Después de Sandy, las parroquias siguen brindando ayuda a comunidades muy afectadasPosted Nov 12, 2012 |
|

Dereese Huff, presidenta de la Asociación de Inquilinos de Campos Plaza, y el Rdo. Sanford “Sandy” Key, rector de la iglesia episcopal de San Lucas, en Somers, descargan alimentos preparados y otros artículos del auto de Key el 7 de noviembre. Foto para ENS de Lynette Wilson
[Episcopal News Service – Nueva York] Mientras en la costa oriental [de Estados Unidos] se preparaban el 7 de noviembre para otra tormenta —esta vez un frente del noreste que se esperaba trajera lluvias torrenciales, nieve y fuertes vientos a la región— varias iglesias episcopales seguían brindando asistencia y socorro a los residentes que aún luchan por recobrarse de los daños infligidos por el huracán Sandy hace exactamente una semana.
Luego de azotar el Caribe, la devastadora tormenta tocó tierra en Nueva Jersey el 29 de octubre, con un saldo de más de 100 muertos y dejando a millones de personas en Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut y otros estados a lo largo del corredor del nordeste sin electricidad y, en algunos casos, sin agua ni calefacción. Decenas de miles de residentes de Nueva York y Nueva Jersey seguían sin servicios básicos el 7 de noviembre mientras las temperaturas se esperaba que descendieran hasta cerca de 0° C.
En la Avenida C y la Calle 12 en el East Village de Manhattan, los 1.700 vecinos de Campos Plaza, donde los apartamentos de la planta baja se inundaron, aún estaban sin calefacción y hacía nueve días que no recogían la basura, dijo Dereese Huff, presidenta de la asociación de inquilinos del edificio.
Mientras Huff salía de su apartamento en el octavo piso el 7 de noviembre y su voz resonaba en el pasillo, un inquilino le daba las gracias a través de la puerta por su empeño en ayudar a los residentes después de la tormenta. En lo que Huff descendía en el ascensor hasta la planta baja, otro inquilino le manifestaba su agradecimiento y la encomiaba [por su labor].
Huff y la Rda. Winnie Varghese, rectora de la iglesia de San Marcos en el Bowery [St. Mark’s in-the-Bowery], se encaminaron a la oficina de Huff, a la espera de una carga de alimentos preparados y otros artículos. Los suministros estaban en camino desde la iglesia episcopal de San Lucas [St. Luke’s] en Somers, Nueva York, una zona del condado de Westchester donde Sandy dejó al 95 por ciento de la población en las tinieblas.
El rector, Sanford Key [al que apodan “Sandy”) fue a la ciudad de Nueva York para hacer entrega de la donación el miércoles por la mañana. Mientras descargaba el auto, explicaba que su parroquia, luego de la tormenta y hasta el 6 de noviembre, sirvió comidas calientes a una población que oscilaba entre 75 y 100 personas, y también prestó servicios como estación de energía para que los vecinos pudieran recargar las baterías de sus teléfonos celulares y otros aparatos electrónicos.
Situada en la Segunda Avenida y la Calle 10 del East Village, la iglesia de San Marcos está a unas pocas cuadras de dos proyectos públicos de viviendas, el Jacob Riis Houses y el Pedro Albizu Campos Plaza.
El 7 de noviembre, alrededor de las 10:30 A.M., justo antes de que comenzara la llovizna afuera, Varghese llenó un carrito de compras con arroz, cajas de jugos y otros artículos y se encaminó hacia Campos Plaza.
San Marcos comenzó a aceptar donaciones y a organizar voluntarios para entregar alimentos y otros artículos de primera necesidad a los vecinos que no podían ir hasta la iglesia a recoger los suministros o no sabían dónde encontrarlos, el 2 de noviembre, cuando Varghese pudo evaluar las necesidades.
Los voluntarios de San Marcos y de otras iglesias episcopales de Manhattan usaron linternas y subieron escaleras en edificios a oscuras para llevar agua y comida a residentes de los pisos superiores.
Tom Walker, que asiste a los oficios en San Marcos, comenzó la tarea de voluntario el 5 de noviembre y “no ha parado” desde entonces, dice.
“Hay una gran necesidad, y no es solamente la tormenta”, dijo Walker. “La gente está necesitada”.
“Las iglesias con frecuencia tienen una buena perspectiva para ver las necesidades reales según surgen en las comunidades a las que sirven”, le dijo a ENS Katie Mears, administradora del programa de Preparación y Respuesta a Desastres en EE.UU. de Ayuda y Desarrollo Episcopales. “Entender el contexto local y ser centros de distribución informal de noticas —los miembros que comentan sobre vecinos ancianos necesitados, o que platican con invitados en los almuerzos semanales gratuitos del salón parroquial— ayudan a las congregaciones a apreciar las verdaderas y diversas necesidades de la gente”.
“El profundo conocimiento de la comunidad que se adquiere con una presencia a largo plazo”, dijo ella, “ayuda a las iglesias a tener una visión más amplia que los problemas grandes y visibles en que todo el mundo se empeña, para concentrarse en las preocupaciones aparentemente periféricas que a menudo pasan inadvertidas. Éste es un papel extremadamente importante, y nosotros como Iglesia estamos singularmente preparados para desempeñarlo”.
Varghese dijo que reevaluaría las necesidades de la comunidad el 12 de noviembre.
La iglesia de San Lucas y San Mateo [St. Luke and St. Matthew] en la sección de Clinton Hill de Brooklyn sirve de base de operaciones a las tareas de recuperación de la Diócesis de Long Island. Se ha aliado con Occupy Sandy en su campaña de ayuda y distribución de recursos a la cual le sirve de centro.
“La asistencia y la respuesta han sido enormes. Estamos haciendo miles de comidas calientes y entregando miles de libras de artículos de primera necesidad en las zonas más afectadas”, dijo el Rdo. Michael Sniffen, el rector, en un mensaje electrónico a ENS. “Hemos abierto un registro en Amazon para personas que compren artículos de primera necesidad, y ya hay personas de todo el país que han comprado artículos por un valor de $38.000 que se encuentra en camino a la iglesia en este momento en que hablamos. Hemos tenido más de 3.000 voluntarios desde que abrimos el sábado”.
El 7 de noviembre, Sniffen y otros voluntarios fueron a Staten Island para ayudar a la iglesia católica romana de Santa Margarita María [St. Margaret Mary] en la Avenida Lincoln, no lejos del paseo tablado Franklin D. Roosevelt.
“Los daños aquí son devastadores; toda la comunidad está devastada”, dijo Sniffen en una entrevista telefónica. “La gente está sencillamente sacando escombros de sus casas, la altura a que llegó el agua está por encima de mi cabeza del lado de los edificios. No hay electricidad en ninguna parte por aquí, o al menos en varios kilómetros.
“Ahora estamos pasando junto a la playa, y hay una montaña de basura de tres pisos de alto”.
El equipo de Sniffen llevó un generador y gasolina y petróleo diésel a Staten Island y está trabajando con el clero y el consejo parroquial para establecer un centro de ayuda al vecindario.
Los suministros y las donaciones llegan a San Lucas y San Mateo y la mayor parte se distribuye entre las personas necesitadas de Reed Hook, un barrio de Brooklyn muy afectado que se encuentra en la costa, de la península de Rockaway en Queens, y de Staten Island. La iglesia está abierta de 10 A.M. a 8 P.M. diariamente y seguirá en estas funciones hasta el 17 de noviembre, fecha en que se reevaluarán las necesidades, dijo Sniffen.
La Diócesis de Nueva Jersey ha publicado un mapa particular de Google en el que aparecen 16 iglesias que sirven como centros de información a través del estado. A los usuarios se les pide que se pongan en contacto con la iglesia de su zona si están necesitados de alimentos, albergue y ropa, o si quieren ayudar a otras personas necesitadas.
Y en la Diócesis de Newark, el Rdo. Gregory Jacobs, canónigo del ordinario y jefe del personal, envió un correo electrónico a los clérigos en que les recordaba que tuvieran presentes las necesidades de sus comunidades y en que les sugería modos de auxiliar a los necesitados y mantenerse en contacto con ellos.
– Lynette Wilson es redactora y reportera de Episcopal News Service. Traducido por Vicente Echerri.
Social Menu