Los episcopales leales de Carolina del Sur se reúnen para planear su futuro

Los delegados eligen a sus líderes y cambian de nombre para cumplir con el mandato del tribunal

Posted Jan 31, 2013

El Rvdmo. Charles vonRosenberg, recién electo Obispo provisional de la Iglesia Episcopal en Carolina del Sur, promete durante la reunión del 26 de enero en la iglesia episcopal de La Gracia [Grace Episcopal Church] en Charleston, C.S., “guardar y cumplir, hasta el máximo de mi capacidad, las responsabilidades y obligaciones de este cargo, esforzándome en todo por ser un fiel pastor del rebaño de Cristo”. Foto de Mary Frances Schjonberg para ENS.

El Rvdmo. Charles vonRosenberg, recién electo Obispo provisional de la Iglesia Episcopal en Carolina del Sur, promete durante la reunión del 26 de enero en la iglesia episcopal de La Gracia [Grace Episcopal Church] en Charleston, C.S., “guardar y cumplir, hasta el máximo de mi capacidad, las responsabilidades y obligaciones de este cargo, esforzándome en todo por ser un fiel pastor del rebaño de Cristo”. Foto de Mary Frances Schjonberg para ENS.

[Episcopal News Service – Charleston, Carolina del Sur] Reunidos en una ciudad a la que apodan la Ciudad Santa debido a la tolerancia religiosa de sus fundadores y en una iglesia que ha sobrevivido a la guerra de Secesión, a grandes tormentas y a un terremoto, los episcopales de Carolina del Sur se enfrentan a su futuro.

Los episcopales leales de la zona inmediata a lo que se conoce como la franja costera o baja [Lowcountry] de Carolina del Sur se reunieron el 26 de enero en la iglesia episcopal de La Gracia, la cual estaba adornada de flores y repleta de gente. Muchos participantes expresaron el deseo de que hubiese una recuperación y un nuevo comienzo.

La jornada se inició con la Santa Eucaristía, durante la cual la obispa primada Katharine Jefferts Schori le dijo a la congregación en su sermón que “todos tenemos una responsabilidad de ser pastores, de ayudar a otros a encontrar su camino a través de las puertas de la vida abundante”.

Refiriéndose al pasaje del Buen Pastor en el evangelio de Juan, ella instó a los episcopales que se encuentren con personas que han dejado la Iglesia Episcopal “a considerar que algunas de las ovejas pueden pensar que están escuchando la voz del Buen Pastor”.

“También algunos sencillamente están exhaustos.  ¿Qué pasa con las ovejas que no están en el rebaño, que no saben que han de hallar un festín, descanso para el cuerpo y el alma y compañeros dispuestos a enfrentarse a los dictados de árbitros mezquinos o de lobos disfrazados de ovejas?

Jefferts Schori contó la historia del piloto de un planeador a quien las autoridades locales acusaron de volar demasiado cerca de una planta de energía nuclear y luego lo arrestaron, pese a carecer de autoridad para hacerlo. Ella dijo que esa historia “es una muestra de las actitudes que hemos visto aquí y en muchas otras partes”.

“Alguien decide que conoce la ley y sobrepasa cualquier autoridad que pueda frenarlo para dictar el destino de otros que pueden ser de hecho obedientes a la ley —y con frecuencia una ley para la cual este tirano local no es el juez”, agregó.

“La mayoría de nosotros no vive en un mundo donde una sola persona es el árbitro último —porque, una y otra vez, hemos descubierto que las mejores decisiones se toman en comunidad con adecuado equilibrio de poderes”, dijo Jefferts Schori. “El poder asumido por una sola figura de autoridad con frecuencia es una receta para el abuso, la tiranía y la corrupción”.

Sin embargo, agregó, “el debate es menos sobre quién tiene la razón y quién se equivoca en medio de las actuales controversias”.

“Tiene más que ver con la manera en que lidiamos con los que discrepan: las otras ovejas del rebaño y la variedad de pastores que nos rodean”, afirmó.

Haciendo notar que “el festín de Dios no precisa señales de exclusión”, Jefferts Schori dijo: “La mesa del banquete está servida con abundancia para todos, aunque resulta difícil participar del festín si uno está ocupado controlando la entrada”.

La obispa primada Katharine Jefferts Schori corresponde al saludo de Hank Mengedoht, de 6 años, mientras su hermano Teddy, de 8, los observa, durante una recepción con ella el 25 de enero en la iglesia episcopal de La Gracia en Charleston, C.S. La madre de los niños, Katherine, dijo que ella y su marido, Dan, trajeron al evento a los niños y a Georgia, su hermanita de 20 meses, para “mostrar su apoyo” al liderazgo de la Iglesia Episcopal. Foto de Mary Frances Schjonberg para ENS.

La obispa primada Katharine Jefferts Schori corresponde al saludo de Hank Mengedoht, de 6 años, mientras su hermano Teddy, de 8, los observa, durante una recepción con ella el 25 de enero en la iglesia episcopal de La Gracia en Charleston, C.S. La madre de los niños, Katherine, dijo que ella y su marido, Dan, trajeron al evento a los niños y a Georgia, su hermanita de 20 meses, para “mostrar su apoyo” al liderazgo de la Iglesia Episcopal. Foto de Mary Frances Schjonberg para ENS.

Ella suscitó el aplauso y una ovación de pie al concluir su sermón diciendo que Jesús ya estaba a cargo de la entrada “y la consigna es: ¡Vengan todos. Vengan al festín!’”.

El texto completo del sermón se encuentra aquí.

Más tarde, en el curso de la reunión, la Rda. Gay Clark Jennings, presidente de la Cámara de Diputados, le dijo a la asamblea que “la Cámara de Diputados y toda la Iglesia está apoyándolos en oración mientras ustedes renuevan, reorganizan, refrescan, reconstituyen y, ciertamente, resucitan la Iglesia Episcopal en Carolina del Sur”.

Jennings le sugirió a los participantes: “cuando pueda parecer como si la gran amplitud de la convicción, de la experiencia y de la costumbre entre los episcopales amenazara aplastar vuestros anhelos de unidad y de claridad”, recuerden la reunión del 26 de enero y “la comunión de los santos que ha tenido lugar ante ustedes”.

“Espero que estarán convencidos, como yo lo estoy, que nuestra amplitud anglicana es nuestro don particular de Dios y una gran bendición para la Iglesia Episcopal en Carolina del Sur”, dijo. “Sigan la vía media anglicana, y ella les llevará entre los extremos en compañía de cristianos de todas las tendencias y de todos los dones del Espíritu”.

El texto completo de sus palabras se encuentra aquí.

El orden del día
Delegados clérigos y laicos de nueve parroquias, 10 misiones y ocho “parroquias leales” tomaron asiento para la reunión. La expresión “parroquias leales” se refiere a las congregaciones en que algunos, pero no todos, los miembros han seguido al obispo Mark Lawrence fuera de la Iglesia Episcopal. Entre más de 600 asistentes inscritos también se encontraban los miembros de cuatro “comunidades de culto” que están en el proceso de organizarse, así como miembros de otras congregaciones que están sopesando su permanencia en la Iglesia Episcopal.

Un cartel afuera de la iglesia episcopal de La Gracia en Charleston, C.S., que muestra el nuevo nombre adoptado por los episcopales leales en esa zona del estado, refleja la prohibición de que el grupo use el escudo de la diócesis. Foto de Mary Frances Schjonberg para ENS.

Un cartel afuera de la iglesia episcopal de La Gracia en Charleston, C.S., que muestra el nuevo nombre adoptado por los episcopales leales en esa zona del estado, refleja la prohibición de que el grupo use el escudo de la diócesis. Foto de Mary Frances Schjonberg para ENS.

Jefferts Schori declaró que había quórum y el primer punto del orden del día fue actuar con lo que el abogado Thomas Tisdale llamó “sobrada cautela y con el deseo de obedecer una orden de restricción temporal del 23 de enero que le impide al grupo usar el escudo diocesano y los nombres “La Iglesia Protestante Episcopal en la Diócesis de Carolina del Sur”, “Diócesis de Carolina del Sur” y “La Diócesis Episcopal de Carolina del Sur”.

El grupo convino en usar el nombre “la Iglesia Episcopal en Carolina del Sur” en lugar de lo que Tisdale, más tarde electo canciller, llamó “lo que creemos que es nuestro verdadero y legítimo nombre”.

Hay una audiencia fijada para el 1 de febrero sobre el mandato de la jueza de circuito de Carolina del Sur Diane S. Goodstein de prohibir a cualquier “organización, asociación o entidad individual el uso de nombres y marcas registradas que fueron reivindicadas por Lawrence y otros 24 líderes asociados con él. Más información acerca de la demanda legal se encuentra aquí.

Los delegados en la iglesia de La Gracia eligieron por aclamación a Charles VonRosenberg, obispo jubilado de la Diócesis de Tennessee Oriental, como su obispo provisional. Jefferts Schori instaló a vonRosenberg en el curso de la reunión y le transfirió a él la dirección de la misma.

Un obispo provisional tiene toda la autoridad y responsabilidad de un obispo diocesano, pero suele servir por un período de tiempo determinado y se concibe como un puente hasta el momento en que la diócesis esté en disposición de elegir a un obispo diocesano o a tomar otras decisiones respecto a su futuro.

Los episcopales en Carolina del Sur necesitaban un nuevo líder porque Jefferts Schori declaró el 5 de diciembre que Lawrence había renunciado a sus órdenes. Ella y su Consejo de Asesores estuvieron de acuerdo en que, en un alocución en la convención especial diocesana del 17 de noviembre, Lawrence había dicho que la diócesis había abandonado la Iglesia Episcopal un mes antes, el 17 de octubre, cuando ella había restringido su ministerio luego de que la Junta Disciplinaria para los Obispos le certificara que él había abandonado la Iglesia Episcopal “por una abierta renuncia de la disciplina de la Iglesia”.

La Rda. Gay Clark Jennings, presidente de la Cámara de Diputados, conversa con dos mujeres el 25 de enero durante una recepción en la iglesia episcopal de La Gracia en Charleston, C.S. Foto de Mary Frances Schjonberg para ENS.

La Rda. Gay Clark Jennings, presidente de la Cámara de Diputados, conversa con dos mujeres el 25 de enero durante una recepción en la iglesia episcopal de La Gracia en Charleston, C.S. Foto de Mary Frances Schjonberg para ENS.

El día en que se anunció la decisión de la junta, el Comité Permanente de la diócesis dijo que esa decisión “había provocado la activación de dos preexistentes resoluciones corporativas de la diócesis, las cuales simultáneamente desafiliaban a la diócesis de la Iglesia Episcopal y convocaban a una convención especial”. Lawrence solicitó y recibió ratificación de esa ruptura en la reunión del 17 de noviembre.

En consecuencia, el resto de los episcopales [de la diócesis] necesitaban un nuevo obispo y una nueva nómina de líderes laicos y clericales, los cuales también fueron electos el 26 de enero.

VonRosenberg, de 65 años, ha tenido nexos durante mucho tiempo con Carolina del Sur. Él su esposa, Annie, ya viven en la comunidad de Daniel Island de Charleston, donde él se jubiló luego de servir durante 12 años como obispo de Tennessee Oriental. Desde octubre, él ha servido con carácter voluntario, junto con el obispo jubilado John Buchanan, como asesor del comité directivo que se creó en octubre.

“Estamos aquí un grupo de personas comprometidas con la Iglesia Episcopal, algunos tristemente desplazados de sus hogares espirituales, otros descubriendo una nueva vida en momentos apasionantes, y un obispo que creía que se había jubilado” —le dijo vonRosenberg a los reunidos. “Estamos aquí enfrentándonos a un futuro incierto y dependiendo de la fuerza y apoyo de otros y confiando en la gracia de Dios para el mañana que nos aguarda”.

Él instó a reconstruir la Iglesia Episcopal en Carolina del Sur sobre el fundamento de lo que llamó las “virtudes crísticas” de humildad y amor, y que empiezan por buscar el perdón “por nuestro fracaso en lograr la unidad cristiana en nuestros tiempos”.

vonRosenberg le dijo a los participantes que “como seguidores de Jesucristo, debemos reconocer que otros cristianos sinceros —ex episcopales— han escogido un camino diferente al nuestro. El suyo es una senda comprometida con Jesús tal como ellos entienden esa fe”.

El texto completo de la alocución de vonRosenberg se encuentra aquí.

En una posterior conferencia de prensa, el obispo sugirió que la recuperación podría comenzar cuando, en lugar de opinar ignorándose mutuamente, las personas empezaran a encontrar esperanzas en sus anteriores relaciones.

“Mi esperanza”, dijo, es que la gente se dé cuenta de que aquellos que tal vez están en una posición diferente en este momento no son demonios, no dejan de ser cristianos, sino que han elegido un camino diferente”.

El obispo dijo “en llegar a este punto y en avenirse a dialogar unos con otros como pueblo, es en lo que radica nuestra esperanza y donde creo yo que comienza la reconciliación”.

En verdad, no todos los que asistieron a la reunión del 26 de enero, o de las casi 500 personas que asistieron a una recepción con la obispa primada la noche antes, han decidido adonde van a parar.

Cheves Leland, delegada a la reunión de la iglesia episcopal de Santiago Apóstol [St. James] en Santee, le dijo a ENS que su congregación esta reflexionando respecto a su filiación. Santiago Apóstol es “una pequeña congregación en un pueblito” cuyos miembros no están todos de acuerdo respecto a qué rumbo seguir, afirmó.

Ella con frecuencia ha votado contrario al otro delegado de la congregación. “Decimos que nuestros votos están divididos, pero nosotros no”.

“Realmente no queremos que se produzca una ruptura y que alguna gente se vaya”, agregó. “Creo que hay un lugar para todos en la Iglesia y con Dios”.

Julie Walters, directora del ministerio de los niños en La Gracia, sabe que ella está en la Iglesia Episcopal, tal como sus antepasados estuvieron hace seis generaciones cuando ayudaron a fundar La Gracia. Pero se encuentra enfrentada con sus vecinos episcopales. Ha tenido que defenderse “en la tienda de víveres y en la cancha de tenis” de acusaciones de otros episcopales que ella dice que “sólo escuchan una parte” de la historia.

“Eso me resulta chocante”, dice, y agrega. “Odio este pleito más que ninguna otra cosa”.

El pleito, dice ella, no es por cambios litúrgicos ni por distintas interpretaciones de la Escritura.

“Es un pleito por quebrantar una regla… tuvimos la misma lucha respecto a la participación de las mujeres” en el liderazgo de la Iglesia, dijo Walters, cuya madrina, en sus propias palabras, fue la primera mujer en la junta parroquial de la Gracia y resultó blanco del desacuerdo.

Elizabeth Jones le dijo a ENS el 25 de enero que ella tenía un sencillo deseo para el fin de semana: “que éste fuera el comienzo de la recuperación”.

– La Rda. Mary Frances Schjonberg es redactora y reportera de Episcopal News Service. Traducido por Vicente Echerri.