El Consejo debate estatus del Pacto Anglicano en pequeños grupos

Por Mary Frances Schjonberg
Posted Nov 5, 2012

Victoria Matthews, de la Diócesis de Christchurch, Nueva Zelanda, y el arzobispo de Cantórbery Rowan Williams, conversan el 31 de octubre (hora local) poco después de que Matthews iniciara el primer debate formal sobre el Pacto Anglicano durante la reunión de 12 días del CCA en Auckland. Foto para ENS de Mary Frances Schjonberg

[Episcopal News Service — Auckland, Nueva Zelanda] El Consejo Consultivo Anglicano consumió una hora el 31 de octubre (hora local) en una conversación privada para debatir el estatus del Pacto Anglicano, pero no tomó ninguna decisión.

Esas conversaciones en grupos de reflexión, precedidas por una breve sesión plenaria abierta al público, ha sido el patrón de esta 15ª. reunión del CCA.

Antes de que empezaran las conversaciones de reflexión el 31 de octubre, Victoria Matthews, obispa de la Diócesis de Christchurch en Nueva Zelanda, le pidió a los miembros que consideraran “¿por qué [el Pacto] es causa de temor [para algunos] y por qué una señal de esperanza para  otros?”.

Los resultados de los diálogos de reflexión se les entregaron a la Comisión Permanente Interanglicana sobre Unidad, Fe y Orden (IASCUFO) y al Comité Permanente de la Comunión Anglicana “mientras se disciernen los medios de llevar el asunto adelante”, según un folleto sobre el proceso.

Está programado que los miembros se reúnan otra vez para debatir sobre el pacto el 6 de noviembre, el penúltimo día de la reunión [que se extiende] desde el 27 de octubre hasta el 7 de noviembre. No resulta clara si cualesquiera resoluciones acerca del pacto se propondrán durante esa sesión.

Josephine Hicks, miembro del CCA en representación de la Iglesia Episcopal, le dijo a Episcopal News Service que su grupo de reflexión sostuvo “una conversación muy buena” en la cual participaron miembros de [las iglesias de] Tanzania, Kenia, Burundi, Australia, Escocia, las Antillas, México, Cuba y Pakistán, además de ella misma.

Los integrantes de los grupos intercambiaron opiniones acerca del estado de la discusión del pacto en su provincia, cómo ha sido el proceso y qué le ha enseñado la experiencia a la provincia respecto a ser anglicanos y ser parte de la Comunión Anglicana.

Hicks dijo que la conversación acerca de los procesos utilizados en cada provincia “nos hizo recordar que nos gobernamos a través de diferentes procesos en la Comunión y nos esforzamos por entender los procesos de los demás”.

“Alguien comentó que enterarse de que una provincia ha rechazado o aceptado el pacto afecta el proceso de dilucidar de otra provincia”, dijo ella, añadiendo que otra persona resaltó que “escuchar en las primeras etapas lo que pensaba [del pacto] cierto número de iglesias africanas en particular no había afectado lo suficiente el criterio de las provincias”.

Cuando el grupo consideró lo que los miembros habían llegado a saber a través del proceso del pacto, dijo Hicks, “el verdadero tema de esos comentarios fue que hemos madurado como Comunión y que obviamente tenemos diferencias pero que lo que nos mantiene unidos es mucho más fuerte que lo que nos divide”.

“Observamos que aún estamos en la Comunión, aunque algunas provincias hayan rechazado el pacto y algunas lo hayan aceptado y algunas estén aún considerándolo”, abundó Hicks. “Eso nos demuestra que aún podemos estar en Comunión sin un pacto”.

Algunos miembros del grupo dijeron que “el proceso del pacto nos ha ayudado a concentrarnos en algo más que en los asuntos que nos dividen”, según comentó Hicks.

Hicks comenzó su período de tres reuniones en la reunión de 2005 en Nottingham, Inglaterra, cuando miembros del CCA tanto de la Iglesia Episcopal en Estados Unidos como de la Iglesia Anglicana del Canadá asistieron como observadores luego que ambas provincias retiraron voluntariamente su participación aviniéndose a una petición de los primados anglicanos —o arzobispos principales— para darle espacio a la consideración de los problemas de la sexualidad.

Ella dijo que algunos de los miembros de su grupo de reflexión aquí comentaron que “hay un espíritu mucho menos contencioso en esta reunión [si se le compara con la reunión intermedia de Jamaica en 2009] y la gente cree que parte de eso es el proceso del pacto que nos ha ayudado a concentrarnos en las relaciones como algo que es más importante que un pedazo de papel”.

“Ese espíritu parece palpable en esta reunión”, concluyó ella.

Matthews dijo durante su presentación que  “no es la labor de la  IASCUFO promover el pacto, sino más bien supervisar la recepción del pacto”.

La obispa dijo que en el curso de esa supervisión, ella, como miembro de la IASCUFO, había aprendido que “hay en verdad dos documentos circulando. Uno es el documento que la gente tiene en mente y el otro es el Pacto Anglicano en el papel”.

“A veces el documento en discusión es irreconocible como el Pacto Anglicano”, apuntó.

Durante una conversación de mesa el día anterior, miembros del CCA discutieron la manera en que sus provincias tomaban las decisiones difíciles.

“De la misma manera que su provincia le hace frente a una decisión difícil, así lo hace la Comunión Anglicana de iglesias”, dijo Matthews en el Consejo. “La interrogante detrás del pacto es cuál es el mejor camino. ¿Hay un camino seguro de mantenernos unidos? ¿Cuál es nuestro temor más profundo cuando consideramos los procesos de la toma de decisiones?”

Haciendo notar que el Consejo había dedicado la noche anterior a considerar cómo las familias pueden cambiar sus interacciones de respuestas violentas a pacíficas, Matthews sugirió “que en la idea original del pacto había un deseo de permitir que la Comunión Anglicana de iglesias fuese un lugar seguro para el diálogo y el intercambio de ideas.

“El documento actual del Pacto Anglicano no logra eso para todas las iglesias de la Comunión Anglicana y es por eso que algunas iglesias han rechazado el documento”, dijo ella. “No obstante, según escuchamos anoche, en el tuétano del pacto de Dios está ‘yo seré tu Dios y tú serás mi pueblo’. Y debemos tener eso presente”.

Debido a que están “los que dicen que [el pacto] es punitivo y los que dicen que no tiene dientes”, Matthews afirmó que ella cree que el pacto “ni siquiera se percibe, no digamos se recibe, como un camino verdaderamente seguro en el cual encontrarnos los unos con los otros”.

Ella invitó a los miembros [del Consejo] a considerar el porqué para algunos el pacto es “algo de temer y para otros un señal de esperanza”.

Y Matthews le pidió al Consejo “reflexionar sobre lo que hay en el pacto que nos brinde un camino posible para que caminemos juntos” y si el pacto pudiera ser “potencialmente útil en su provincia cuando usted tenga que enfrentarse con una situación difícil”.

El Pacto Anglicano se propuso por primera vez en el Informe Windsor de 2004 como un modo de que la Comunión y sus provincias pudiera mantener la unidad a pesar de las diferencias, especialmente relacionadas con los problemas de la interpretación bíblica y la sexualidad humana. La última reunión del CCA, en mayo de 2009 en Jamaica, decidió aplazar el someter a la consideración de las provincias el tercer y último anteproyecto del pacto porque los miembros del CCA pensaban que el proceso del pacto para resolver disputas necesitaba trabajarse más.

Luego de que un pequeño grupo de trabajo solicitara reacciones de las provincias acerca de ese proceso, la versión final del pacto se sometió a la consideración formal de las provincias en diciembre de  2009. Un relato actualizado del estatus de esa consideración puede encontrarse aquí.

Antecedentes del CCA
El CCA es uno de los cuatro instrumentos de la Comunión, siendo los otros  el arzobispo de Cantórbery (que sirve como presidente del CCA), la Conferencia de Lambeth de Obispos Anglicanos y la Reunión de los Primados.

Instituido en 1969, el CCA incluye a clérigos y laicos, al igual que a obispos, entre sus delegados. La membresía [del CCA] consta de una a tres personas de cada una de las 38 provincias de la Comunión Anglicana, dependiendo del tamaño de la feligresía de cada provincia. En los casos donde hay tres miembros, hay un obispo, un presbítero y un laico. En los casos donde se nombran menos miembros, la preferencia se le da a los laicos. La Constitución del CCA puede encontrarse aquí.

El Consejo se reúne cada tres o cuatro años y la reunión de Auckland es la 15ª desde su creación.

La Iglesia Episcopal está representada por Josephine Hicks, de Carolina del Norte; la Rda. Gay Jennings, de Ohio y el obispo Ian Douglas de Connecticut.

Jefferts Schori asiste a la reunión en su carácter de miembro del Comité Permanente de la Comunión Anglicana, que se reunió aquí antes del comienzo de la reunión del CCA.  Douglas también es miembro del Comité Permanente.

Una lista completa de los participantes en la 15ª reunión del CCA se encuentra aquí.

Toda la cobertura que ha hecho ENS del CCA15 se encuentra aquí.

– La Rda. Mary Frances Schjonberg es redactora y reportera de Episcopal News Service. Traducido por Vicente Echerri.