Mensaje de Navidad 2011 de la Obispa Presidente Episcopal

Posted Dec 15, 2011

[Oficial de Relaciones Públicas] “Jesús viene a nosotros para recordarnos un mundo en el que vivirán todos juntos en paz, para reclamar y hacer realidad la visión de una creación para toda la humanidad y todas las criaturas de Dios” dice la Obispa Presidente de la Iglesia Episcopal Katharine Jefferts Schori en el mensaje de Navidad 2011

El siguiente es el texto del mensaje de la Obispa Presidente:

Mensaje de Navidad 2011

Mira, llega tu salvación – Isaías 62:11

Los grandes profetas antes de Jesús proclamaron la visión de una nación y un pueblo redimido. Seguimos compartiendo ese anhelo, como dice el himno de Navidad: “Las esperanzas y  los temores de todos los años se cumplen en ti esta noche”. Hemos visto surgir abundantes esperanzas en el último año en el mundo árabe y Europa del Este, y en el movimiento de ocupación a nivel mundial. Esas voces buscan un mundo más justo, comunidades en las que las decisiones y los dones de la creación estén al alcance de todos. Nuestra comprensión de la salvación se acerca con más profundidad a la justicia en la comunidad, y como cristianos, creemos que esa ayuda y sanación para todos se basan en la presencia de Dios encarnado, entre nosotros y en nosotros.

Buscamos la salvación en uno que vino a nosotros de la manera más humilde, un niño indefenso nace de una manera escandalosa de una pareja de campesinos pobres. La Encarnación, Dios con nosotros, ha cambiado el mundo en formas que nosotros insistimos que conducen a la curación definitiva de toda la creación. “Mira, llega tu salvación”, dice el profeta en todos los tiempos, sin embargo, aún no nos ha llegado en su plenitud. Vivimos en la esperanza de su plenitud. Que la esperanza crezca en nosotros, en todos y cada ser humano y en la comunidad, por el viaje hacia el futuro sano y santo de Dios.

Esa proclamación de la salvación que llega es parte del texto de Isaías (Isa 62:6-12) que será leído en algunas congregaciones en Navidad, pero si usted no lo oye, vaya y lea todo el pasaje. Su punto central trata de cómo será la salvación:

El Señor ha jurado…
Nunca más permitiré que tus enemigos se coman tu trigo,
  ni que los extranjeros se beban el vino que has hecho con tu trabajo;
sino que ustedes mismos recogerán la cosecha se la comerán y me alabarán a mí,
  y los que la recojan beberán el vino en los atrios de mi santo templo. Isa 62:8-9

Esa no es una visión de aislamiento prístino, sino una visión de la comodidad y la curación de un pueblo frecuentemente en guerra, ocupado, o explotado por fuerzas superiores. El temor de que los poderosos se apropien y utilicen para sí mismos los productos de los pobres queda curado y  transformado en una sociedad en la que los dones que Dios ofrece serán compartidos por todos. Porque cuando llegue la salvación, esa sociedad

será llamada, ‘el Pueblo Santo, Los libertados por el Señor’;
y seréis llamados, ‘La ciudad deseada, La ciudad no abandonada’.  Isa 62:12

Jesús viene a nosotros para recordarnos un mundo en el que vivirán todos juntos en paz, para reclamar y hacer realidad la visión de una creación para toda la humanidad y todas las criaturas de Dios. Ese mundo estará en lo justo cuando las relaciones entre Dios y la humanidad, sean justas. La relación entre Dios y el ser humano no se puede enderezar sin la misma curación de las relaciones entre los mortales. Mira, ¡llega tu salvación! ¿Le daremos la bienvenida a esa sanidad?

La Rvdma. Katharine Jefferts Schori
Obispa Presidente y Primada
La Iglesia Episcopal


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