Episcopales de Carolina del Sur dicen que las medidas diocesanas ‘se extralimitaron’

Por Mary Frances Schjonberg
Posted Oct 22, 2012

[Episcopal News Service New Brunswick, Nueva Jersey] Los 12 laicos y dos sacerdotes que denunciaron ante la Junta Disciplinaria para los Obispos de la Iglesia Episcopal que el obispo Mark Lawrence de la Diócesis de Carolina del Sur había abandonado la Iglesia episcopal, dijeron el 18 de octubre que habían presentado esta denuncia “con gran determinación” porque ciertas medidas que él y otros líderes diocesanos habían tomado “parecía que es extralimitarse demasiado”.

Esta declaración se dio a conocer en un comunicado de prensa emitido inmediatamente después que un abogado que trabajaba con las 14 personas envió una carta por correo electrónico a Lawrence en que lo imponían del paso que habían dado. Esa carta, enviada también por correo electrónico a Episcopal News Service, advierte que [los firmantes] han dado a conocer públicamente sus nombres “como un gesto de cortesía hacia ustedes, de manera que no haya ningún secreto en torno a esta decisión”.

Melinda A. Lucka, abogada de Charleston, Carolina del Sur, y comulgante activa de la diócesis, dijo en la carta que los denunciantes “no quiere posibles malentendidos” y afirma que nadie de ninguna otra parte en la Iglesia Episcopal alentó o inició la denuncia”.

Los laicos comulgantes son: Robert R. Black, Margaret A. Carpenter, Charles G. Carpenter, Frances L. Elmore, Eleanor Horres, John Kwist, Margaret S. Kwist, Barbara G. Mann, David W. Mann, Warren M. Mersereau, Dolores J. Miller, Robert B. Pinkerton, M. Jaquelin Simons, Mrs. Benjamin Bosworth Smith, John L. Wilder y Virginia C. Wilder. Los clérigos que se nombran son: el Rdo. Colton M. Smith y el Rdo. Roger W. Smith.

El 17 de octubre se dio a conocer que la junta disciplinara había impuesto formalmente a la obispa primada Katharine Jefferts Schori que Lawrence había abandonado en efecto la Iglesia Episcopal “debido a una abierta renuncia a la disciplina de la Iglesia”.

La diócesis dijo en un comunicado que publicó en su página web que las medidas de la junta “activaban dos preexistentes resoluciones corporativas de la diócesis, las cuales simultáneamente desafiliaban a la diócesis de la Iglesia Episcopal y convocaban a una convención especial”  Esa convención se celebrará el 17 de noviembre en la iglesia de San Felipe [St. Philip’s], en Charleston.

La resolución de la desafiliación, aprobada por el Comité Permanente diocesano el 18 de septiembre, puede encontrarse aquí.

El consejo Ejecutivo de la Iglesia discutió la situación de Carolina del Sur durante una breve sesión ejecutiva el ultimo día de su reunión programada regularmente del 15 al 18 de octubre. Jefferts Schori dijo durante una conferencia de prensa inmediatamente antes de la clausura de la reunión, que ella “aún está esperanzada de que podamos encontrar un medio de que Carolina del Sur siga siendo parte de la Iglesia Episcopal”.

En su comunicado de prensa, las 14 personas pidieron oraciones “por el obispo y todos los involucrados” y afirmaron que “hay definitivamente un lugar para los puntos de vista ortodoxos y evangélicos dentro de la diócesis; esa es la belleza de estar debajo de la gran tienda de la Iglesia Episcopal”.

“Sin embargo, los puntos de vista y hábitos de la diócesis comenzaron a alejarse a grandes zancadas de la Iglesia en su sentido más amplio cuando se produjeron algunos eventos”, dijeron los denunciantes. “Romper las conexiones legales con los estatutos de la Iglesia y formar esencialmente una nueva entidad corporativa, fuera de la Iglesia Episcopal, al cambiar la declaración de propósitos corporativos de la diócesis para no obedecer a la Constitución y Cánones de nuestra Iglesia, parecería que es extralimitarse demasiado”.

“La esperanza de estos individuos es que la diócesis continúe siendo un hogar donde todos los episcopales adoren y vivan juntos en el amor de Dios mediante Jesucristo”.

Lucka solicitó en nombre de las 14 personas que la junta disciplinaria examinara varias medidas que Lawrence había tomado o había alentado a lo largo de los últimos dos años. Ella dijo en el comunicado que le pedía a la junta “si pudiera tomar una determinación en cuanto a si tales acciones eran compatibles o no con la misión y las normas de la Iglesia Episcopal”.

Por lo general, los nombres de individuos que inician estas peticiones se mantienen en secreto conforme a reglas de privacidad estipuladas por los Cánones de la Iglesia Episcopal, decía el comunicado, pero agregaba: “Sin embargo, los denunciantes dieron su aprobación para que [sus nombres] fuesen del conocimiento del obispo… como una deferencia hacia el obispo Lawrence,  para que [la gestión] no se viera envuelta en un velo de secreto”.

Los peticionarios esperan que su revelación “evitará cualesquier suposiciones que puedan afirmarse en los próximos días o semanas de que la Iglesia Episcopal pueda haber iniciado o alentado la presentación de esta petición”, dice el comunicado.

Los peticionarios dijeron que ellos también querían esclarecer que aunque la mayoría de los miembros del Foro Episcopal de Carolina del Sur (una organización de lo que el comunicado llama “episcopales convencionales”), “ésta no era una medida tomada por el foro o por su directiva”.

“Además de los individuos que hacen esta petición, hay muchos, muchos otros episcopales leales en la diócesis que están totalmente convencidos de que los funcionarios de la Iglesia Episcopal deberían examinar la conducta del obispo”, agrega el comunicado.

La cobertura que hace ENS del anuncio del 17 de octubre aparece aquí.

– La Rda. Mary Frances Schjonberg es redactora y reportera de Episcopal News Service. Traducido por Vicente Echerri.