Los oficios de la Convención General utilizarán diversas fuentes

Por Sharon Sheridan
Posted Jun 8, 2012

El icono de Nuestra Señora de Vladimir, que aparece aquí en el programa de un oficio de la Convención, también será parte de un retablo del altar en la Convención General.

[Episcopal News Service] Los oficios de culto en la Convención General serán una demostración de la diversidad de la liturgia y la música provenientes de todo el ámbito de la Iglesia Episcopal.

“Es una combinación de todo lo que la Iglesia Episcopal tiene a su disposición que haya sido aprobado”, dijo el Rdo. Charles Dupree, rector de la iglesia episcopal de La Trinidad [Trinity Episcopal Church] en Bloomington, Indiana, y copresidente del comité de planificación de cultos de la Convención.

La Eucaristía se celebrará diariamente, con diferentes oficios que usarán formatos tomados de fuentes tales como Enriching Our Worship [Enriqueciendo nuestro culto] o del Rito 1 y Rito 2 del Libro de oración Común. La música provendrá del Himnario  [The Hymnal] de 1982, del segundo volumen de Lift Every Voice and Sing; de Wonder, Love and Praise, así como de Voices Found, El Himnario y Flor y Canto, compendios de música en español, estos dos últimos.

Entre los músicos habrá desde organistas a un coro haitiano pasando por el intérprete de una flauta indígena [nativoamericana]. Los programas se imprimirán en inglés y en alguna otra lengua -español la mayoría de los días, en hmong y en shoshone el 6 y el 9 de julio respectivamente, dijo Dupree.

Los participantes en los oficios serán diversos también.

“Aspiramos a diversidades de todo tipo”, dijo el Rdo. Sandy Webb, asesor litúrgico de la Convención y asociado al rector de la iglesia episcopal de San Juan [St. John’s] en Roanoke, Virginia. Esto incluye “diversidad de órdenes de ministerio, de manera que tengamos laicos, obispos, presbíteros y diáconos representados en todos los oficios.

“Queremos diversidad geográfica de todos los rincones de nuestra Iglesia”, dijo Webb. El comité también aspira a la diversidad en edad, en etnicidad y en capacidad física.

“Intentamos abarcar todo el panorama de la Iglesia Episcopal”, apuntó él.

Las liturgias mismas serán “eucaristías sencillas”, dijo Dupree. “El objetivo para la concepción de estas liturgias es que constituyan una fuerza estabilizadora dentro del funcionamiento de la Convención”.

“La liturgia, si bien se supone que sea atractiva, interesante y estimulante, debe ser también familiar y elemental”, agregó. “En consecuencia, mi esperanza es que [la celebración litúrgica] será un lugar donde la gente pueda ir y encontrar su centro… y al mismo tiempo un recordatorio de cómo el Espíritu se ha movido y se mueve a través de la obra de la Iglesia”.

La Eucaristía diaria se celebrará en el salón de fiestas del hotel J.W. Marriott, conectado con el centro de la Convención a través de un paso elevado, en lugar de un salón de exposiciones del centro. Según la página web de la Convención General, esto ahorra el costo de alquilar un salón sólo para cultos y ensayos, y era necesario debido al presupuesto reducido de la Convención que se aprobó en 2009.

Los asientos estarán dispuestos “estilo teatro”, con una plataforma central para el altar, añadió Dupree. Y luego diseñamos un retablo que elegimos de alguna iconografía antigua con algunos elementos modernos”. El icono de Nuestra Señora de Vladimir -que también aparece en la cubierta del programa- será “el punto focal, de manera que pueda, esperemos, infundirle a todo el salón un ambiente de misterio”.

Cada oficio, excepto la Eucaristía del 8 de julio y la reunión de la OUG, conmemorarán vidas de santos tomadas [del calendario] Mujeres Santas, Hombres Santos, revisión de Fiestas menores y ayunos [Lesser Feasts and Fasts] que ahora se encuentra en uso experimental.

Se conmemorarán [las vidas de] Walter Rauschenbusch, Washington Gladden y Jacob Riis el 5 de julio; la de Juan Hus el 6 de julio; la de Harriet Beecher Stowe el 7 de julio; la de Samson Occum día 9; la de Bartolomé de las Casas el 10; la de Benito de Nursia el día 11 y la de Soderblom el 12.

El 9 de julio es “también un día que le hemos pedido a la Comisión Permanente sobre Iglesias Pequeñas que trate de crear una liturgia que se refiera a la concepción e implementación de liturgias en nuestras congregaciones más pequeñas”, añadió Dupree. “Muchas de nuestras iglesias son increíblemente pequeñas y no contamos con los recursos de algunas de las congregaciones más grandes en lo que respecta al acceso a diferentes instrumentos y diferentes tipos de coros”.

La dificultad era que una Eucaristía de la Convención General es cualquier cosa menos pequeña.

“¿Cómo creas la experiencia de una iglesia pequeña con 2.000 personas? Reunimos un grupo de sacerdotes y músicos parroquiales de la Diócesis de Indianápolis que sirven en congregaciones pequeñas, y nos dimos a la tarea de hacer justamente eso”, agregó Dupree.

Los instrumentos musicales para la ocasión incluirán un dulcémele percutido, un salterio y una guitarra, explicó. “La idea en torno a eso es que puedes aportar los talentos que tengas y, en los contextos adecuados, pueden resultar muy efectivos y conmovedores”.

Por coincidir con la conmemoración de Occum, también participará un músico que toca una flauta indígena. “Ése también es un instrumento muy bello”, afirmó Dupree. “No tiene que ser complejo. En verdad podemos utilizar instrumentos sencillos y, hecho con alguna idea y cuidado, pueden ser muy, pero muy efectivos”.

El 9 de julio también figurará [en el programa] un coro voluntario de obispos y sus cónyuges.

“Una de las cosas que siempre he tratado de animarles a hacer, a las iglesias pequeñas, ha sido la de localizar y desarrollar los recursos locales”, dijo Marilyn Kaiser, directora y copresidente del comité de música de La Trinidad. “De ahí que calculara que los recursos locales en la Convención General, entre otras muchas cosas, sería también el de los obispos a quienes les gusta cantar y sus cónyuges”.

La Eucaristía dominical usará la “Misa Guadalupe”, una versión de la misa de Joel Martinson que alterna el latín y el español, dijo Kaiser.

Los músicos para ese oficio incluirán un quinteto de metales, un coro combinado de cantantes de la Diócesis de Indianápolis y un coro de Haití, explicó ella.

A través de la Convención, actuarán varios coros, organistas y otros instrumentistas y harán música en estilos que van desde himnos tradicionales a cánticos espirituales [afroamericanos] y cantos de [la comunidad monástica de] Taizé. Los versos del Aleluya provendrá del himnario Flor y canto. Varios músicos, entre ellos Dupree, han compuesto versiones musicales  para los salmos que se cantarán diariamente. El 11 de julio se celebrará un oficio por el Rito 1 con la participación del coro de niñas y hombres de la iglesia catedral de Cristo [Christ Church Cathedral] de Indianápolis, “en el que habrá muchísimos cantos muy tradicionales para el preludio”, señaló Kaiser.

“Realmente, hemos intentado tener una buena variedad, una buena representación de etnicidad dentro de la Iglesia Episcopal”, agregó Kaiser, quien también tocará el órgano en la Eucaristía de apertura el 9 de julio.

“Creo que habrá un buen equilibrio de la música tradicional de la Iglesia, las cosa nuevas, y luego montones de instrumentos”, afirmó. “Esperamos que resultará inspirador.  No hay nada tan emocionante como cantar con varios miles de personas, es sencillamente maravilloso”.

En tanto el comité trabajó para ajustar la música y la liturgia de cada día -usando, por ejemplo, tambores nativoamericanos para una “música de reunión” y el instrumentista de una flauta indígena nativoamericana durante el oficio en conmemoración de Occum- los oficios individuales no se han dirigido a “grupos” particulares, señaló Webb. “Partimos de un concepto, y lo hemos mantenido durante las últimas convenciones generales, que lo consideramos como una ‘liturgia mezclada’”.

El que preside la celebración podría hacer parte de la plegaria eucarística en francés, mientras un lector podría leer una de las lecciones en una lengua nativoamericana, agregó. “En el curso de la liturgia, nos moveremos sin problemas entre tres y cuatro idiomas”.

El objetivo, dijo, es “mostrar que el cuerpo de Cristo no está compuesto por partes separadas, sino por un todo coherente, en que todas las partes son diversas”.

Entre tanto, él está ocupado con la logística práctica de planificar los oficios en que participarán miles de personas. Durante el culto, él usa una radio para mantenerse conectado con los que dirigen el oficio.  Se reúne diariamente en la Convención con un equipo de adoración que mantiene las cosas funcionando sin complicaciones. En la actualidad, se ocupa de los contratos con la panadería y la bodega de vinos local para el cuarto de tonelada de pan y las 16 cajas de vino que se necesitan.

“Con un poco de suerte, todo lo que consumiremos será de Indiana”, afirmó.

— Sharon Sheridan es corresponsal de ENS. Traducción de Vicente Echerri.

En inglés: http://bit.ly/LmPmbC


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