Resoluciones sobre el Pacto Anglicano se abordan en una audiencia pública

Por Matthew Davies
Posted Jul 8, 2012

[Episcopal News Service] El comité legislativo sobre Misión Mundial de la Convención General escuchó el 6 de Julio el testimonio público sobre ocho resoluciones acerca de las relaciones con la Comunión Anglicana y el Pacto Anglicano, un documento que sus partidarios dicen que ofrece un modo de vincular a los anglicanos a escala mundial más allá de sus diferencias culturales y teológicas.

Las resoluciones van desde el rechazo a la aprobación del pacto, con una de ellas que propone una vía media, y que insta a un continuo estudio y a comprometer a la Iglesia a participar de manera permanente en el proceso. Las ocho resoluciones afirman la pertenencia de la Iglesia Episcopal a la Comunión Anglicana y su compromiso con la misma.

La primera resolución que surgió fue la A126, presentada por el Consejo Ejecutivo de la Iglesia, dice que la Iglesia “no puede adoptar el Pacto en su forma actual”. Otra resolución del Consejo (A145) expresa gratitud a los que han trabajado en la redacción del pacto y compromete a la Iglesia a un continuo diálogo y participación en la Comunión Anglicana.

Luego, en abril, se presentaron otras dos resoluciones

La Resolución B006, propuesta por el obispo John Bauerschmidt, de Tennessee, y respaldada por otros 10 obispos, le pide a la Iglesia que ratifique y adopte el pacto.

En la audiencia del 6 de julio, Bauerschmidt dijo que su resolución compromete a la Iglesia “a continuar el proceso” y a discernir cómo modificar el pacto según la Constitución y Cánones de la Iglesia Episcopal. “Esto es necesario si en verdad buscamos, como una comunión, ser de una misma mente y corazón y compartir una vida común”, afirmó. “Hemos visto cuánto daño se ha hecho en la Iglesia Episcopal por falta de un proceso para resolver problemas muy debatidos”.

La Rda. Carola von Wrangel, diputada de la Convocación de las Iglesias Episcopales en Europa, también habló a favor de la B006. “Somos parte de la Comunión Anglicana mundial. Yo creo que el pacto fortalecerá a la Comunión Anglicana y a la Iglesia Episcopal. ¿Cómo nos sentaremos juntos a la mesa?”.

Wrangel dijo que su congregación en la iglesia de Cristo Rey [Christ-the-King] en Frankfurt, Alemania, representa a 35 países diferentes. “Los problemas que nos dividen son los problemas que dividen a mi parroquia. Creo que el pacto nos ayudará a permanecer juntos, no a alejarnos unos de otros”.

La Resolución B005, propuesta por el obispo de Connecticut, Ian Douglas, y respaldada por otros dos obispos, alentaría a la Iglesia a abrazar el preámbulo y las primeras tres secciones de las cuatro que contiene el documento. Esto, dijo Douglas a ENS, garantizaría que la Iglesia no se elimine a sí misma del proceso del pacto.

La cuarta sección del documento, que bosqueja un método disciplinario para resolver disputas en la Comunión, ha sido el principal punto de fricción del pacto.

Entre otras resoluciones propuestas se incluyen la D006, que le pide a la Iglesia que rehúse adoptar el pacto, diciendo que luego de un extenso estudio la Iglesia es “incapaz de llegar a un claro consenso y, en consecuencia, no está dispuesta a seguir gastando fondos, tiempo y energía en este pacto propuesto”. En su lugar, la resolución le pide a la Iglesia Episcopal que se comprometa con “Un Pacto para la Comunión en Misión” elaborado por la Comisión Permanente Anglicana sobre Misión y Evangelización, “de manera que las provincias de la Comunión Anglicana puedan ser eficaces en promover la presencia y la restauración de Dios para aquellas [personas] quebrantadas y desposeídas”, según el texto que se propone.

Otra resolución (D007) insta también a la Iglesia a rehusar la adopción del pacto, diciendo que es “contrario a la eclesiología y tradición anglicanas y a los intereses más importantes de la Comunión Anglicana”.

La Rda. Susan Russell, diputada de Los Ángeles, propuso la D007. “El pacto intenta crear una autoridad centralizada… que inhibe a la Iglesia de llevar a cabo la misión del evangelio”, dijo ella. “La Escritura y la tradición nos dicen del valor de la idea de un pacto, y la razón nos lleva a rechazarla. Insto a elegir la comunión por encima del pacto y a decir no a esta propuesta mal concebida”.

Lelanda Lee, diputada por Colorado y miembro del Consejo Ejecutivo, habló a favor de la D007 porque dijo que el pacto “no hace las cosas que se suponía que hiciera cuando fue redactado por primera vez y que la 4ª. Sección resulta punitiva para quienes debían ser hermanos y hermanas”.

Mary Reorich, diputada laica por Pensilvania, hablando a favor de la D007, dijo que el pacto “ha servido para dividir. Se usará de formas no previstas para interferir… Esto no contribuye o alienta los vínculos de afecto. Yo no me uní a una Iglesia pactada o confesional ni quiero unirme a tal Iglesia”.

La Resolución D008 no menciona específicamente el pacto, pero sigue el modelo adoptado por varias diócesis de la Iglesia de Inglaterra que se han opuesto a adoptar el pacto.

La D008 le pide a la Iglesia que “encuentre medios de mantener y reforzar fuertes vínculos a través de la Comunión Anglicana mundial”, y a profundizar su participación en los ministerios y redes de la Comunión que ya existen, especialmente Indaba Continuo, que está explorando las vías de comunicación a través de diferentes contextos.

El Rdo. Tobias Haller, diputado de Nueva York que propuso la D008, ha servido en el grupo de referencia para Indaba Continuo. Dijo que si la Iglesia adopta o no el pacto, “somos anglicanos”.
Indaba Continuo, explicó él, ayuda a la Comunión Anglicana “a no dejar que los desacuerdos nos incapaciten, sino que nos potencien. Les insto a adoptar esta resolución, o al menos a incorporar su lenguaje en cualquier resolución que el comité recomiende”.

La diputada laica Samantha Cutlip, de New York Occidental, habló a favor de la Resolución D046, que califica al pacto “polémico” y pide que la Iglesia “reafirme el compromiso de la Iglesia Episcopal con los principios históricos del cristianismo anglicano”.

“Si votamos a favor [del pacto] sólo nos dividiremos más”, dijo. “Sólo podemos aprender más los unos de los otros si avanzamos en los vínculos del afecto”.

Otra resolución (la C115) propuesta por la Diócesis de Easton, alienta a más estudio y reflexión sobre el propuesto Pacto Anglicano durante el próximo trienio. El testimonio público sobre esa resolución se oirá el 9 de julio.

El Comité sobre Misión Mundial discutirá el testimonio de las audiencias y considerará todas las resoluciones que se han propuesto antes de recomendar una legislación a las cámaras de la Convención General.

El Pacto Anglicano fue propuesto por primera vez en el Informe Windsor de 2004 como un modo en que la Comunión y sus 38 provincias autónomas podrían mantenerse unidas a pesar de sus diferencias, especialmente relacionadas con asuntos de interpretación bíblica y de la sexualidad humana. El informe se produjo a raíz de la elección de Gene Robinson, sacerdote abiertamente homosexual, como obispo de Nuevo Hampshire, un suceso debido al cual varias provincias declararon rota o afectada su comunión con la Iglesia Episcopal. El pacto también fue una respuesta a algunos líderes de la Iglesia que cruzaron las fronteras de otras provincias para ministrar a anglicanos desafectos.

Luego de cinco años de discusiones y la redacción de varias versiones, el texto final del pacto se envió en diciembre de 2009 a las provincias de la Comunión para su consideración formal.

Douglas, que es copresidente del Comité de la Misión Mundial, en recientes declaraciones a ENS dijo que la Iglesia Episcopal ha participado “en un nivel extremadamente alto” al considerar cada anteproyecto del pacto.

La 76ª. Convención General en julio de 2009 le pidió a las diócesis, mediante la Resolución D020, que estudiara el Pacto Anglicano durante el trienio 2010-2012. También le pidió al Consejo Ejecutivo que preparara un informe, junto con un anteproyecto de legislación propuesta, para la 77ª. Convención General este año. Esa resolución llevó al Consejo a crear el Equipo de Trabajo D020, que hizo público su informe junto con la Resolución A126 en octubre de 2011.

La Comisión Permanente sobre Constitución y Cánones determinó en un informe de junio de 2011, a petición del Equipo de Trabajo D020, que la adopción del anteproyecto actual del Pacto Anglicano “tiene la posibilidad de cambiar el marco constitucional y canónico de la Iglesia Episcopal, particularmente en lo tocante a la autonomía de nuestra Iglesia y a la autoridad constitucional de la Convención General, los obispos y las diócesis”.

Las resoluciones A126, B005 y B006 que están siendo consideradas por la Convención General piden la creación de un nuevo equipo de trabajo que exploraría los cambios canónicos que sería necesarios si la Iglesia fuese a adoptar el pacto en su totalidad.

Algunos episcopales y anglicanos, incluido el Consejo Ejecutivo, han manifestado sus inquietudes de que el pacto sea usado como un instrumento de control, cuestionando en particular su 4ª. Sección y el proceso de resolución de disputas que ésta contiene. Algunos críticos han advertido que adoptar el pacto daría lugar a una Comunión de dos niveles.

“No encuentro útil la 4ª. Sección”, dijo Douglas a ENS recientemente. “Creo que hace que el pacto pase de ser un documento que es relacional a uno que es más jurídico. Sí creo que las tres primeras secciones son relacionales y misionales”.

Reacciones a escala de la Comunión

A través de la Comunión Anglicana, siete provincias han aprobado o suscrito el Pacto Anglicano: Irlanda, México, Myanmar, Papúa Nueva Guinea, Sudeste de Asia, Cono Sur de América y Las Antillas.

El Sínodo General de la Iglesia Episcopal Escocesa votó el 8 de junio en contra de adoptar el pacto.

En marzo, resultó claro que la Iglesia de Inglaterra no podría adoptar el pacto en su forma actual cuando una mayoría de sus diócesis rechazaron el documento.

La Iglesia Anglicana del Sur de África ha adoptado el documento pendiente de que su próxima reunión del sínodo lo ratifique más adelante este año.

En abril pasado la Iglesia de Gales le dio al pacto “una luz ámbar, más bien que una luz verde”. El organismo gobernante de la Iglesia dijo que temía que el reciente rechazo del pacto por la Iglesia de Inglaterra pusiera en peligro su futuro y ahora se necesitan algunas aclaraciones al respecto antes de que pueda tomarse una decisión. [La Iglesia de Gales] le envió algunas preguntas sobre el asunto al Consejo Consultivo Anglicano, el principal organismo en el diseño de políticas de la Iglesia, que se reúne más tarde este año.

Los obispos de la Iglesia Episcopal en las Filipinas han rechazado el pacto [al igual que] la Acción Maorí en la Iglesia Anglicana en Aotearoa, Nueva Zelanda y Polinesia en noviembre pasado, lo cual significa que podría ser rechazado cuando se presente ante el Sínodo General de la provincia en julio del presente año.

El Rdo. Malcolm French, de la Iglesia Anglicana del Canadá, habló en la audiencia del 6 de julio a favor de la D007, haciendo notar que la Comunión Anglicana es una familia de iglesias. “Si estamos dispuestos a reunirnos, entonces no hace falta ningún pacto; y si no lo estamos, entonces ningún pacto bastará”, dijo French, moderador de la Coalición por el No al Pacto Anglicano. “Teóricamente, habría visto un problema si hubiéramos sido la primera Iglesia en decir que no, pero ése no es el caso”.

Lionel Diemel, fundador y convocante a la Coalición por el No al Pacto Anglicano, dijo que “el propósito subyacente del pacto es suprimir el cambio. Muchos promueven el pacto en nombre de la unidad, pero la Comunión Anglicana no es monolítica… No necesitamos que otras iglesias nos castiguen cuando intentamos hacer justicia”.

Douglas le había dicho previamente a ENS que “la Comunión tiene que ver fundamentalmente con relaciones —relaciones más allá de nuestras diferencias en servicio a la misión de Dios— y no algún tipo de declaración jurídica, contractual o eclesiológica”.

— Matthew Davies es director y reportero de Episcopal News Service. Traducción de Vicente Echerri.