[Episcopal News Service – Indianápolis] Los números no mienten. Cifras del Censo 2010 de Estados Unidos indican que más de la mitad del crecimiento demográfico del país se debe a los latinos. La población hispana aumento 43% entre 2000 y 2010. La comunidad episcopal se está “latinizando” a pasos agigantados, y está creciendo desde adentro, con muchos feligreses jóvenes estadounidenses de primera generación.

Para Carlos de la Torre, esta historia es personal; este joven seminarista inmigró a Estados Unidos a los cinco años y hoy en día se siente plenamente identificado con la cultura peruana de sus padres y del país que le abrió las puertas. “No hay un típico latino” –dice- “pero en general el latino(a) trabaja duro, aprecia la diversidad y la practica”. “La iglesia está cambiando –añade- no hay otro camino, pero ese cambio indudablemente es para bien.”

La Iglesia Episcopal de EEUU está asimilando el patrimonio cultural de su feligresía, desde la liturgia hasta el desarrollo de ministerios que respondan al presente y al futuro.

El Rdo. Simón Bautista, Misionero Diocesano de Ministerios Latinos en Washington DC, explica que un ejemplo lo ve en sus propios hijos: “Los que son mas grandecitos (…) uno se da cuenta que llevan esa mezcla de ser descendientes de latinos pero nacidos y crecidos en Estados Unidos… por un lado celebran las cosas que son importantes para nosotros los latinos pero van a celebrar con la misma intensidad las cosas que son propias de la cultura y su historia y de ser americanos.”

Nueva forma de ser Episcopal

Para el Rdo. Daniel Vélez-Rivera, Rector (I) de la Iglesia St. Michael and All Angels en Baltimore, Maryland, la realidad es similar: “la iglesia se integra… es como tejer la comunidad latina con la comunidad anglo parlante y formar una sola iglesia, con diversidad bajo un mismo techo.”

Con la población latina en Estados Unidos creciendo 4 veces más rápido que otros segmentos demográficos, no es raro que esa población emergente, dentro y fuera del ámbito episcopal celebre la fiesta de la independencia, acompañando los fuegos artificiales y desfiles con sancocho, tamales y pastel de manzana.

— César Cardoza, Corresponsal Especial, Servicio de Prensa Episcopal en la Convención General.