La Iglesia le envía un memorando al presidente y al Congreso de EE.UU. sobre la crisis de Sudán del Sur

Por Lynette Wilson
Posted Jan 16, 2014

[Episcopal News Service] Un memorando enviado el 10 de enero por la Oficina de Relaciones Gubernamentales de la Iglesia Episcopal con sede en Washington, D.C. al gobierno de Obama y a los miembros del Congreso de EE.UU. resume la crisis actual de Sudán del Sur y hace recomendaciones en las que instan al gobierno y a la comunidad internacional a asociarse con los líderes cívicos y religiosos de Sudán del Sur para frenar la oleada de violencia y construir la paz.

El memorando de seis páginas, basado en los relatos de primera mano de líderes de la Iglesia sobre el terreno en Sudán del Sur y sus asociados episcopales y anglicanos en todo el mundo, expresan la interpretación que hace la Iglesia de la crisis actual que ha envuelto a la nación más joven del mundo. El memorando aborda específicamente cuatro áreas: representación pública del conflicto y responsabilidad; asistencia exterior; protección de los derechos humanos y prevención de atrocidades masivas; y construcción de un futuro de paz.

“Los episcopales en Estados Unidos y en todo el mundo han mantenido largas y estrechas relaciones con los episcopales de Sudán del Sur”, dijo Alexander Baumgarten, director de relaciones internacionales de la Iglesia Episcopal. “Como resultado, tenemos una responsabilidad de compartir las singulares y apremiantes perspectivas de los asociados en Sudán del Sur que desempeñan un papel de pacificadores en medio de [un clima de] agitación y violencia extraordinarias”.

Entre otras cosas, advierte el memorando “si bien las tensiones étnicas son reales y reflejan los frutos de décadas de agitación y conflicto, no son la fuerza motriz fundamental de la violencia actual” y afirma que la representación que hacen los medios de prensa y, en cierta medida, el gobierno de EE.UU., de la violencia un [conflicto] entre grupos tribales y étnicos es “engañoso” “simplista” y “podía acarrear funestas consecuencias”.

Advierte también que la nación centroafricana podría estar al borde de la guerra civil, y que EE.UU. y los demás [actores internacionales] tienen la responsabilidad de prevenir las atrocidades masivas y las violaciones de los derechos humanos. Haga un clic aquí para leer el texto completo del memorando al Presidente y al Congreso.

Se calcula que la cifra de muertes había llegado a 10.000 personas para el 9 de enero. Unas 200.000 personas se han visto desplazadas internamente dentro de Sudán del Sur y decenas de miles de refugiados han cruzados las fronteras hacia los países vecinos.

El conflicto estalló en Juba, la capital de la nación, el pasado 15 de diciembre, luego de una disputa política entre el presidente Salva Kiir y su ex vice, Riek Machar. En las semanas transcurridas desde entonces, este conflicto se ha extendido a siete estados y ha creado una crisis humanitaria en la novísima nación.

“Nuestros informes más recientes indican que la violencia sigue extendiéndose y que la urgente necesidad de alimentos, medicinas y albergue podría continuar durante meses. La situación refleja la pavorosa época anterior al Acuerdo Global de Paz del Sudán en 2005, en la cual una guerra civil interminable costó la vida de millones de personas y desarraigó a millones más de sus hogares”, dice la introducción del memorando.

Baumgarten hizo notar que los episcopales y anglicanos de todo el mundo con lazos misioneros con Sudán y Sudán del Sur han estado celebrando llamadas de conferencias en las semanas transcurridas desde que estalló la violencia a mediados de diciembre, y que el personal de su oficina ha estado compartiendo información vital, en la medida en que la reciben, con funcionarios del gobierno de EE.UU. que están coordinando la respuesta humanitaria y pacificadora.

“Este es un ejemplo de un área en la cual el activismo de los episcopales puede significar un diferencia sustancial”, dijo Baumgarten.  “No hay ninguna institución cívica en Sudán del Sur con una impronta mayor que la Iglesia, y nuestra experiencia es que los funcionarios del gobierno en Estados Unidos y en cualquier parte  están bastante dispuestos a escuchar a los asociados de la Iglesia en el terreno.

La Iglesia Episcopal de Sudán del Sur y el Sudán, con 2 millones de miembros, tiene 31 diócesis, 26 de ellas en Sudán del Sur, donde es una de las organizaciones no gubernamentales más grande de la nación y donde ha desempeñado un papel en la reconciliación luego de la guerra civil de dos décadas  que se libró en gran medida entre el norte árabe y musulmán y los rebeldes del sur animista y cristiano, conflicto que dejó 2 millones de muertos y, según algunos cálculos, 7 millones de desplazados. Sudán del Sur obtuvo su independencia del norte el 9 de julio de 2011.

Las partes beligerantes del Sudán firmaron el Acuerdo Global de Paz en 2005.

El memorando señala que “Los líderes del nuevo Estado no emprendieron vigorosamente la tarea de abordar los desafíos [que conlleva] desarrollar una nación unificada y sanar las pasadas divisiones”… Y esa unificación y esa restauración son centrales a los empeños de pacificación.

(En mayo de 2013, el presidente de Sudán del Sur nombró al arzobispo Daniel Deng Bul para presidir el comité de reconciliación nacional, el cual planeó una campaña nacional de cuatro o cinco años que tenía por objeto alcanzar y fomentar la paz y la reconciliación).

El memorando encomia al gobierno de Obama por su promesa del 3 de diciembre de [contribuir] con $50 millones adicionales de ayuda humanitaria, pero insta a hacer un “examen” de su estrategia de ayuda y de la del Congreso. El 9 de enero, los informes noticiosos sugerían que Sudán del Sur corría el riesgo de perder cientos de millones de dólares en ayuda de EE.UU. si el gobierno y las fuerzas rebeldes no le ponían fin a la violencia.

Entre tanto, episcopales y anglicanos a través de la Comunión Anglicana, incluidos Ayuda y Desarrollo Episcopales y el Fondo de Ayuda y Desarrollo Mundial de los Primados, en colaboración con asociados locales en Sudán del Sur, han comenzado a responder a la crisis.

“La Iglesia Episcopal, junto con sus asociados episcopales y anglicanos del mundo, ha organizado su propia respuesta de sostén económico, acompañamiento material y oración por el pueblo de Sudán del Sur. Creemos firmemente que la Iglesia Episcopal de Sudán del Sur y otros grupos religiosos allí se cuentan entre los actores potenciales más fructíferos en conducir y facilitar la paz, la asistencia humanitaria y la recuperación”, dice el memorando.

El permanente apoyo de la Iglesia Episcopal al Sudán se manifiesta a través de sus asociaciones y de sus relaciones de diócesis compañeras, de los programas sostenidos por Ayuda y Desarrollo Episcopales y de la labor de promoción de la Oficina de Relaciones Gubernamentales, la cual se afinca en las resoluciones de la Convención General.

Dos misioneros de la Iglesia Episcopal que estuvieron sirviendo en Sudán del Sur, Ed Eastman y Noah Hillerbrand, dedicados a la tarea de seguridad de alimentos, fueron evacuados de Renk a Nairobi, Kenia, el 20 de diciembre.

– Lynette Wilson es redactora y reportera de Episcopal News Service. Traducción de Vicente Echerri.