La Iglesia Episcopal se une a la presión en pro de la reforma migratoria

La obispa primada apoya la vigilia del Miércoles de Ceniza. El Senado de EE.UU. escucha la posición de la Iglesia

De la redacción de ENS
Posted Feb 18, 2013

[Episcopal News Service] En la mañana del Miércoles de Ceniza, la obispa primada Katharine Jefferts Schori se unió a personas de Nueva Jersey y Nueva York que representan agrupaciones religiosas, comunitarias y defensoras de los derechos de los inmigrantes, para iniciar todo un día de actividades en procura del arrepentimiento del pecado implícito en las detenciones de inmigración.

“Cuando se cuestiona el estatus de los inmigrantes, con frecuencia nuestro gobierno los mantiene esencialmente incomunicados o los traslada muy lejos de cualquier apoyo familiar o cercano con el que podrían contar localmente”, dijo la obispa primada durante la vigilia. “Los ciudadanos de estos Estados Unidos comparten alguna responsabilidad por esas medidas poco dignas e injustas, y nuestra oración hoy debe ser que los corazones y mentes se abran a la necesidad de justicia”.

También el Miércoles de Ceniza, representantes de la Iglesia Episcopal presentaron un testimonio escrito ante el Comité Judicial del Senado, presidido por el senador Patrick Keahy, de Vermont, para la audiencia sobre la reforma migratoria programada para ese día, 13 de febrero.

“Los principios fundamentales del debido proceso legal deben otorgarse a todas las personas y todas las ordenanzas de inmigración deben ser proporcionales y humanas, razón por la cual la Iglesia Episcopal ha pedido el cese inmediato de todos los programas destructivos tales como Comunidades Seguras … y la aplicación de alternativas comunitarias al costoso sistema de detención migratoria que remeda la cárcel”, dijeron el director de la Oficina de Relaciones Gubernamentales Alexander Baumgarten y Katie Conway, analista política de inmigración y refugiados, en su testimonio.

“Nuestro sistema de inmigración debe transformarse en un sistema justo y humano que discierna entre los que entran ilegalmente para hacernos daño y los que entran porque nuestro sistema no les ofrece una vía clara y oportuna para la reunificación familiar o el empleo legal”, añadieron.

Durante los últimos cuatro años, la vigilia matutina interreligiosa ha tenido lugar en Liberty State Park, en Jersey City, frente al puente que lleva a Ellis Island y a la vista de la estatua de La Libertad. Según un comunicado de prensa, la vigilia  incluyó esta vez a miembros de IRATE & First Friends, Pax Christi NJ, Viento del Espíritu [Wind of the Spirit], el [capítulo] de Newark del Programa de Derechos del Inmigrante del Comité de Servicios de Amigos Americanos [American Friends Service Committee Immigrant Rights Program-Newark] y los Defensores de los Inmigrantes Detenidos de NJ [NJ Advocates for Immigrant Detainees] así como detenidos recién liberados y amigos y familiares de inmigrantes que se encuentran actualmente detenidos.

Las actividades del día consistieron en una serie de vigilias tituladas “Se acabo el silencio. ¡Que despierte la justicia!” que buscaban el arrepentimiento del pecado de las detenciones de inmigración “y [denunciaban] el silencio de la comunidad que permite que las muertes de personas detenidas pasen inadvertidas y que hace aceptable lucrar con la separación de las familias y con la explotación de miles de inmigrantes detenidos en condiciones que los ponen en peligro de sufrir perjuicios psicológicos y físicos”, decía el comunicado.

Junto a Jefferts Schori se encontraban Thomas A. Donato, obispo auxiliar de la diócesis catolicorromana de Newark, así como clérigos judíos y musulmanes.

Las otras vigilias de Nueva Jersey tuvieron lugar en el parque municipal de Hackensack frente al Tribunal del Condado de Bergen; en el Registro Civil de Newark y, más tarde, en el Edificio Delaney en el complejo carcelario del Condado de Essex, frente al Centro Correccional del Condado de Hudson en South Kerney y en el Centro de Detención de Elizabeth.

El día debió culminar con la vigilia anual en el Centro de Detención de Elizabeth, una instalación con fines de lucro administrada por la Corporación de Correccionales de América (CCA) donde Inmigración federal y la agencia de las Autoridades de Aduana comenzaron a encarcelar a inmigrantes hace casi dos décadas, decía el comunicado. Éste fue el 17º. año que tiene lugar una vigilia en Elizabeth.

“Venimos a lamentar la injusticia de que son víctimas nuestros hermanos y hermanas que están siendo severamente castigados y a clamar a Dios”, dijo Gene Squeo, miembro de la junta directiva de Pax Christi NJ, en el comunicado de prensa, en el que explicaba porque era apropiado e importante reunirse el Miércoles de Ceniza. “Sabemos que Dios escucha el clamor de los pobres, pero sabemos también que los detenidos en Nueva Jersey siguen clamando y nuestros gobiernos de los condados lucran con su dolor y nuestra comunidad aún no los oye”.

Los gobiernos locales con frecuencia obtienen ingresos por albergar detenidos federales en sus instalaciones.

Lorna Henkel, presidenta de la junta de fideicomisarios de IRATE & First Friends dijo que “aunque los políticos en Washington parecen comprometidos con una amplia reforma migratoria, no vemos señales de que el gobierno federal reducirá su dependencia de un sistema inhumano y económicamente ruinoso, y no hay ningún incentivo para los gobiernos locales de Nueva Jersey de poner el bienestar de los inmigrantes detenidos y de sus familias por encima de los ingresos que [su detención] genera”.

Los organizadores dijeron que en el comunicado que la historia de [los centros] de detención de inmigración en Nueva Jersey incluía “muertes escandalosas, un clima de ocultación en el que no existen normas de custodia aplicables y ninguna auténtica supervisión”.

“Separan a las familias, abusan de las personas y en ocasiones hasta mueren mientras están detenidos”, dijo Diana Mejía, cofundadora de Wind of the Spirit. “Nos sentimos moralmente obligados a denunciar esto, y si no podemos abolir la masiva detención de inmigrantes debemos establecer un medio en que los miembros de la comunidad puedan supervisar las condiciones y en que se le ponga fin al silencio y a la ocultación”.

Otros de los copatrocinadores de las vigilias fueron Casa Esperanza, las Hermanas Felicianas de Norteamérica; la Oficina de Paz, Justicia e Integridad Ecológica de la Hermanas de la Caridad de Nueva Jersey; El Centro de Servicio Social de San José; la Coalición de Elizabeth para Albergar a los Desamparados, CEUS; la Coalición pro el DREAM Act de NJ; Anakbayan-USA; el Programa de Justicia Social de la Universidad de San Pedro [St. Peter’s University]; la Red del Nordeste de Solidaridad con Haití; las Hermanas de San José de Chestnut Hill y la Coalición pro Derecho de los Inmigrantes del Condado de Monmouth.

— Traducción de Vicente Echerri.