'Nuevas visiones' de comunidades de fe y centros de misión

La Oficina del Ministerio de los Negros se asocia a otras congregaciones a través de la Iniciativa de Nuevas Visiones.

Por Pat McCaughan
Posted Jun 11, 2012

[Episcopal News Service] “Avivamiento” puede ser una “palabra incómoda” en la Iglesia Episcopal, pero es una manera en que la Iniciativa de Nuevas Visiones de la Oficina del Ministerio de los Negros de la Iglesia Episcopal está ayudando a reenergizar algunas congregaciones.

Crear relaciones, redescubrir la misión e incluso hacer sencillos cambios de lenguaje son otras. Tales como cambiar la conciencia de “ser congregaciones a convertirse en comunidades de fe que se esfuerzan por convertirse en centros de misión”, dijo la Rda. Angela Ifill, misionera para la Oficina del Ministerio de los Negros, durante una entrevista telefónica.

“Nos hemos visto y nos hemos definido como congregaciones durante tanto tiempo que se ha hecho una rutina, del mismo modo que orar puede llegar a ser algo rutinario”, subrayó Ifill, quien puso en marcha el proyecto experimental Iniciativa de Nuevas Visiones [NVI, por su sigla en inglés] en 2009. En la actualidad, ocho congregaciones participan en este proyecto.

El empeño asocia a iglesias afroamericanas que históricamente han tenido dificultades con iglesias que han sido prósperas para ayudar a redescubrir la misión y llevar adelante el cambio. Ifill espera agregar otras cuatro [congregaciones] adicionales en 2012, a las que se les pide que participen por lo menos durante 18 meses.

“Si podemos considerarnos como comunidades de fe, nos moveremos de ese concepto totalmente pasivo de congregación para convertirnos en comunidades de misión, entendiendo… que la razón de ser es estar en el mundo, dando lugar a la misión de Dios y no sólo como una congregación que viene a la iglesia el domingo por la mañana y todo lo que hacemos es concentrarnos interiormente”, afirmó.

Significa correr riesgos y hacer cambios, incluso adaptando culturas, tales como la de auspiciar avivamientos, por ejemplo.

“A nuestras iglesias se les ha pedido que planeen avivamientos. Al principio, hubo alguna duda que nos llevó a fijarnos en lo que llamamos ‘palabras incómodas'”, explica Ifill. “Cuando la gente oye mencionar la palabra ‘avivamiento’ se pregunta, ‘¿avivamiento en la Iglesia Episcopal?’

“Pero, ¿por qué no? Tenemos evangelización, mayordomía, pero con frecuencia palabras tales como ‘renacido’, ‘avivamiento’, ‘testificar’, hace que la gente se sienta incómoda. Preguntamos el porqué estas palabras tienen ese efecto en ustedes y estamos teniendo alguna discusión teológica en torno a eso”, añadió.

Recientemente, dos noches de avivamiento en la iglesia de San Simón de Cirene [St. Simon of Cyrene] en Lincoln Heights, Ohio, motivó a Ethelrine Shaw-Nickerson a ofrecer un testimonio espontáneo durante los oficios dominicales regulares del Día de Pentecostés.

“No tuve nada más que alabanzas. Fue maravilloso, hermoso, espiritual, un evento con gran participación de la gente que me recordaba los viejos tiempos de los avivamientos en la Iglesia Bautista, pero con ese sabor episcopal”, dijo Nickerson durante una entrevista telefónica desde su casa cerca de Cincinnati.

“El tema fue hacer todas las cosas nuevas”, añadió. “La primera noche tuvimos más de 200 personas; la segunda noche hubo unas 150, y alimentamos a todo el mundo la segunda noche. No sabíamos cómo íbamos a alimentar a toda esa gente, pero Dios nos trajo abundancia de pan y abundancia de pescado e incluso nos sobró alguna comida. Fue estupendo”.

El auspiciar avivamientos comunitarios es sólo uno de los muchos cambios que se iniciaran desde que San Simón se uniera a la Iniciativa de Nuevas Visiones, dijo el Rdo. Trevor Babb, el rector.

“Éste es el tercer avivamiento que hemos hecho y es mayor cada año”, dijo Babb durante una entrevista telefónica desde su oficina. “Cuando empezamos hace tres años, hubo unas 40 personas. Este año lo expandimos a dos días y la iglesia se llenó con personas que trascendían las barreras denominacionales”.

El proyecto experimental ha dado lugar a una nueva energía en el culto, expresó él.

Localizada en un barrio cambiante, con un promedio de asistencia dominical de 90 personas con una edad promedio de 55 años, [la iglesia de] San Simón tenía 81 años y se encontraba “en un momento de transición y en busca de un modo de energizar a nuestra congregación”, dijo Babb. “Pero, necesitábamos instrumentos para hacerlo”.

La Iniciativa de Nuevas Visiones asoció a San Simón con la iglesia episcopal de San Andrés y la Santa Comunión [St. Andrew and Holy Communion] en South Orange, Nueva Jersey, una congregación multinacional y multiétnica con 152 años de existencia y un promedio de asistencia dominical de 250 personas.

La asociación ha incluido el compartir materiales de desarrollo litúrgico y congregacional “y hemos aprendido mutuamente”, dijo la Rda. Canóniga Sandye Wilson, rectora de la congregación de Nueva Jersey.

“Nuevas visiones nos ha ayudado a concentrarnos en nuestra misión”, añadió Wilson. “Este es un modelo para el futuro en una Iglesia postmoderna, cuando nos esforzamos en concebir la manera de responder a las necesidades de nuestras comunidades y cómo llevar la Iglesia a la gente. Ello da testimonio del poder de las asociaciones de compañerismo con muchos kilómetros de por medio y nos facilita un modo de mirar y experimentar a otros”.

Ifill dijo que las congregaciones empezaron por crear una oración de Nuevas Visiones para uso de ambas iglesias compañeras durante el culto. También deciden temas específicos que abordar, usualmente que conlleven el discipulado y la enseñanza, porque nos concentramos en una formación cristiana que dura toda la vida”.

Las asociaciones conllevan también intercambios de bancos y de púlpitos y la creación de relaciones más allá de fronteras geográficas o de otro tipo. En abril, Wilson predicó en la iglesia de Lincoln Heights.

“Otro asunto es el participar en el desarrollo de un proyecto de misión”, añadió Ifill. “También, con el proyecto de misión, se les pide que se adentren en sus comunidades, que den una vuelta [por ellas], que conozcan a la gente, que se enteren de lo que está pasando y cómo pueden ser parte de lo que está pasando”.

El 6 de junio, Babb comenzó “localizar recursos”, a equiparar los dones y recursos de la congregación con las necesidades de la comunidad local.

La NVI “nos ha dado realmente una nueva visión, sin querer hacer un juego de palabras”, afirmó. “Debemos ser más que argamasa y ladrillos en la comunidad. Debemos conmover a la comunidad en algunos aspectos específicos y la NVI nos ha ayudado a cristalizar algunos de los planes que estamos poniendo en práctica. Ha sido un catalizador para nosotros cambiar nuestra estructura para ayudarnos a encarnar nuestra misión”.

Algunos cambios funcionan, otros no tanto, dijo Ifill. Viejas discrepancias congregacionales y problemas inesperados sí salen a la superficie y tenemos que lidiar con ellos, mediante la oración, mediante la reconciliación -lo cual conduce a un nuevo desarrollo, agregó.

Reuniones de toda la Iglesia como Todos en Todas Partes, que tuviera lugar en Estes Park, Colorado, en octubre y la Reunión de la Nueva Comunidad, en San Diego [California] en marzo, le dieron oportunidad a los participantes de congregarse.

La NVI también ha inspirado una actividad musical [ “Singspiration”],” una sesión coral previa al oficio y concebida “para lograr que la gente venga a la iglesia más temprano y comience a adorar con una mejor actitud”, dijo Frank Carr, miembro del comité de liderazgo del NVI de San Simón.

El compañerismo ha sido “contagioso dentro de la vida de la congregación”, agregó. “No creo que haya nadie en nuestra congregación que diga que no entiende de qué se trata. Por primera vez, hemos puesto a la NVI con un renglón del presupuesto y hemos dedicado un espacio importante de nuestra página web a ofrecer información sobre el proyecto”.

Para Trevor Bryan III, miembro de la iglesia de San Lucas [St. Luke’s] en Nueva Orleáns, al asociarse con la histórica iglesia episcopal africana de Santo Tomás [St. Thomas] de Filadelfia, la NVI “puede servir como modelo, no sólo para iglesias negras, sino para otras iglesias que pudieran estar en decadencia. Podría aplicarse a cualquier grupo étnico. Ha sido bueno para nosotros”.

Ethelrine Shaw-Nickerson, de la iglesia de San Simón, está de acuerdo.

Ella ya espera otro avivamiento en la iglesia de Lincoln Heights porque este más reciente suscitó “algunos cambios con el grupo más joven” -cambios por los cuales ella se sentía tan agradecida que se sintió motivada a dar un testimonio.

“Hermanó a la gente de una manera nueva”, recordó. “A mí me sorprendió. No sabía cómo íbamos a alimentar a las personas, pero de repente yo estaba aquí en la cocina y los jóvenes empezaron a traer bandejas de verduras y postres, y nos sobró muchísima comida”.

El Domingo de Pentecostés ella compartió ese entusiasmo con otros feligreses. “Dije que Dios estaba con nosotros. Que Dios nos había ayudado a hacer lo que debíamos hacer y que yo quería manifestar mi gratitud por lo que había sucedido en nuestra iglesia”.

— La Rda. Pat McCaughan es corresponsal de Episcopal News Service y radica en Los Ángeles. Traducido por Vicente Echerri.

En inglés: http://bit.ly/NklFy9