El cruce de la fe, la Iglesia Episcopal y la política

Por Pat McCaughan
Posted Oct 15, 2012

[Episcopal News Service] Según se dice, por lo menos 1.500 predicadores de un extremo a otro de la nación desafiaron deliberadamente las normas de los impuestos federales al respaldar a candidatos políticos desde el pulpito el pasado 7 de octubre.

Y luego estaba el Rdo. Canónigo Ed. Bacon, rector de la iglesia episcopal de Todos los Santos [All Saints] en Pasadena, California, que desafió a los desafiadores a partir de su propia experiencia.

“El Domingo de la Libertad de Púlpito” es un empeño que la Alianza en Defensa de la Libertad empezó hace cuatro años para provocar un proceso a fin de desafiar las normas de la Superintendencia de Contribuciones (IRS por su sigla en inglés) que prohíbe a las organizaciones exentas de impuestos respaldar a candidatos políticos.

Bacon, cuya iglesia eludió exitosamente una objeción de la IRS a su estatus de exención de impuestos, llamó al Domingo de la Libertad de Púlpitos “un movimiento mal concebido que confunde la libertad de púlpito con la política partidaria”.

“Los predicadores que le dicen a usted por quien votar y que se convierten en instrumentos del partidarismo han renunciado por consiguiente a su libertad de evaluar proféticamente a todos los candidatos y a todos los partidos valiéndose de la plomada de la casa del amor”, dijo Bacon en comentarios que publicó en YouTube.

Otros que hablaron con Episcopal News Service respecto al cruce de la fe, Dios y la política concuerdan en que el papel de la Iglesia debe ser profético, no partidario.

Mary Getz dijo que la Oficina de Relaciones Gubernamentales de la Iglesia Episcopal y la Red Episcopal de Política Pública, para las cuales ella es funcionaria de base y de comunicaciones por Internet, ayudan “a que los episcopales se mantenga activos en el proceso democrático de nuestra nación al proporcionarles información actual acerca de las legislaciones que debate el Congreso y acerca de las resoluciones de la Convención General relacionadas con las mismas.

“En un año de elecciones, recordamos, alentamos y apoyamos la plena participación de los votantes”, afirmó ella en un correo electrónico a ENS.

Por ejemplo, una pregunta que aparece en la boleta de Maryland pide que el estado rechace la reciente Ley DREAM estatal que permite a estudiantes indocumentados pagar la matrícula como residentes del estado. “La Iglesia Episcopal aprobó una resolución este verano de apoyo a la Ley DREAM, de manera que resaltaremos esto cuando le enviemos un recordatorio de votación a los miembros de la Red Episcopal de Política Pública en Maryland”, dijo Getz.

La obispa primada, Katharine Jefferts Schori, dijo a ENS que “Jesús estuvo profundamente interesado en el proceso político en su propio tiempo, y que cuestionó a las personas que le rodeaban, así como a las autoridades romanas y religiosas, acerca de la injusticia, la violencia y la explotación”.

“Nuestra tarea como cristianos siempre consiste en explorar de qué manera los procesos y las decisiones políticas que se nos presentan pueden ayudar o dificultar la venida del Reino de Dios en nuestro medio”, añadió. “¿Parece tener en cuenta una propuesta sobre impuestos a ‘estos mis hermanos más pequeños’? ¿Significa una decisión política mayor justicia para los ‘pequeñitos’? ¿Parece que un candidato tiene mayor interés que otro en los problemas fundamentales de justicia sobre los cuales Jesús habló más?”

Y si bien personas de buena fe “pueden llegar a diferentes conclusiones respecto a este asunto”, la calidad del diálogo y la manera en que se lleva a cabo deben también tomarse en cuenta, afirmó la Obispa Primada.

El Rdo. Bob Massie dijo que la fe inspiró su candidatura y el modo en que organizaba sus campañas políticas para vicegobernador en 1994, y para el Senado de EE.UU. dos años después. Él decidió postularse al cargo en parte porque “el diálogo público es tan deprimente y pesimista… [y] acerca del bienestar social, de los impuestos, no acerca de la posibilidad de lo que las personas pudieran hacer juntas en comunidad”.

“Para mi sorpresa, gané la primaria demócrata” para vicegobernador, dijo Massie  durante una entrevista telefónica reciente, aunque fue derrotado en la elección general. Él abandonó la candidatura al Senado.

Aún activo como sacerdote, sirve en la actualidad como presidente y director ejecutivo del Instituto de la Nueva Economía, un comité de expertos con sede en Barrington, Massachusetts, cuya misión es promover una economía justa y sostenible.

Para él, la fe no significa una campaña negativa ni ataques personales a los adversarios políticos, lo cual, en su opinión, es diferente de decir la verdad.

“Si señalo que el Congreso, y particularmente la Cámara de Representantes controlada por el Partido Republicano, estaba tratando de negarle el seguro de salud a 50 millones de estadounidenses, algunas personas podrían percibirlo como un comentario negativo”, dijo él. “Pero es un comentario verídico. Parte de mi responsabilidad como ciudadano y como candidato era hablar sobre lo que era cierto, pero no contemplaba atacar a alguien por razones personales”.

Lo que no debe hacer el clero, agregó, es evadir los problemas públicos.

“Vivimos en un mundo que sigue siendo grotescamente injusto y controlado por fuerzas poderosas que deben ser denunciadas”, afirmó. “En segundo lugar, estamos en camino de destruir el planeta, y las generaciones venideras se preguntarán por qué la gente de fe no se levantó para objetar esta autodestrucción en cámara lenta. Es una parte fundamental de la fe de uno y de la de cualquier comunidad cristiana tomar en serio los problemas públicos, comprometerse con ellos, discutirlos a la luz del Evangelio y luego proceder en consecuencia”.

Sin embargo, dada la complejidad de la política local de  Baraboo, Wis., Stephanie Seefeldt y su marido Scott, el rector de la iglesia episcopal de La Trinidad [Trinity Episcopal Church], han contraído “un compromiso claro de no incurrir en ninguna conversación política que pudiera hacerle pensar a la gente una cosa u otra respecto a nosotros y a nuestra Iglesia” debido a la complejidad de la política local, dijo ella en un correo electrónico a ENS.

La opinión política de la congregación recorre toda la gama, desde ultraconservadores a ultraliberales, agregó. “Mi imagen preferida es la del Prius cubierto de calcomanías de Obama estacionado junta al Expedition con [la consigna] de ‘¿Cómo funciona para ti eso de la esperanza y el cambio?’”.

No obstante, su marido “pone un gran empeño en elevar el nivel del discurso desde el púlpito y realiza una gran labor, de manera que lo que él insta a la congregación a hacer es honrar a Cristo y los unos a los otros, sin que importe la opinión política”.

El obispo Alan Scarfe de la Diócesis de Iowa está de acuerdo en que la capacidad de la Iglesia de tener “un diálogo lleno de gracia” puede permitir discusiones libres y sin riesgos sobre temas políticos, dijo en una reciente entrevista telefónica con ENS.

El sistema de Iowa de reuniones electorales significa que “vas a una escuela de la localidad y te ves lanzado en medio de una multitud, republicanos y demócratas, todos juntos”, apuntó él.  “Bajas a empellones el corredor para asistir al caucus demócrata y te tropiezas con tu vecino que se dirige al caucus republicano, y le dices, ‘hola, José, ¿cómo estás?’. No hay ninguna ocultación”.