioses y reyes no son los único intentos recientes de recontar relatos bíblicos en la gran pantalla. En el curso de los últimos meses, un montón de películas con temas religiosos cristianos incluyen a Hijo de Dios [Son of God] producida por quien fuera la protagonista de Camino al cielo [Highway to Heaven] Roma Downey y Dejado [Left Behind] protagonizado por Nicholas Cage, que alude al Rapto [de la Iglesia].

Y ahora hay un sacerdote que se ha convertido en cineasta (véase el artículo relacionado), el Rdo. Paul-Gordon Chandler, que está coproduciendo Ports of Call, una historia de amor interreligiosa que tiene que ver más con tender puentes que con la incorporación de temas religiosos [al cine].

Russell Crowe es el protagonista de Noé [Noah], que se estrenó en marzo de 2014. Foto del cibersitio oficial de Noah.

Russell Crowe es el protagonista de Noé [Noah], que se estrenó en marzo de 2014. Foto del cibersitio oficial de Noah.

Riffee dice que rechazar de plano esas películas sin sopesar sus posibilidades de establecer conexiones entre la Iglesia y el mundo secular es una oportunidad perdida.

Y si bien él no cree que Noé fuese una película particularmente buena, “si no tenía otro propósito que entretener, que es lo que Hollywood intenta hacer”, dijo. “Tenemos que recordar que no intentaban contar la historia desde una perspectiva religiosa en absoluto.

“Eso significa que ellos cambian la historia en base a lo que la gente quiere ver y oír”, pero la popularidad de tales películas puede “ser también el punto de partida de una conversación que lleve a las personas, como primera providencia, a abrir la Biblia” añadió Riffee, que tiene 28 años.

Él espera hacer uso de su “ministerio de la teología del cine” para captar a familias y niños, porque los temas bíblicos abundan en toda clase de medios de difusión y cualquiera que sea la película, “si creemos, con nuestra óptica, que siempre hay una conexión podemos conectarnos con el mundo entero y encontrar lo que hay de sacro en él”.

Por ejemplo, dice él, Noé podría juzgarse a través de la óptica de la conservación de la creación e incluso podría servir como preámbulo a una discusión acerca del calentamiento global y de la justicia medioambiental.

Él cree que es bueno que “se empeñen en hacer los relatos. Si la Iglesia va y la ve y la ataca, la gente va a verla y no tenemos control sobre eso. Algunos la verán [Éxodo: dioses y reyes] porque les gusta Christian Bale. Podemos hacer algo al respecto reaccionando a lo que acontece, interviniendo, desestimando algo del contenido que no creamos que en verdad se propone comunicar”.

Incluso programas de televisión tales como South Park, uno de los peores de ese medio” suscitan una conversación que vale la pena, agregó Riffee. “A mí no me dejaban verlo y tenía que irme a casa de un amigo para verlo, pero la idea consistía en expresar un punto de vista mostrando los extremos hasta el ridículo.

“Si puedes sobrepasar eso, ciertamente [esos programas] tienen algo profundo y significativo que decir, y también abordan muchísimos temas religiosos. Siempre hay un a perla que uno puede llevarse, porque tratan de mostrar una verdad central en la que todo el mundo se espera que pueda convenir”.

Charlton Heston, en el papel de Moisés, en la película de 1956 Los Diez Mandamientos. Foto de Wikimedia Commons.

Charlton Heston, en el papel de Moisés, en la película de 1956 Los Diez Mandamientos. Foto de Wikimedia Commons.

El ‘foro cinematográfico’ de Misurí guía a los creyentes en un viaje de descubrimiento
Jim Andris, de 76 años, y vecino de San Luis, Misurí, dijo que la primera vez que vio la epopeya Los Diez Mandamientos, protagonizada por Charlton Heston, creyó que la película era el evangelio.

“Desde entonces he recorrido una larga trayectoria de investigación espiritual”, dijo Andris a ENS. “Crecí con esas grandes visiones de Hollywood de los patriarcas de la Biblia. En ese tiempo, yo advertía que esas películas nos ayudaban. Las veía acríticamente como puertas que me daban acceso a la comprensión del mensaje de las Escrituras cristianas”.

En la actualidad, él ve las películas, así como las historias bíblicas mismas, como un intento de “decirnos algo respecto a la manera en que debemos vivir nuestras vidas. Hay alguna verdad, si escarbamos en busca de ella, cada uno de nosotros tiene su propia interpretación”.

Además, dijo el profesor universitario jubilado que ahora asiste a la iglesia episcopal de La Trinidad [Trinity Episcopal Church] en East St. Louis, “existe la fascinación con las batallas sagradas, o con las batallas entre lo justo y lo injusto donde uno ve hora tras hora la más asombrosa e increíble carnicería … con fragorosos sonidos y escenas espectaculares. En un sentido, yo creo que todo eso son tonterías. Puede resultar entretenido, pero eso no nos acerca a la verdad”.

Añadió que “la real verdad de Jesucristo no es muy apasionante. Jesucristo dio un ejemplo no violento y Hollywood parece estar obsedido con la violencia”.

Él reconoce los méritos de un foro cinematográfico que ofrece otra feligresa de La Trinidad, Martha Baker, con una atractiva y más profunda comprensión de la fe personal y de los temas teológicos en los mensajes de las películas.

Baker, que es crítica de cine de KDHX-St. Louis Radio, ha reseñado filmes desde 1977 y “excluye deliberadamente películas como Noé’ de los debates del foro parroquial.

“Nunca he escogido una película con lo que pudiéramos llamar un tema religioso, con la excepción tal vez de El camino [The Way] de Martin Sheen”, la película sobre la peregrinación que hace su personaje por el camino de Santiago de Compostela en España, dijo Baker. “La otra fue una película acerca de Hildegarda de Bingen. Ambas eran fabulosas en sí mismas y por sí mismas”.

Pero algunas películas, como La pasión del Cristo de Mel Gibson en 2004, ella cree que afectan negativamente el mensaje cristiano. “Fue una de las peores películas que jamás se haya hecho, en general, y luego, cuando uno le añade las especificidades de la parte cristiana de ese estilo, hace más daño que bien. Fue perjudicial para el mensaje cristiano en su más amplia acepción”.

ens_121514_fault_spValiéndose de Las estrellas para llegar a los jóvenes
Lisa Brown, directora del Ministerio Infantil, aprovechó al máximo la oportunidad para el debate y la participación cuando la película Las estrellas tienen la culpa se filmó en su parroquia.

La película, que se estrenó en junio, se basa en el libro del mismo nombre [The Fault in Our Stars] del episcopal John Green.

“Lo incluyeron en la lista de una de las 100 personas más influyentes de la revista TIME. Se le conoce por sus vídeos de Crash Course en YouTube, sobre todo de lecciones de historia, y los niños los ven. Siempre que uno tiene la oportunidad de que la Iglesia se conecte con algo tan culturalmente relevante, tenemos la oportunidad de llegar a muchísimos niños”.

Aunque algunos se sintieron decepcionados de la visión que da la película de la iglesia y el clero, el filme transmitió un mensaje convincente en un momento en el que muchos jóvenes ven la Iglesia como irrelevante o inútil, dijo Brown, porque la joven pareja regresó a la iglesia en un momento decisivo en la película.

Su grupo juvenil “se sentía embriagado de que algo tan tremendamente sensacional estuviera asociado con su iglesia”, apuntó ella.

Se montó una especie de premier la noche del estreno de la película, con una gala de alfombra roja abierta para todos los jóvenes, explicó Brown. “Trabajamos con un cine de la localidad, alquilamos una alfombra roja, la congregación hizo aperitivos y comida. Algunos chicos vinieron de traje, otros en camisetas”, contó.

Fue una experiencia maravillosa, pero Brown dijo que, si bien “uno puede mirar cualquier película a través de una óptica o una perspectiva cristiana, siempre me muestro cautelosa porque creo que a veces hay muchísimas reinterpretaciones que no reflejan necesariamente la manera en que yo, como educadora cristiana, usaría la historia”.

“Existe un espectro tan amplio, incluso de creencias cristianas… que no creo que alguien llegue a conclusiones acerca de mi fe basándose en lo que se muestra en una película. Siempre que uno saca un relato de contexto, puede resultar problemático”.

– La Rda. Pat McCaughan es corresponsal de Episcopal News Service. Traducción de Vicente Echerri.