TREC emite una carta a la Iglesia Episcopal

Posted Dec 16, 2013

[Oficina de Relaciones Públicas] El grupo de trabajo para la re-imaginación de la Iglesia Episcopal (TREC) ha emitido una carta a la Iglesia Episcopal.

La carta de TREC para la Iglesia: 10 de diciembre del 2013

En los últimos meses, los miembros del Grupo de Trabajo para la Re-imaginación de la Iglesia Episcopal han estado en un peregrinar de escucha – en persona y de manera virtual. Hemos hablado con grupos de jóvenes y obispos, el Consejo Ejecutivo y consejos de líderes locales, en las provincias, en las diócesis, parroquias y comunidades religiosas. Hemos preguntado a la gente cuáles son sus esperanzas y sueños son para con nuestra Iglesia, ¿Qué aspectos de la Iglesia esperan que apreciemos y fortalezcamos, y  en que desean que fuéramos ser lo suficientemente valientes como para dejar de lado con el fin de hacer a nuestra Iglesia más vibrante y centrada en la misión.

Nuestra escucha a la Iglesia es un proceso continuo. Lo que hemos oído es un profundo y permanente amor por nuestra Iglesia y su manera única de crear comunidad y misión centrada en Cristo. El Libro de Oración Común y la belleza y el misterio de nuestra liturgia nos unen a través de las edades, geografías y políticas. Nosotros amamos profundamente lo intelectual, así como también la vida espiritual que es cultivada en nuestros miembros (“usted no necesita dejar su mente en la puerta”).

En muchos otros temas, no estamos de acuerdo. Escuchamos llamados para que la Iglesia sea “menos reactivas a los problemas sociales”, y también llamados para hacer que la  voz de la Iglesia sobre temas sociales sea aún más fuerte. Escuchamos llamados para una mayor diversidad en nuestra liturgia y la música, y llamados igualmente urgentes por menos diversidad. ¡Nos esperábamos nada diferente! Muchos de nosotros apreciamos la diversidad de nuestra comunidad tanto como apreciamos las creencias y tradiciones comunes que nos unen.

Pero hubo varios temas fuertes y urgentes que surgían consistentemente a través de nuestras discusiones: la Iglesia nos pide que reduzcamos la burocracia y la intensidad de los  recursos en nuestros procesos de toda la iglesia. La Iglesia quiere que el trabajo de la Convención General y otras estructuras de la Iglesia sea más relevante y más vivificante para nuestras comunidades parroquiales locales. Y, la Iglesia quiere que enfrentemos y lidiemos con los temas difíciles y los “elefantes en el centro de la habitación” que absorben nuestros recursos, tiempo y energía, y que bloquean nuestro crecimiento.

Como grupo de trabajo, hemos estado reflexionando sobre lo que hemos oído, y la visión de una Iglesia Episcopal revigorizada está emergiendo.

Una nueva visión

Imagina un mundo en el que todas nuestras parroquias episcopales son espiritualmente vibrantes y están enfocadas en la misión. Una encuesta reciente indica que menos del 30 % pasaría esta prueba hoy. [1] Imagine un mundo en el que nuestras parroquias consistentemente son buenas para inspirar a sus miembros tradicionales y también están energizadas y son eficaces en alcanzar a las nuevas generaciones y las nuevas poblaciones. Imagina un mundo donde la forma de nuestra Iglesia se adapta con frecuencia, en la medida que nuevas comunidades parroquiales surgen en lugares no tradicionales y en formas no tradicionales, y en la medida que parroquias existentes se fusionan y se reinventan al cambiar las condiciones locales. Imagina un mundo en el que clero episcopal y líderes laicos son reconocidos por ser líderes altamente eficaces, hábiles en la formación cristiana y la construcción de comunidades, en la nueva plantación de iglesias, en la transformación de iglesias, y en la organización de comunidades para la misión.  Imagina que los episcopales colaboran fácilmente entre sí a través de la Iglesia: formando comunidades de interés, trabajando juntos para compartir los aprendizajes de las iniciativas locales y la colaboración para aunar recursos e ideas. Imagina que la amplia estructura de la Iglesia Episcopal sirve principalmente para permitir y ampliar la misión local a través de la colaboración en redes, así como también a prestar su voz profética. Imagine que cada trienio nos reunimos en un ” Convocatoria General de Misión “, donde participantes de toda la Iglesia se sumergen en el aprendizaje de la misión, en compartir, en la toma de decisiones y la celebración.

Realizar esta visión

Tomará mucho más que cambios estructurales para concretizar este nuevo mundo. Tomará un liderazgo resuelto y capaz en todos los niveles de la Iglesia, y se necesitará un cambio cultural amplio y profundo dentro de la Iglesia. Vamos a tener que trabajar a través de un proceso de duelo, ya que, individual y colectivamente perdemos estructuras que han sido partes esenciales de nuestra vida e incluso de nuestras identidades. Al mismo tiempo, también vamos a tener que encontrar una manera de adoptar una nueva y más esperanzador mentalidad: tendremos que creer, verdaderamente creen-que ¡a Iglesia Episcopal puede, debe y tiene que CRECER!

En nuestro trabajo, vamos a señalar algunos de los cambios no estructurales que creemos que serán fundamental para vivir en una nueva visión de una Iglesia vibrante, creciente y adaptativa. Vamos a dar algunas sugerencias sobre cómo podemos ir más allá de las reformas estructurales para lograr estos cambios en los comportamientos de liderazgo, cultura y capacidad organizacional. 

Nos vamos a centrar la mayor parte de nuestro tiempo como grupo de trabajo en el desarrollo de un conjunto de recomendaciones para los cambios estructurales o cambios “técnicos” que creemos que será una parte crítica de revigorizar a la Iglesia. Estos cambios jugaran tres papeles importantes en la revitalización de nuestra Iglesia:

1)  Estos “despejaran el camino” para la innovación y la adaptación, liberando nuestro tiempo y energía, y acelerando la toma de decisiones.

2) Ellos le darán el liderazgo de la Iglesia una agenda audaz y holística de cambio que, si se aprueba, servirá como modelo a seguir del tipo de cambios audaces similares que deben ocurrir en todos los otros niveles de la Iglesia.

3) Estos reinventaran el papel de las organizaciones y estructuras de la Iglesia en general: alejándonos de “hacer” misión hacia el  capacitar para la misión, alejándonos de establecer agendas y asignar recursos hacia la conexión de las comunidades locales e individuos para el aprendizaje mutuo, el apoyo y la colaboración.

¿Qué  se puede esperar de nosotros?

Hemos identificado una serie de cuestiones clave que creemos que debe ser abordada a través de la reforma estructural. Estamos trabajando para desarrollar propuestas que abordan cada uno de estos temas. Algunas de estas propuestas se sentirá incrementales, y muchas han sido debatido antes. Algunas de ellas se percibirán como audaces y arriesgadas. Algunas de ellas van más allá del alcance de una interpretación estricta de la resolución que creó nuestro Grupo de trabajo (C095). Algunas de ellas van más allá del alcance de la autoridad de la Convención General, y por lo tanto va a tomar la forma de “recomendaciones” o “proclamaciones proféticas”, en lugar de las propuestas legislativas. En conjunto, sin embargo, junto con las muchas cosas emocionantes, vibrantes, y esperanzadoras ya emergentes en torno a la Iglesia, creemos que nuestras propuestas serán parte de la constante labor que se realiza en el dirigir a la Iglesia en un nuevo camino hacia la salud y la vitalidad.

Algunas de las áreas en las que estamos desarrollando recomendaciones incluyen:

1) El papel y la mecánica de la Convención General: La reducción de la agenda legislativa y reducir el tamaño de sus órganos legislativos, mientras que ampliar el alcance de nuestras reuniones a fin de que no sólo sirvan como espacios donde la legislaciones importantes sean debatidas y aprobadas, sino también como un espacio vibrante, abierto e inclusivo de convocatorias celebrativas de la  misión – reuniendo a participantes apasionados y activos en cada tipo de misión que está sucediendo alrededor de la iglesia.

2) Las funciones y responsabilidades de los Oficiales Presidentes  y del Consejo Ejecutivo – en particular en relación con todo el personal de la Iglesia: El establecimiento de líneas simples y claras de rendición de cuentas y responsabilidad, reduciendo la redundancia, aclarando confusiones que pueden inhibir los procesos claros de toma de decisión y cambiar el tamaño del Consejo para que funcione más efectivamente como una junta de gobierno.

3) La amplitud de la CCAB (Comités, Comisiones, Agencias y Juntas) y la creación de modelos alternativos, frescos y creativos para la colaboración en toda la Iglesia: La refundición de la mayoría de nuestros CCABs en un nuevo modelo de colaboración distributiva y responsable. La creación de modelos de colaboración en línea que conectan líderes misioneros locales de toda nuestra Iglesia para que nuestra “agenda” colectiva puede adaptarse dinámicamente a las necesidades locales y para que nos conectamos con el mayor activo de nuestra Iglesia- todos nosotros, sentados en los bancos haciendo un gran trabajo a nivel local, pero mayormente desconectados unos de los otros y de la Iglesia Episcopal.

4) Número de diócesis: Considerando un proceso objetivo, de una sola vez,  para el establecimiento de normas para un tamaño y estructura diocesana saludable y viable con el fin de permitir a la misión y reducir la complejidad de nuestra organización.

5) Capacidad y desarrollo de liderazgo: El establecimiento de formación de liderazgo efectiva y el desarrollo de enfoques para todas las órdenes del ministerio, basadas en nuestros votos del bautismo y la ordenación, así como en las necesidades particulares del siglo 21. Señalar en voz alta las implicaciones para las carreras del clero y la empleomanía, así como también  las implicaciones y oportunidades para los seminarios y otros programas de desarrollo de liderazgo actuales. Fomentar la creación de nuevos “centros de excelencia” u otros mecanismos para fomentar el aprendizaje constante y la creación de capacidad a gran escala, fomentando la creación de redes en torno a nodos existentes de trabajo excelente.

También está claro que hay una necesidad profunda de desarrollar algunos entendimientos comunes sobre cómo diócesis pueden tomar mejores decisiones acerca de, y proporcionar el mejor apoyo para, la vitalidad y viabilidad de las parroquias. Dado que el paisaje cultural y demográfico es ampliamente diferente desde que la mayoría de nuestras congregaciones se fundaron y sus edificios fueron construidos, ¿cómo podemos hacer el uso más fiel y estratégico de nuestros recursos cuando tomamos decisiones sobre el número de parroquias, lugares, consolidaciones, nuevo plantas, etc.? Este trabajo es en gran parte en manos de las diócesis locales más que la Convención General, pero esperamos que nuestro trabajo tendrá algunas reflexiones y recomendaciones que pueden ser absorbidos por toda la iglesia en torno a estas cuestiones apremiantes, así como también críticas.

Lo que necesitamos de ti

¡Tenemos un enorme y complejo alcance de trabajo, y necesitamos tu ayuda! Por favor, continúa hablando con nosotros y dándonos comentarios e ideas. ¡Si no has convocado a una discusión con nuestro paquete de compromiso, o completado nuestro cuestionario en línea, por favor hazlo! Si tienes reacciones sobre nuestro documento de Identidad Episcopal Identidad y Visión publicado en nuestra página web, por favor envíanos tus comentarios e ideas. Estamos revisándolo con los comentarios que ya hemos recibido y seguiremos revisándolo al colectar comentarios adicionales. Por favor envíanos tus comentarios e ideas respecto a esta carta.

En el futuro, por favor,  este atento de ver los borradores de recomendaciones en torno a las áreas de reforma que hemos destacado en esta nota. Publicaremos porciones en torno a nuestras ideas tan rápido como podamos, a partir de finales de enero de 2014, para permitir la mayor discusión, el debate y la retroalimentación cuanto sea posible. Vamos a seguir publicando actualizaciones de nuestras propuestas en evolución en el transcurso del año, a medida que trabajamos hacia la finalización de nuestro trabajo a finales de 2014. Además, estamos en el proceso de planificación de una reunión especial de la Iglesia en el otoño de 2014 para discutir más a fondo nuestras propuestas y recibir retroalimentación. En línea con nuestra visión de vivir en nuevas maneras de ” hacer Iglesia” en el siglo 21, esta reunión será virtual, de modo que podamos involucrar a un grupo lo más amplio y diverso posible, sin restringir el acceso a aquellos que no tienen los recursos financieros para unirse a una reunión en persona.

Por último, por favor, oren por nosotros y por todos los que están participando con nosotros, ya que hacemos lo mejor que podemos para discernir el camino correcto para nuestra Iglesia. Puede  utilizar la oración que miembros de nuestro Grupo de Trabajo han escrito para nosotros:

Espíritu Santo, que te ciernes sobre el mundo, llena los corazones y las mentes de tus siervos en  El Grupo de Trabajo para la Re-Imaginación de La Iglesia Episcopal con sabiduría, claridad y valentía. Trabaja en ellos, al examinar y recomendar reformas para la estructura, gobierno y administración de esta rama de la Iglesia una, santa, católica y apostólica. Ayúdalos a proponer reformas para proclamar de manera más eficaz mediante la palabra y el ejemplo las Buenas Nuevas de Dios en Cristo, para desafiar al mundo para buscar y servir a Cristo en todas las personas – amando a nuestro prójimo como a nosotros mismos y ser una luz ardiente por el tipo de justicia y paz que lleva a todas las personas, a respetar la dignidad de cada ser humano. Se con la Iglesia Episcopal para que todos podamos estar abiertos a los desafíos que este grupo de trabajo traerá a nosotros,-  y ayuda a toda la Iglesia a discernir tu voluntad para nuestro futuro. En el nombre de Jesucristo, nuestro Mediador, en cuya vida se fundó esta Iglesia. AMEN

Gracias por la confianza que han depositado en nosotros, y por la retroalimentación que ya han proporcionado. Gracias de antemano por los comentarios y el debate vigoroso que esperamos que marcarán la próxima fase de nuestro trabajo con usted.

Para más información, preguntas o comentarios, póngase en contacto con los miembros de TREC en reimaginetec@gmail.com

[1] David Roozen, “Una década de cambio en las Congregaciones de América: 2000-2010”, Instituto Hartford para la Investigación Religiosa, 2011.

Paquete de Participación de TREC:  http://reimaginetec.org/


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