El Consejo Ejecutivo reanuda su promoción de la paz en el Oriente Medio

Por Mary Frances Schjonberg
Posted Mar 1, 2013

[Episcopal News Service – Linthicum Heights, Maryland] El Consejo Ejecutivo de la Iglesia Episcopal comenzó el 27 de febrero su parte en la campaña promocional a favor de la paz con justicia en el Oriente Medio correspondiente al trienio 2013-2015 de la Iglesia.

El Consejo aprobó una resolución —mediante una votación de viva voz en la que dos miembros disintieron— afirmando lo que llamó “el testimonio profético” de la Convención General tal como se expresa en la Resolución B0 que los obispos y los diputados aprobaron en julio.

La Resolución B019 reafirmó la política oficial de la Iglesia, basada en resoluciones aprobadas en convenciones anteriores, en que se apega a la solución de dos estados, en la cual un seguro y universalmente reconocido Estado de Israel conviva junta a un Estado libre, seguro y viable para el pueblo palestino, con Jerusalén como la capital compartida de ambos.

También ratificó la inversión positiva “como un medio necesario de crear una economía sana y una infraestructura sostenible” en los Territorios Palestinos. Llamó a la Iglesia a apoyar “un estudio judío, musulmán y cristiano sobre la paz con justicia en el Oriente Medio” y a publicar una bibliografía anotada de los materiales disponibles sobre el tema.

La Resolución B019 fue asignada al Comité de Promoción y Redes de Conexión (A&N, por su sigla en inglés), así como a la Comisión Permanente sobre Relaciones Anglicanas e Internacionales de Paz con Justicia, la Comisión Permanente sobre Relaciones Ecuménicas e Interreligiosas y el Comité de Teología de la Cámara de Obispos.

Lelanda Lee, de la diócesis de Colorado y presidente del comité de A&N, le dijo a sus colegas al tiempo de proponer la resolución del Consejo, que era sólo la primera vez en que intervendrían en lo que ella llamó “el difícil asunto” del conflicto del Oriente Medio.

La resolución del Consejo también:

* “Ratifica y celebra” la reciente recomendación del Comité de Préstamos de Justicia Económica de invertir $500.000 en el Banco de Palestina. Esa decisión se tomó en respuesta al llamado de la [Resolución] B019 a “una inversión positiva como un medio necesario de crear una sana economía y una infraestructura sostenible en Cisjordania y la Franja de Gaza”. La resolución decía que la decisión es la primera de tales inversiones positivas hechas por la Iglesia Episcopal en la economía de los territorios palestinos ocupados, y la resolución insta a las diócesis y a otras entidades de la Iglesia “a considerar devotamente [el hacer] inversiones semejantes”.

* Afirma que es la posición de la Iglesia participar en políticas constructivas de compromiso corporativo respecto al conflicto israelí-palestino adoptadas por el Consejo Ejecutivo en octubre de 2005 y aplicadas por su Comité sobre Responsabilidad Social Corporativa desde entonces.

* Afirma que la Iglesia no apoya el boicot, la desinversión y las sanciones económicas contra el Estado de Israel ni ninguna aplicación de las políticas de compromiso corporativo de la Iglesia hacia ese fin.

* Afirma que es la política de la Iglesia que toda ayuda extranjera dada por el gobierno de EE.UU. —incluida la ayuda a Israel y a la Autoridad Palestina— debe “rendírsele cuenta al pueblo estadounidense de manera completa y transparente y mantener las mismas normas de acatamiento con todas las leyes que se apliquen”, tal como ha abogado durante los últimos dos trienios mediante más de una docena de cartas enviadas al Congreso por la Obispa Primada y otros obispos de esta Iglesia y por la Oficina de Relaciones Gubernamentales, e incorporadas en la “Declaración Religiosa sobre la Reforma a la Ayuda Extranjera”, adoptada por una coalición interreligiosa copresidida por la Iglesia Episcopal y que se ha comunicado en repetidas ocasiones con el Presidente y el Congreso en los años que median desde entonces.

* Afirma que la política de responsabilidad con la ayuda extranjera “debe aplicarse, a través de tal [criterio] de promoción, con carácter universal en lugar de apegarse a una aplicación selectiva que se enfoque en la aplicación selectiva de algunos beneficiarios y no de otros”.

* Y pide, además, que, a más tardar el 15 de marzo, se nombre un comité coordinador de la B019 para garantizar la aplicación efectiva y concienzuda de las políticas que la resolución promueve.

La decisión del Consejo se produjo después de una extensa conversación en el A&N y la Misión Mundial, que incluyó la participación de la obispa primada Katharine Jefferts Schori y de la Rda. Gay Clark Jennings, presidente de la Cámara de Diputados.

A mediados de enero la Red de Israel Palestina de la Fraternidad Episcopal de la Paz emitió lo que llamó “un desafío profético al Consejo Ejecutivo” en el cual presionaba al Consejo a intervenir en la aplicación de las políticas de la Iglesia en el conflicto israelí-palestino.

Específicamente, los firmantes de la carta desafiaron al Consejo a “proceder rápidamente con la política del compromiso corporativo de nuestra Iglesia de manera que nuestros recursos económicos no se usen para apoyar la infraestructura de esta asfixiante ocupación”. En segundo lugar, le pide al Consejo que “le comunique inmediatamente al Congreso de EE.UU. que la Iglesia apoya una carta del 5 de octubre de 2012 enviada por 15 voces ecuménicas que pide “que Israel dé cuenta del uso de la ayuda extranjera que recibe de nuestro gobierno”.

Jefferts Schori y Jennings dijeron en ese momento que la carta fue en extremo inútil e irrespetuosa de los procesos legislativos.

Cierto número de personas firmó más tarde una “petición de apoyo” adjunta.

Durante sus comentarios en la reunión del comité el 26 de febrero, Lee dijo que la resolución del Consejo surgió de su responsabilidad de aplicar las políticas de la Convención General y, especialmente, de responder a una resolución de la Convención dirigida al Consejo. Ella destacó que el comité había recibido la petición de la Red de Israel y Palestina y de una resolución de la convención de la Diócesis de Carolina del Norte.

Lee no le permitió a los representantes de la Red de Israel y Palestina hablar durante las reuniones del comité y tampoco se dirigieron al pleno del Consejo.

Ella le informó al Consejo el 27 de febrero que su comité no había oído testimonios o comentarios de visitantes porque [el comité] había determinado que “ciertamente no somos la Convención General y no somos un comité legislativo que celebra audiencias legislativas; que no somos el lugar adecuado para que un grupo u otro grupo de representantes venga a hacernos presentaciones”. En lugar de eso, los miembros estuvimos conversando entre nosotros mismos como la junta directiva de la [Sociedad Misionera Nacional y Extranjera]”, afirmó.

Las discusiones del comité incluyeron una presentación de Harry Van Buren, asesor de responsabilidad social corporativa del Consejo, quien explicó la manera en que el comité había sostenido un diálogo en el pasado con múltiples compañías cuyas actividades en los Territorios Palestinos ocupados algunos observadores habían considerado problemática. Van Buren también discutió las resoluciones accionarias que el comité ha iniciado o a las que se ha adherido por mandato del Consejo.

Donna Hicks, convocante del Grupo de Acción Israel/Palestina de la Red del mismo nombre, y Newland Smith, miembro de la Red, asistieron a las reuniones de comités y a las sesiones plenarias del Consejo. Smith integró el comité de la Convención General que redactó la [Resolución] B019 y dijo que él objetaba esa resolución.

Hicks dijo que estaba “desilusionada pero no sorprendida” por la resolución del Consejo “porque existe una tensión entre el modo en que [el liderazgo] de la Iglesia Episcopal ve [el problema] palestino-israelí y la manera en que varios de nosotros que somos más activistas vemos los problemas”.

Ella dijo, por ejemplo, que el llamado de la B019 a la capacitación, la peregrinación y el diálogo interreligioso son parte de “ese modo de funcionar a retazos”, pero que ella no tiene muchas esperanzas en esas actividades.

“No veo cómo eso va ayudar a ponerle fin a la ocupación y para mí eso es la clave”, afirmó.

Smith dijo que él deseaba que la resolución del Consejo hubiera respondido directamente al reto que le había presentado su grupo.

Él y Hicks “nos hemos sentido realmente aislados” durante la reunión de tres días del Consejo y él esperaba que futuras conversaciones “serían verdaderamente abiertas y que todo sería bien recibido en la mesa”.

Hicks dijo que durante este trienio la Iglesia debería alentar esas peregrinaciones a Israel y Palestina que “le muestren a las personas el lado político de las cosas”. Agregó que ella esperaba que la Iglesia apoyaría específicamente las peregrinaciones de jóvenes, de personas de color y de aquellos que no han estado en el Oriente Medio. La capacitación, el diálogo interreligioso y la elaboración de material bibliográfico deben alentarse en aquellos que se interesen en esas actividades, afirmó Hicks.

Para los que queremos asumir una posición de mayor activismo, “yo invitaría a la Iglesia a que no tratara de silenciarnos y de cerrarnos”, añadió.

– La Rda. Mary Frances Schjonberg es redactora y reportera de Episcopal News Service.

Traducido por Vicente Echerri

 


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