Sean profetas y agentes de la reconciliación, dicen los arzobispos de Asia

Por Mary Frances Schjonberg
Posted Sep 24, 2014

[Episcopal News Service – Taipéi, Taiwán] Dios está llamando a la Iglesia en Asia a ser un agente de la reconciliación y un testigo profético, dijeron tres arzobispos anglicanos a la Cámara de Obispos, y afirmaron que la Iglesia a través del mundo debe responder al mismo llamado.

Paul Kim, arzobispo de Seúl, quien también es primado de la Iglesia Anglicana de Corea, dice a la Cámara de Obispos de la Iglesia Episcopal el 22 de septiembre que “la reconciliación debería ser el mensaje de la Iglesia no sólo en la península de Corea, sino en el mundo”. El Rdo. Aidan Koh, de la iglesia de Santiago Apóstol [ST. James] en Los Ángeles, fue el intérprete de Kim. Foto de Mary Frances Schjonberg para ENS.

Paul Kim, arzobispo de Seúl, quien también es primado de la Iglesia Anglicana de Corea, dice a la Cámara de Obispos de la Iglesia Episcopal el 22 de septiembre que “la reconciliación debería ser el mensaje de la Iglesia no sólo en la península de Corea, sino en el mundo”. El Rdo. Aidan Koh, de la iglesia de Santiago Apóstol [ST. James] en Los Ángeles, fue el intérprete de Kim. Foto de Mary Frances Schjonberg para ENS.

“La reconciliación debe ser el mensaje fundamental de la Iglesia, no sólo en la península de Corea, sino en el mundo”, dijo el arzobispo de Seúl Paul Kim, primado de la Iglesia Anglicana de Corea.

Kim, el arzobispo Nathaniel Makoto Uematsu, primado de la Iglesia Anglicana en el Japón [Nippon Sei Ko Kai] y Edward Malecdan, obispo primado de la Iglesia Episcopal en Filipinas [Episcopal Church in the Philippines] le hablaron a la Cámara el 22 de septiembre, describiendo el contexto teológico y los desafíos que enfrenta la misión en sus provincias. Cada uno de ellos habló de cómo prestarle atención a los pobres en sus países ha fortalecido la fe y el testimonio de sus iglesias.

La amenaza de la guerra a través del mundo ha llevado a aumentar el nacionalismo y la militarización, en el nordeste de Asia y en todas partes, lo cual ha dado lugar a amenazas contra los que “proclaman el mensaje de reconciliación y paz del evangelio de Cristo [los cuales son] tratados como traidores en las naciones a las que pertenecen”, dijo Kim a través del Rdo. Aidan Koh, de la iglesia de Santiago Apóstol [St. James] en la ciudad de Los Ángeles, que le sirvió de intérprete.

Aun dentro de las iglesias puede haber diferencias de opiniones respecto a cómo obrar en pro de la reconciliación, afirmó Kim. En lugar de poder usar esos desacuerdos para encontrar “nuevas posibilidades creativas”, puede desarrollarse la discordia y esa discordia fácilmente puede hacer del evangelio de reconciliación de Cristo “un hazmerreír”.

Kim dijo que era hora de que la Iglesia de todo el mundo se una “como testigo profético de la reconciliación” contra la violencia de la dominación.

“Nosotros como anglicanos somos elegidos por Dios para ser siervos y testigos del perdón y la reconciliación”, dijo.

El arzobispo Nathaniel Makoto Uematsu, primado de la Iglesia Anglicana en el Japón (Nippon Sei Ko Kai), dice que la Iglesia japonesa trata de ser un agente de la reconciliación en ese país. Foto de Mary Frances Schjonberg para ENS.

El arzobispo Nathaniel Makoto Uematsu, primado de la Iglesia Anglicana en el Japón (Nippon Sei Ko Kai), dice que la Iglesia japonesa trata de ser un agente de la reconciliación en ese país. Foto de Mary Frances Schjonberg para ENS.

Tanto Kim como Uematsu de la Iglesia Anglicana en el Japón (Nippon Sei Ko Kai), hablaron de la reconciliación que ha tenido lugar entre sus dos iglesias. Uematsu dijo que la anexión de Corea por Japón en 1910 fue el comienzo de un período militarista en la historia de su país que sólo terminó con su derrota en la segunda guerra mundial. La Iglesia no protestó mientras Japón comenzó a ocupar y colonizar otras naciones asiáticas, afirmó.

No fue hasta fines de la década del 90 [del pasado siglo] que la Iglesia comenzó a mirar críticamente su propio pasado y su papel en la historia de la nación. “Nos sentimos especialmente llamados a arrepentirnos y a buscar la reconciliación y un compromiso más profundo con nuestros vecinos” que habían sufrido bajo la ocupación y la colonización japonesa, recalcó Uematsu.

En 1996, el Sínodo General de la Iglesia aprobó una Declaración de Responsabilidad de Guerra en la cual la NSKK “le confesó a Dios como Iglesia” y le pidió perdón a sus vecinos. Desde entonces, dijo Uematsu, esa declaración ha sido la base del sentir de la NSKK, la cual es llamada a servir a los marginados en la sociedad japonesa.

La NSKK ha buscado la reconciliación y “la restauración bajo nuestro vínculo con el mismo Señor” con Taiwán, Las Filipinas, Papúa Nueva Guinea y otros países que padecieron la ocupación japonesa durante la guerra.

“Somos particularmente afortunados por nuestros hermanos de la Iglesia Anglicana en Corea que abrieron sus corazones a nuestro pueblo aun antes de que Japón hubiera aceptado su papel en la colonización de la península de Corea y hubiera pedido perdón por ello”, dijo Uematsu. Hace casi 30 años los coreanos “abrieron la puerta” a los intercambios entre las dos provincias en todos los niveles, puntualizó.

El Rvdmo. Edward P. Malecdan, obispo primado de la Iglesia Episcopal en Filipinas, describe a la Cámara de Obispos cómo su Iglesia se esforzó por alcanzar el autosostén y como intenta ser un testigo profético en el país. Foto de Mary Frances Schjonberg para ENS.

El Rvdmo. Edward P. Malecdan, obispo primado de la Iglesia Episcopal en Filipinas, describe a la Cámara de Obispos cómo su Iglesia se esforzó por alcanzar el autosostén y como intenta ser un testigo profético en el país. Foto de Mary Frances Schjonberg para ENS.

Por su parte, el obispo Malecdan, primado de Las Filipinas, dijo que la agitación islámica en Mindanao y una continua insurgencia comunista significan que existe una “interminable ausencia de paz en algunas partes del país”. Y la Iglesia está consciente de la falta de paz en otras partes del mundo. Por ejemplo, pronto se celebrará un foto en la capilla de su seminario de San Andrés sobre el conflicto israelí-palestino.

“En otras palabras, las puertas de las iglesias y otras instituciones de la IEF están abiertas a las reuniones en pro de la pacificación”, subrayó.

El mandato bíblico de prestarle voz a los que no la tienen, tanto en el nivel local como en el mundial, dijo Malecdan, “trata de contribuir positivamente al establecimiento de una paz justa y de comprometerse con la acción social para la transformación de la sociedad y las estructuras injustas”.

“Nosotros somos sólo una Iglesia minoritaria con frecuencia descuidada e ignorada por provincias hermanas más grandes de la Comunión Anglicana, y somos conscientes de que lo que hacemos es como una gotita de agua en el vasto océano Pacífico y en el turbulento mar de la China”, dijo, añadiendo que era mejor ser esa “gotita” que ser “parte de los problemas por nuestro silencio e inacción”.

Tres ejemplos que Malecdan dio parecieron ser mucho más que gotitas. Uno conllevó la compra de terrenos para revendérselos a personas sin tierras cuyas casas improvisadas fueron barridas por el súper tifón Haiyán en noviembre de 2013.

Otro ejemplo se refirió a tres jóvenes secuestrados que fueron asesinados y enterrados en una tumba superficial debajo de concreto y tierra. Su familia tenía miedo de ir a exhumarlos porque temían que los mataran, pero se “llenaron de valor” cuando el obispo de Luzón, Renato Abibico, y dos sacerdotes fueron hasta las tumbas y comenzaron a cavar.

En tercer lugar, dijo Malecdan, la relación de la IEF con la Iglesia de la Provincia de Myanmar, mientras ese país hace su transición a la democracia es una manera de que ambas iglesias aprendan la una de la otra.

“Nuestra relación e interés mutuo es un claro testimonio para un mundo lleno de conflictos, dijo el primado.

Malecdan también resumió cómo la IEF se convirtió en una provincia autodependiente después de tomar la “dolorosa decisión” de dejar de recibir dinero de la Iglesia Episcopal en los Estados Unidos.

La Iglesia estaba recibiendo un subsidio de la Iglesia Episcopal que debía terminar en 2007. La IEF decidió a mediados de 2004 solicitar que se suspendiera. Puesto que el dinero ya estaba incluido en el presupuesto, explicó Malecdan, la Iglesia Episcopal siguió enviando los pagos en tanto la IEF decidió dejar de usar los subsidios como ingreso operativo: puso el dinero en un seguro de capital al objeto de lograr la autosuficiencia.

La Iglesia levantó muchos templos después de tomar esa decisión, alcanzó un superávit presupuestario y vio aumentar las vocaciones tanto clericales como laicas, según el obispo primado.

“Hemos extraído profundamente de lo que tenemos —todos nuestros recursos como Iglesia— y hemos empezado a maximizarlos para hacer nuestra misión”, dijo Malecdan. “Y nos dimos cuenta de que incluso una Iglesia en apuros puede tener algo que compartir con otros”.

También el 22 de septiembre, los obispos recibieron informes del Equipo de Trabajo para Reinventar la Iglesia Episcopal, que publicó recientemente una carta dirigida a la Iglesia en la que bosquejaba las recomendaciones de un cambio estructural que harán en la reunión de la Convención General de 2015. Los obispos miembros del Equipo de Trabajo A050 sobre el Estudio acerca del Matrimonio y el Comité Conjunto de Nominaciones para la Elección del Obispo Primado expusieron las tareas que habían llevado a cabo hasta la fecha. Aunque estaba en el programa que sólo la última sesión sería a puertas cerradas, se anunció durante la sesión de la mañana del 22 de septiembre que esos tres informes serían solamente para los obispos.

Poco después que terminó la sesión privada de la tarde, el equipo de trabajo sobre el matrimonio publicó un informe para la Iglesia sobre su labor.

Los obispos planean una sesión estilo ‘consistorio’ con la Obispa Primada y una sesión de trabajo formal el 23 de septiembre, el último día de la reunión.

Después de terminada la reunión, varios obispos viajarán a Japón, las Filipinas o Corea para continuar informándose acerca de la misión y el ministerio de la Iglesia Anglicana en esos contextos.

La reunión tiene lugar en el Grand Hotel de Taipéi. Algunos obispos están enviando mensajes a través de sus blogs acerca de la reunión y de su visita a Taiwán, entre ellos:

Otros están enviando mensajes de Twitter a través del código #HOBFall14. Esos mensajes pueden leerse aquí.

– La Rda. Mary Frances Schjonberg es redactora y reportera de Episcopal News Service. Traducción de Vicente Echerri.