Empeño interreligioso para corregir un defecto de la Ley de la Atención Médica Asequible relacionado con la Iglesia

La Iglesia respalda los empeños para ayudar a algunos empleados a obtener créditos contributivos de las primas de sus seguros de salud

Por Mary Frances Schjonberg
Posted Sep 30, 2013

[Episcopal News Service] Mientras en el Congreso sigue la disputa sobre la Ley de Atención Médica Asequible, el Grupo de Pensión de la Iglesia y la Oficina de Relaciones Gubernamentales de la Iglesia Episcopal están instando a los legisladores a aprobar un proyecto de ley para rectificar lo que ven como un fallo en la ley relacionado con la Iglesia.

La Ley de Atención Médica Asequible [ACA, por su sigla en inglés] tiene por objeto  que el cuidado preventivo de la salud —incluida la planificación familiar y servicios afines— resulte más accesible para los estadounidenses sin seguros.

En la actualidad, los individuos y familias de bajos y medianos ingresos que. Por otra parte, no tienen derecho a un seguro de salud público o patrocinado por un empleador, podrán solicitar subsidios en la forma de créditos contributivos para ayudarles a comprar un seguro de salud a través de las nuevas bolsas de seguros de salud recién establecidas. La inscripción en los planes que ofrecen esas bolsas deben comenzar el 1 de octubre y la cobertura y los subsidios comienzan en enero.

Sin embargo, según la ley y sus actuales reglas de aplicación, a diferencia de la mayoría de los planes de salud, los planes de salud de la Iglesia no pueden ofrecerse en las bolsas de seguros de salud estatales o federales. Por consiguiente, clérigos y laicos inscritos en los mismos y que tendrían derecho por razón de sus ingresos, no tienen acceso a esos créditos contributivos basados en sus primas.

El Grupo de Pensión de la Iglesia y la Oficina de Relaciones Gubernamentales apoyan la Ley del Plan de Salud para la Iglesia de 2013 (Proyecto de Ley del Senado 1164), la cual permitiría a los empleados el derecho a seguir comprando su seguro a través de los planes de la Iglesia y el tener acceso a los créditos contributivos por los que pueden optar los empleados que compran sus seguros en los planes de salud comerciales a través de bolsas, conocidas también como el Mercado de Seguros de Salud.

Sin embargo, el proyecto de ley no contempla un tratamiento contributivo especial para clérigos y empleados laicos que tienen derecho a créditos semejantes a los que la AFL-CIO solicitó recientemente para sus miembros. La federación del trabajo quiere planes de salud sindicales con patronos múltiples, y también mantiene que queden exentos de impuestos las contribuciones a los planes de salud, un beneficio que de otro modo se le ofrece a los individuos que reciben los créditos contributivos a través del mercado. El gobierno de Obama ha denegado la solicitud de la AFL-CIO.

El Grupo de Pensión de la Iglesia calcula que alrededor del 6% de los clérigos y el 16% de los empleados laicos que están inscritos en la actualidad en los planes del Consorcio Médico de la Iglesia Episcopal [The Episcopal Church Medical Trust] tendría derecho a un “importante crédito contributivo sobre la prima si la ley se aprobara”, dijo a ENS Frank Armstrong, vicepresidente primero y actuario principal del Grupo de Pensiones de la Iglesia, en una respuesta por escrito a preguntas enviadas por correo electrónico.

El consorcio Médico ofrece una variedad de planes de salud a clérigos y empleados laicos episcopales. El consorcio Médico administra esas ofertas, mediante contratos con importantes compañías aseguradoras (tales como UnitedHealthcare) y les paga una tarifa por tener acceso a sus redes de proveedores y reclamar pago de servicios.

Armstrong hizo notar que un empleado puede tener derecho a créditos contributivos de primas si él o ella tiene un ingreso familiar entre el 100% y el 400% del Nivel Federal de la Pobreza (aproximadamente de $24.000 a $94.000 de ingreso anual para una familia de cuatro en 2014, según información que puede obtenerse aquí.)

Además, deben poder demostrar que no tienen acceso a un seguro médico asequible a través de su empleador. La cobertura se define como asequible cuando la contribución que se exige del empleado por él solo no excede el 9,5% del ingreso familiar. El empleado también tendría que comprar cobertura a través de las bolsas del cuidado de la salud e incluirlo en su declaración de impuestos (conjunta si está casado) para obtener el crédito contributivo.

Armstrong dijo que “poquísimos” participantes del Consorcio Médico pagan la totalidad o la mayor parte de sus primas del seguro de salud. “De hecho, la mayoría de los empleadores pagan la totalidad o la mayor parte de las coberturas de salud individuales tanto para clérigos como para empleados laicos, razón por la cual son tan pocos los que tienen derecho a créditos contributivos sobre las primas conforme a la orientación [federal] actual”.

Jayce Hafner, analista de política nacional de la Oficina de Relaciones Gubernamentales de la Iglesia, dijo a Episcopal News Service que “parece desafortunado que la Iglesia Episcopal, una organización que trabajó tanto a favor de la aprobación de la ACA, deba ser excluida de [todos los] beneficios de esta ley”.

“Si la Ley del Plan de Salud para la Iglesia 2013 no se aprueba, algunos empleados de la Iglesia Episcopal perderán algún incentivo económico para inscribirse en planes de salud que están específicamente diseñados para su profesión”, añadió ella, tales como un beneficio especial del Consorcio Médico que cubre la participación en “agrupaciones de colegas” facilitado por clérigos y consejeros autorizados de la Iglesia para tratar con presiones vocacionales y profesionales.

La defensa de la Iglesia a favor del acceso universal al cuidado de la salud se remonta por lo menos a 1994, cuando la Convención General aprobó la Resolución A057, la cual, en parte, le hace saber a la Iglesia que ese acceso “a servicios de salud económicos y de calidad [debe] considerarse necesario para toda la población”.

La Oficina de Relaciones Gubernamentales envió una carta el 26 de septiembre a los miembros del Congreso en que les instaba a aprobar la Ley del Plan de Salud de la Iglesia.

El Grupo de Pensión de la Iglesia ha publicado en su página web información acerca de la propuesta  Ley del Plan de Salud de la Iglesia y un modelo de carta para que los participantes la usen para escribirles a sus senadores federales instándoles a apoyar el proyecto de ley.

Dos senadores demócratas, Mark Pryor, de Arkansas y Chris Coons, de Delaware, presentaron la Ley del Plan de Salud de la Iglesia en junio. Coons la definió como el arreglo “de un problema de sentido común”.

La Alianza Eclesiástica —una coalición de 37 juntas de beneficios de iglesias que abarca todas las denominaciones protestantes históricas, dos ramas del judaísmo y escuelas e instituciones catolicorromanas— la cual ofrece beneficios de atención sanitaria a más de un millón de clérigos y trabajadores laicos, también apoya el proyecto de ley del Senado. La Iglesia Episcopal pertenece a esa alianza.

Sin embargo, las posibilidades de que el proyecto de ley resulte aprobado están sujetas a la lucha política que rodea la ley federal de atención médica que sus adversarios han apodado “Obamacare”.

“Es un escenario complicado en el Congreso. Algunos miembros del Congreso reconocen que la ACA, si bien es efectiva y global, necesita algunas mejoras y ellos están tratando de allanar esos obstáculos”, dijo Hafner. “No obstante, hay otros miembros del Congreso que se oponen vehementemente a la ACA, y que preferirían mantener la ley tal como está mientras laboran por derogarla, en lugar de esforzarse en perfeccionarla. Estos actores están haciéndole difícil a otros miembros el actualizar, extender y avanzar la ACA”.

Y el 12 de septiembre en su 41ª. votación contra la Ley de la Atención Médica Asequible, en todo o en parte, la Cámara de Representantes aprobó la Ley de No Subsidios Sin Verificación (H.R. 2775). El proyecto de ley se opone a una regulación promulgada en julio por el Departamento de Salud y Servicios Humanitarios (HHS) del gobierno federal que daba alguna flexibilidad a las bolsas de seguros de salud administradas por los estados cuando examinaban si las personas tenían derechos a créditos contributivos sobre las primas de seguros. Los republicanos dijeron que la flexibilidad permitiría que personas sin méritos tuvieran derecho a los créditos, y el gobierno de Obama dice que la regulación ha sido malinterpretada. La ley se espera que muera en el Senado.

Entre tanto, el liderazgo de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes han dicho que está dispuesta a que el gobierno federal deje de funcionar, al rehusar autorizarlo a contraer préstamos una vez pasado el último día de septiembre, a menos que se prive a la ACA de su financiación. Una vez más, es improbable que esa movida sobreviva una votación en el Senado dominado por los demócratas. El 25 de septiembre, el Senado hizo avances hacia la aprobación de una versión del proyecto de ley de la Cámara de Representantes que mantiene al gobierno funcionando, pero no suprime la financiación de la ACA.

Otros impactos posibles

Algunos observadores han predicho que si los créditos contributivos no se extendieran a los clérigos y empleados laicos con derecho a ellos, los clérigos y empleados laicos de bajos a medianos ingresos intentarán abandonar los planes [de salud] denominacionales y comprarán cobertura de seguros en las bolsas. Otros se han preguntado si algunos empleadores pondrían énfasis en que harían esto para mitigar sus propios costos de cobertura de seguros [de salud].

“Si un empleado pude presentar un certificado de que él o ella tiene derecho a un crédito contributivo de su prima de seguro [de salud], esto se consideraría una exclusión permisible [del Plan de Salud Denominacional]”, dijo Armstrong del Grupo de Pensión de la Iglesia, reiterando que la CPG cree que “poquísimos” clérigos y empleados laicos episcopales tendrán derecho a los créditos.

Armstrong hizo notar que los participantes del Consorcio Médico de la Iglesia Episcopal que opten por comprar cobertura en el mercado perderán cualesquiera contribuciones que actualmente esté haciendo su empleador para cubrir el costo de su seguro; y los pagos de las primas hechos por el empleado hacia la cobertura del mercado no pueden hacerse sobre las ingresos brutos.

Además, según Armstrong, esas personas que tienen derecho por razón de sus ingresos, posiblemente tendrían que “comprar más caro” a fin de obtener un plan de mercado que ofrezca la misma cobertura que el empleado tiene ahora a través del Plan de Salud Denominacional. La mayoría de los planes del Consorcio Médico están clasificados como “de oro” o “de platino” y también ofrecen beneficios secundarios tales como cobertura oftalmológica, planes de ayuda al empleado y servicios de promoción de la salud, pero lo créditos contributivos de las primas se basaran en los costos de los planes de “plata” del mercado.

(Una breve explicación de los “niveles metálicos” de los planes puede encontrarse aquí.)

“Existen también otras consecuencias impositivas y económicas a considerar”, dijo Armstrong. “Sugerimos enfáticamente que cada empleado hable con un asesor financiero o de impuestos durante el proceso de decisión”.

Entre tanto, según Armstrong, “el Consorcio Médico no está excesivamente preocupado respecto a la posibilidad de los empleadores de la Iglesia que insten a sus empleados a excluirse el DHP a fin de atenuar los gastos del empleador” dado el pequeño número de empleados que se espera participen.

“Es más, a diferencia de las compañías que tienen un carácter lucrativo, el Consorcio Médico tiene presente los mejores intereses de la Iglesia y de nuestros participantes y creemos que los empleadores de la Iglesia son del mismo sentir”, agregó él.

Un asunto relacionado con los enfoques de implantación de la Ley de Atención Médica Asequible es una parte de la ley que permite a los empleadores con menos del equivalente a 50 empleados de jornada completa, durante un período específico, dejar de ofrecer cobertura de salud a sus empleados sin ser penados conforme a la cláusula de la ACA sobre Responsabilidad Compartida del Empleador. El gobierno de Obama ha diferido la puesta en práctica de esta cláusula hasta 2015.

Armstrong dijo que la entrada en vigor de esa cláusula no sobreseería los requisitos canónicos de la Resolución A177 de la Convención General de 2009, la cual estableció el Plan de Salud Denominacional e impuso que se le proporcionaran beneficios de salud a los clérigos y empleados laicos que tuvieran derecho a ellos.

Entérese de más al respecto

  • Para más información sobre cómo funcionan los créditos contributivos de las primas, visite esa parte de la página web HealthCare.gov del gobierno federal.
  • La Fundación de la Familia Kaiser tiene una calculadora de subsidios aquí.
  • El Centro para Prioridades del Presupuesto y la Política tiene un documento sobre preguntas frecuentes respecto a los créditos contributivos sobre las primas aquí.
  • El Sindicato de Consumidores ha creado folletos, estado por estado, en los que explica cómo funcionan los créditos contributivos y cómo tener derechos a ellos en cada estado. Esa información también se encuentra disponible aquí.

– La Rda. Mary Frances Schjonberg es redactora y reportera de Episcopal News Service. Traducción de Vicente Echerri