Vísperas romanas unen en oración al papa y al arzobispo de Cantórbery

Williams predica en la parroquia episcopal de San Pablo Intramuros

Por Matthew Davies
Posted Mar 19, 2012

[Episcopal News Service] Los anglicanos y los católicos romanos comparten una historia turbulenta en alguna medida, pero las diferencias quedaron a un lado el 10 de marzo cuando el arzobispo de Cantórbery Rowan Williams y el papa Benedicto XVI oraron juntos durante un oficio ecuménico de vísperas en San Gregorio Magno al Celio, en Roma.

El oficio conmemoró el 1000 aniversario de la fundación de la comunidad monástica Camaldoli de Italia, que incluye una presencia en San Gregorio, un sitio de importante significación para los orígenes de la Iglesia de Inglaterra.

Ambos líderes cristianos, que celebraron una reunión privada temprano por la mañana para conversar acerca de derechos humanos y de su preocupación por la Tierra Santa, pronunciaron una homilía durante las vísperas y juntos encendieron velas en la capilla de San Gregorio.

Haciéndose eco de las palabras de sus dos predecesores, Williams describió la relación entre la Comunión Anglicana y la Iglesia Católica Romana como “segura no obstante imperfecta” durante un sermón en que ensalzó las virtudes de humildad y profecía de San Gregorio.

“‘Segura’ debido a la visión eclesial compartida con la cual nuestras comuniones están comprometidas… una visión de la restauración de la plena comunión sacramental”, dijo él “Y ‘no obstante imperfecta’, debido a los límites de nuestra visión, a un déficit en la profundidad de nuestra esperanza y paciencia”. [El texto completo de la homilía del arzobispo se puede encontrar aquí .]

El papa, según la traducción de Radio Vaticano a su sermón, que fue pronunciado en Italiano, expresó su esperanza de que “el signo de nuestra presencia aquí juntos frente al altar, donde Gregorio mismo celebraba el sacrificio eucarístico, permanecerá no sólo como un recuerdo de nuestro fraternal encuentro, sino también como un estímulo para todos los fieles -tanto católicos como anglicanos- para alentarles… a renovar su compromiso a orar constantemente y a trabajar en pro de la unidad. …” [El texto completo de la homilía del papa puede encontrarse aquí.]

El obispo Pierre Whalon, de la Convocación de Iglesias Episcopales en Europa, participó en el oficio. Él le dijo a ENS que el evento “significa que el movimiento ecuménico no está muerto. Durante algunos años, ha estado congelado, ya que los socios principales han tenido que enfrentar serios problemas en sus propias iglesias. Pero estas reuniones insisten en mostrar que las cosas son diferentes ahora y que no volveremos a los malos tiempos de antaño. Eso alienta la cooperación en el nivel de la base, que es donde la Iglesia realmente tiene lugar”.

La iglesia está construida en el sitio desde el cual San Gregorio el Grande, en el siglo VI, envió a San Agustín, primer arzobispo de Cantórbery, junto con 30 monjes, a re-evangelizar a Inglaterra. Ellos desembarcaron en [el año] 597 y se les acredita con establecer los cimientos de la renovación del cristianismo inglés.

Las vísperas del 10 de marzo fue la tercera vez en la historia reciente que un papa y un arzobispo de Cantórbery han adorado juntos en San Gregorio (el papa Juan Pablo II oró en la iglesia con el arzobispo Robert Runcie en 1989 y de nuevo con el arzobispo George Carey en 1996).

“Este arzobispo de Cantórbery ha hecho muchos más viajes a Roma que ninguno de sus predecesores”, dijo Whalon, quien añadió que los dos líderes comparten una relación personal y son “eminentes teólogos en sus respectivas iglesias”.

Durante el fin de semana, Williams también predicó y presidió un oficio eucarístico el 11 de marzo en San Pablo Intramuros, una parroquia de la Iglesia Episcopal y la primera iglesia no católica romana que se construye dentro de los muros de Roma. A la congregación de San Pablo se unieron miembros de la iglesia anglicana de Todos los Santos en Roma, una parroquia de la Diócesis en Europa de la Iglesia de Inglaterra.

Un vídeo del sermón del arzobispo puede verse aquí.

Whalon dijo que él había llevado el báculo de Williams en el oficio como un signo de la hospitalidad de la Iglesia Episcopal.

Luego del oficio, Williams le dijo a ENS que la presencia de las iglesias anglicana y episcopal en Roma es “un recordatorio a nuestros amigos católicos romanos de que somos una comunión mundial, y mire a la composición internacional de la congregación aquí esta mañana y verá que la razón es convincente”.

La relación entre la Comunión Anglicana y la Iglesia Católica Romana ha sido tensa en los últimos años debido a diferencias respecto a la ordenación de las mujeres y a los empeños del Vaticano de ofrecer un hogar espiritual a ex anglicanos o anglicanos desafectos al tiempo que les permiten conservar aspectos de su liturgia y tradiciones. Estas medidas se han tomado a través de un “Ordinariato Personal”, una región geográfica semejante a una diócesis, si bien típicamente nacional en su extensión.

El primer ordinariato se creó en Inglaterra y Gales en enero de 2011 y se están finalizando los planes para establecer ordinariatos para Australia y el Canadá.

Aun más recientemente, el 1 de enero de 2012, se creó un ordinariato en Estados Unidos para recibir a ex parroquias y sacerdotes episcopales -incluidos sacerdotes casados- que buscan ingresar en la Iglesia Católica Romana. Jeffrey Steenson, que fuera obispo de la Diócesis Episcopal de Río Grande, fue nombrado como su primer “ordinario”.

Whalon dijo a ENS que la manera en que este arreglo había sido decidido y anunciado por el Vaticano en noviembre de 2009 “era insultante para nosotros”, pero él hacía notar que Katharine Jefferts Schori, la obispa primada de la Iglesia Episcopal, fue impuesta por los católicos romanos de que Steenson sería nombrado a cargo del ordinariato en Estados Unidos.

“El aviso anticipado parece ser una nueva conciencia de que las relaciones ecuménicas importan”, dijo Whalon. “En cualquier caso, como la disposición no tienen ningún fundamento eclesiológico, sino que es realmente un gesto pastoral, no durará más de una o dos décadas”.

Mary Reath, una episcopal laica de la Diócesis de Jersey y miembro de la junta de gobierno del Centro Anglicano de Roma, dijo a ENS por correo electrónico desde su casa en Princeton que si bien es “hora de un desafío excepcional para los líderes anglicano y católico romano… la reconciliación teológica en los últimos 40 años ha sido particularmente fructífera. Ello nos lleva naturalmente a plantear interrogantes más concretas de coexistencia y cooperación”.

El Centro Anglicano en Roma alberga una extensa biblioteca, sirve de lugar de encuentro ecuménico y de centro educacional, e incluye las oficinas del representante diplomático del arzobispo de Cantórbery ante el Vaticano, el Rdo. Canónigo David Richardson, que acompañó a Williams durante su visita.

“¿Puede alguien negar que si hubiera mayor coordinación entre dos de los cuerpos eclesiásticos más universales, organizados e influyentes del mundo, los pobres y los pobres en espíritu del mundo serían mejor servidos?”, preguntó Reath, quien es autora de Roma y Cantórbery: la elusiva búsqueda de la unidad (Rome and Canterbury: The Elusive Search for Unity [2007]). “El momento es oportuno para el ecumenismo práctico y humano”.

Una tercera fase de la Comisión Internacional Anglicana-Católico Romana (ARCIC, por su sigla en inglés) se encuentra actualmente en proceso, lidiando con cuestiones concernientes a la Iglesia como comunión, local y universal, y cómo la Iglesia llega a discernir la doctrina ética correcta. ARCIC es un diálogo ecuménico entre las dos iglesias que se estableció en 1967.

En Estados Unidos, el diálogo anglicano-católico romano (ARCUSA), del cual Reath es miembro, ha estado reuniéndose regularmente desde los años sesenta, lo cual hace la relación de diálogo más antigua de la Iglesia Episcopal. Su última reunión del 27 al 28 de febrero, tuvo lugar en el centro denominacional de la Iglesia Episcopal en Nueva York.

La Rda. Margaret Rose, encargada de la Iglesia Episcopal para las relaciones ecuménicas e interreligiosas, le dijo a ENS que la obra de ARCUSA “al igual que ocurre con otros diálogos… enfatiza el deseo de compartir el trabajo en misión y la Shalom que ayuda a poner en perspectiva la vida y la obra, la fe y el orden”.

El grupo de ARCUSA participó en dos oficios eucarísticos en la capilla del Centro denominacional, dirigido uno de ellos por la Iglesia Episcopal, y el otro por los miembros católico romanos. Si bien la Iglesia Episcopal invita a todos los miembros bautizados del Cuerpo de Cristo a recibir la Santa Comunión, la Iglesia Católica Romana la reserva oficialmente para sus propios miembros bautizados.

“El compartir el espacio de culto y el altar y nuestra fraternidad durante la reunión, así como la franqueza de las conversaciones, son una señal de nuestro deseo de unidad y de amistad, incluso cuando estamos conscientes de que no tenemos una participación común de la Eucaristía”, dijo Rose a ENS.

John Bauerschmidt, obispo de la diócesis episcopal de Tennessee y copresidente de ARCUSA, dijo a ENS que “las relaciones a nivel de feligresía con los vecinos, amigos y miembros de la familia que son católicos romanos hacen de este diálogo algo más que un asunto teórico… Los miembros del diálogo están descubriendo acuerdo en asuntos substanciales así como algunas diferencias familiares tanto en la eclesiología como en asuntos morales”.

Bauerschmidt agregó que orar juntos “es un importante indicador de la hermandad que los cristianos comparten, y en sí misma promueve la unión a que somos llamados”.

Él describió los eventos del fin de semana en Roma como “causa de regocijo”.

Más tarde, el 11 de marzo, Williams se unió con el P. Robert Hale, antes de la nueva Ermita Camaldoli, en Big Sur, California, para presentar una conferencia sobre “Virtudes monásticas y esperanzas ecuménicas”. [El texto completo de la presentación del arzobispo puede encontrarse aquí.]

Como colofón de su viaje a Roma, el arzobispo visitó la comunidad monástica en la abadía de Montecassino, fundada por San Benito alrededor del año 529, donde asistió [al oficio de] vísperas y pronunció una charla sobre “Los monjes y la misión: una perspectiva de Inglaterra”.

Resumiendo las relaciones entre las dos iglesias mundiales, Williams le dijo a ENS: “Estamos trabajando juntos por el reino, estamos orando juntos y, por supuesto, tenemos una agenda institucionalmente enorme, de la cual no tenemos ninguna idea cómo arreglar, pero entre tanto seguimos trabajando y orando con gran afecto”.

— Matthew Davies es editor y reportero de Episcopal News Service. Traducido por Vicente Echerri.

En inglés: http://bit.ly/FWcbQx