Iglesia de Charleston encuentra hogares de distintas fes en medio del desamparo

Por Lucy Chumbley
Posted Apr 11, 2012

Michael Wright, rector de la iglesia episcopal de la Gracia en Charleston, Carolina del Sur, predica un sermón en el oficio de Pascua auspiciado por la sinagoga reformada Kahal Kadosh Beth Elohim, que brindó su espacio a la congregación episcopal, cuyas instalaciones están siendo reparadas de los daños sufridos por el terremoto (del año pasado).

[Episcopal News Service] Con un poco de ayuda de sus amigos interdenominacionales e interreligiosos, la iglesia episcopal de la Gracia [Grace Episcopal Church] en Charleston, Carolina del Sur, encontró en esta Pascua un hogar en medio del desamparo.

La histórica iglesia de estuco, fundada en 1848, fue declarada estructuralmente insegura luego del terremoto del pasado 23 de agosto que sacudió la costa oriental de EE.UU. y desde entonces se ha mantenido cerrada al culto.

Si bien se podían celebrar oficios pequeños en su salón parroquial (Hanahan Hall), el oficio eucarístico del domingo a las 11:15 A.M. reunía a demasiadas personas para celebrarlo allí. También había que tener en cuenta los funerales y las bodas.

Charleston es un sitio popular para la celebración de bodas, y la pintoresca parroquia de 166 años había hecho reservas adicionales para estas ceremonias antes de que se produjera el terremoto.

La Navidad y la Pascua presentaban otra interrogante -no había lugar en el mesón- hasta que recibieron una llamada de la vecina sinagoga reformada Kahal Kadosh Beth Elohim.

David Jaffee, presidente del consejo de KKBE, señaló que la Navidad y la Pascua no son fechas particularmente ajetreadas en el calendario judío, recordaba Emily Guerry, la asistenta del rector, e invitó a que [la congregación de] la Gracia celebrara sus oficios en la sinagoga.

“Yo casi me caigo”, dijo Guerry. “Temíamos que tendríamos que alquilar un auditorio”.

La iglesia de la Gracia celebró su oficio de lecciones y villancicos de Navidad en la sinagoga, y regresaron para los tres oficios del Día de Pascua: 7:45, 9:15 y 11:15 A.M.

“Ellos sencillamente nos hicieron sentir acogidos y como en casa”, dijo Guerry. Los sacristanes estaban disponibles para ayudarnos, así como varios miembros del consejo de la sinagoga. Los miembros de la KKBE ayudaron con los equipos audiovisuales y con los refrigerios, y la sinagoga incluso proporcionó el chocolate que tradicionalmente se reparte en Pascua, dijo el rector de Grace, Rdo. Canónigo Michael Wright, resaltando que estaba adornado con la palabra hebrea que significa “vida”.

La oferta de la sinagoga a compartir su “espacio más sagrado” se produjo durante un período de profunda división dentro de la diócesis episcopal de Carolina del Sur, comentó Wright.

“Vino en el momento preciso”, agregó. “En lugar de estar pendientes de la división, nos centramos en la nueva unidad que se nos daba con una más amplia comunidad de fe. Dios está en medio nuestro de extrañas y diversas maneras”.

Además de la Pascua en la sinagoga, la Semana Santa de la congregación de la Gracia fue una especie de fiesta movible.

El oficio del Jueves Santo, con el lavado de los pies, tuvo lugar en la histórica iglesia católica de Santa María de la Anunciación [St. Mary of the Annunciation] (mientras la congregación de Santa María celebraba su oficio en la catedral católica romana de San Juan Bautista [Cathedral of St. John the Baptist]).

El Viernes Santo, los feligreses de la Gracia se unieron a la congregación de la iglesia luterana de San Mateo [St. Matthew’s Lutheran Church] para la Adoración de la Cruz -una liturgia luterana con música que proporcionó el coro de San Gregorio [St. Gregory Choir] de la Gracia. (La congregación de la Gracia se unió a la de San Mateo el Miércoles de Ceniza para un oficio en el que usaron la liturgia episcopal).

Las Estaciones de la Cruz del Viernes Santo y la búsqueda del huevo de Pascua el sábado por la mañana tuvieron lugar en la Urbanización Episcopal de Jubilados “Obispo Gadsden”. Luego volvieron a Santa María para la vigilia pascual y a la sinagoga para celebrar la resurrección de Jesús.

Fue particularmente conmovedor, dijo Nancy Ezell Suggs, directora de vida parroquial de la Gracia, la insistencia de la sinagoga en que nuestra congregación “celebrara su culto de la manera y tradición que es importante para vuestra fe”. Ella también se dio cuenta, dijo, de lo generosos anfitriones que habían sido los de Santa María cuando presenció a la Rda. Callie Walpole, sacerdote de la Gracia, celebrando en el altar.

“Ciertamente hemos aprendido muchísimo de la bondad de personas cuyas creencias difieren de las nuestras”, dijo Guerry. “Adoramos al mismo Dios y hemos llegado a conocer eso en un sentido muy profundo. Creo que ninguno de nosotros podía imaginar en nuestros sueños más delirantes que encontraríamos tantos amigos en Charleston”.
La iglesia universalista unitaria de Charleston, la primera iglesia presbiteriana escocesa, la iglesia metodista unida de la Trinidad y la iglesia metodista episcopal africana Monte Sión [Mount Zion] también abrieron sus puertas a la congregación de la Gracia para la celebración de funerales, bodas y reuniones parroquiales. Algunas iglesias episcopales de la localidad -la Santa Comunión [Holy Communion], San Marcos [St. Mark’s] y Santiago [St. James’]- también echaron una mano.

La iglesia de la Gracia ha tenido su cuota de problemas: la parroquia sobrevivió a un cañoneo durante la guerra de Secesión, a un terremoto en 1886 y al huracán Hugo en 1989, [fenómenos] que también desplazaron a la congregación.

En 2005, la parroquia en expansión comenzó a recaudar fondos para agrandar sus instalaciones. Pero cuando intervinieron los arquitectos, tuvieron algunas noticias desalentadoras que dar, dijo Ezell Suggs: “La torre se ha inclinado 15 centímetros, las paredes están inclinadas hacia adentro, tienen algunos problemas. El móvil de la campaña cambio y dejó de expandir el ministerio para salvar nuestra iglesia”.

La primera fase del proyecto, una renovación de la torre de la iglesia a un costo de $12 millones, comenzó en 2008 y apenas acababa de terminarse cuando se produjo el terremoto. La torre permaneció intacta, pero los sensores indicaban que las paredes del triforio, de ladrillos recubiertos de estuco -donde el deterioro de la argamasa había dado lugar a que algunos ladrillos se separaran- se habían vuelto inestables.

El Día de Pascua, la iglesia de la Gracia puso en marcha una nueva campaña para recaudar $5 millones, bajo el lema de “Un hogar para la Gracia”. Los fondos se usarán para pagar el resto del préstamo por la obra de la torre y para fortalecer las paredes. Los feligreses esperan estar de regreso a su iglesia este verano, aunque las obras no se hayan terminado.

“Estábamos casi terminando la primera fase del proyecto y pensábamos que obtendríamos algún descanso”, dijo Ezell Suggs. “No hemos tenido mucho descanso por aquí, pero ha habido un estupendo sentido de cooperación que no nos lo perderíamos por nada del mundo”.

“Creo que hemos aprendido que aunque queramos mucho a nuestro edificio y le echemos mucho de menos -y así nos pasa- somos la iglesia de la Gracia dondequiera que vamos”, afirmó Guerry. “La iglesia es realmente el pueblo que acude [a adorar] domingo tras domingo. Hemos tenido que aprender eso de una manera muy práctica”.

“En lugar de vivir en el desamparo a la espera de tener un hogar, hemos encontrado hogar en el desamparo”, dijo Wright. “No se trata de conseguir algún otro lugar, se trata de encontrar un hogar ahora”.

— Lucy Chumbley es una reportera independiente radicada en Washington, D.C. Traducido por Vicente Echerri

En inglés: http://bit.ly/ItP1I5